Padre e hijo, socios en la vida y en el cultivo cannábico

Ramiro Barreiro

Montevideo, Uruguay —

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Ojos arrugados y cabellera blanca para Horacio. Una gran mota de rastas y lentes de diseño para Hernán, o Hernix, su nombre artístico. Comparten un apellido por demás conocido. Horacio Milstein es sobrino nieto de César Milstein, Premio Nobel en Medicina en 1984 por sus investigaciones sobre los anticuerpos monoclonales. En el otro extremo generacional de la familia está Hernán “Hernix” Milstein, de 38 años, exguitarrista de la banda de reggae Riddim. Él fue quien pensó un sistema de cultivo hidropónico que le permitiera cultivar, de forma automatizada, en espacios urbanos. “Yo salía de gira y era todo un tema quien me podía cuidar las plantas, ya sea de alimentos como de cannabis”, le cuenta a elDiarioAR en el lujoso salón de eventos de un hotel 4 estrellas de Montevideo, Uruguay, antes de participar en una ronda de negocios B2B con inversores.

El músico descubrió así la hidroponía y sólo tuvo que pinchar a su padre, ingeniero, para que piense un sistema pequeño, fácil de usar y rendidor. “Yo no tenía ninguna relación con el cannabis. Toda la vida me dedique a la industria metalmecánica. Pero mi hijo empezó con el tema de cultivo cannábico y luego comenzó a desarrollar su propio alimento vegetariano”, recuerda Horacio, de 72 años, la pata técnica del proyecto.

Padre e hijo comenzaron a trabajar codo a codo. Primero con pallets, luego agregaron telgopor e hicieron cientos de pruebas con lechugas y sandías. Finalmente consiguieron la matriz y pudieron comprobar que todo crecía de manera impecable. Horacio y Hernán estaban listos para cultivar su propio alimento y, también, sus plantas medicinales. Había nacido H2H, una empresa familiar con sede en Villa Urquiza.

“Al principio empezó como hobby, yo me puse en genio loco. Así nació nuestro proyecto y ahora queremos que crezca, que esto ayude a la gente para que pueda tener en su casa una planta que lo alimente”, evoca el padre.

Producir en 45 centímetros cuadrados

“La idea es así: nosotros fabricamos sistemas de cultivo hidropónico. Cultivos con agua. La fórmula del agua es H2O. Nosotros somos dos H y somos 2, entonces reemplazamos la O por la H e hicimos H2H”.

Horacio es pragmático, y todo lo explica con pocas palabras. Para que quede claro. Hernán, en contraste, es más verborrágico, y pinta las palabras de su padre con colores.

La combinación de estilos de Horacio y Hernán es ideal teniendo en cuenta que estamos en un evento de negocios. El B2B organizado por Cannabis Business Hub (CBH) se da en el marco de la octava edición de ExpoCannabis 2021, la única feria del continente que tiene a la planta viva como protagonista principal.

Uruguay legalizó el cannabis en 2013 y, según datos que la Agencia Uruguay XXI dio a conocer en el evento, este año exportó 7 millones de toneladas de flores de marihuana entre enero y julio. También dijeron que el sector genera más de 100.000 empleos directos en las más de 120 empresas existentes, el 80 por ciento, PyMEs.

Contrariamente a lo que muchos pensaban, el cambio de gobierno en este país sudamericano dio impulsos a la industria de la marihuana, tanto en su uso lúdico, donde se discute la posibilidad de abrirlo al turismo y se elevó el THC en las flores que se expenden en farmacias, cómo en los usos terapéutico (o medicinal) e industrial.

Uruguay tiene 180 licencias para cultivo, industrialización e investigación otorgadas y 46 en evaluación, siete medicamentos y 17 cosméticos a base de cannabis registrados. En sus 176,215 km² cultivan, en su mayoría, capitales locales; pero también de Argentina, Brasil, EEUU, Canadá y Georgia.

Ese es el panorama al que apuntan Horacio y Hernán, con la expectativa de “generar buenos vínculos, que se conozca nuestra marca y nuestros cursos, y poder asesorar. No queremos dar un producto y que no haya feedback”.

El producto que fabrican es por demás necesario, sobre todo en Uruguay, donde el cultivo individual, doméstico, está permitido para cualquier fin, previo registro en el Instituto de Regulación y Control de Cannabis (IRCCA). Son dos los sistemas que ofrecen. El Hydro 420, de riego por goteo, que reutiliza el agua con nutrientes y puede usar cuatro tipos de sustratos inertes que reemplazan a la tierra: fibra de coco, lana de roca, arlita y piedra pomes. Tiene un proceso vegetativo mucho más rápido que el cultivo tradicional y el apoyo de los temporizadores lo hacen mucho más sencillo para principiantes.

El otro producto es el Clona 340, un aeroclonador que crea clones y esquejes con un colorido sistema de administración “para que no te cuelgues”. Otro beneficio de este sistema de cultivo es que la planta no gasta energía buscando alimento y la concentra en producir su flor, no se estresa. También es bajo el nivel de insectos y plagas.

“Con el agua le das los nutrientes específicos que necesitan en cada período, porque se aplican directamente al agua. Es como si cada uno de nosotros consumiera tanto carbohidrato o calcio para tener mejor salud. Pasa lo mismo con la planta, que tiene mejor predisposición, nivel de CBD o THC porque le das justamente lo que necesita”, resume Hernán.

Al cabo de las primeras reuniones con posibles interesados, la ronda de negocios pinta exitosa para H2H. El stand donde presentan sus productos es uno de los más visitados desde el primer día.

En medio de todo ese vértigo están Horacio y Hernán. Ellos se presentan así: “Padre e hijo potenciados y motivados a vivir la experiencia de una vida sana y consciente, aprendiendo, en una empresa nueva, en un rubro nuevo”.

RB / MGF