Una ola de calor cruza estos días Siberia. “Es calor extremo. Está dejando nuevos récords de temperatura a diario”, describe la plataforma Arctic Risk.
“Más de 40ºC”, recogía la cuenta meteorológica Extreme Temperatures que la llama “la peor ola de la historia” en la zona. Y recoge estos récords absolutos: Baevo (39,6ºC); Barnaul (38,5); Ordynskoe (38,1); Novosibirsk (37,3); Toguchin (37,2), entre otros.
Arctic Risk subraya, además, que “más allá del Círculo Polar Ártico”, la temperatura ha sobrepasado los 24ºC. Esta ola de calor viene pocos días después de que Groenlandia haya soportado otro pico térmico extremo entre el 31 de mayo y el 1 de junio que dejó “condiciones de deshielo”. Las temperaturas rondaron los 15ºC por encima de lo esperable para esa época del año. “Fue una ola de calor relativamente temprana, lo que supone un fuerte indicador del actual cambio climático”, analiza la misma plataforma que monitorea la crisis climática y sus impactos en el norte del planeta.
De hecho, tanto la ola de calor actual en la franja siberiana como la que afectó a Groenlandia aceleran la fundición de las partes heladas de la Tierra. En el continente, las temperaturas particularmente altas deshielan el permafrost –la franja de terreno que aguanta congelada– lo que, a su vez, libera el metano (CH4) contenido en ella. Este gas tiene una potencia de efecto invernadero mucho más elevada que el CO2, aunque perdura mucho menos menos tiempo en la atmósfera, provocando ese efecto.
La fundición de la capa de hielo sobre Groenlandia y el océano Ártico exacerba el calentamiento global, entre otras cosas, porque se elimina la capa blanca que refleja la luz solar. El mar oscuro se traga más calor que el hielo y eso lo recalienta aún más.
De hecho, las últimas revisiones científicas han avisado este martes de que el Ártico se funde a mayor ritmo del anteriormente calculado y que puede quedarse sin hielo durante los veranos en la década de 2030, diez años antes de lo previsto.
El norte extremo no es la única parte del mundo que lidia con olas de calor fuertes. El sureste de Asia vive un pico térmico que rompe récords locales de temperatura en Vietnam, Hong Kong y llega hasta China.