Podría recibir 20 años de cárcel

Salta: sus hijos murieron en el incendio de su casilla por un accidente pero la acusan a ella de mala madre

“Quiero que me dejen vivir mi duelo. Quiero que esto se termine”, implora Yolanda Vargas en diálogo con elDiarioAR. Su hija y su hijo murieron hace 4 años, en febrero de 2021, en un incendio en la casilla en la que compartían en el asentamiento de Las Palmeras, en Colonia Santa Rosa, provincia de Salta. A pesar de que se trató de un accidente que se repite en barrios populares con conexiones precarias; la principal acusada de lo ocurrido es ella que deberá enfrentar, el próximo 3 de febrero, un juicio en su contra en el que se la acusa de abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo. Enfrenta un castigo que puede alcanzar hasta los 20 años de prisión.

En ese momento ella tenía 26 años y era el sostén del hogar que compartía con Thiago, de 4 años, y Melani, de 6. El padre de las criaturas “nunca se hizo cargo”, según cuenta ella. De hecho, Yolanda lo había denunciado ante la justicia para que cumpliera con sus responsabilidad parental y pagara la cuota alimentaria correspondiente. Ella no tenía trabajo formal pero se las rebuscaba para sobrevivir, cocinando pan casero y sándwiches que salía a vender. 

El 9 de febrero de 2021 Yolanda había salido a hacer mandados para cocinarles el almuerzo a Thiago y Melani. Cuando volvió, su casilla precaria estaba ardiendo rodeada por una multitud que se había acercado. “Pedía por favor que me digan si estaban adentro”, relata, cuatro años después. Por las noches tiene problemas para dormir porque los recuerdos de ese día se vuelven pesadillas que le interrumpen el sueño. El jefe de bomberos, en ese entonces, en declaraciones públicas, dijo que todo indicaba que se trató de un corto circuito por la excesiva humedad. 

A Yolanda la detuvieron de inmediato. Ella no pudo despedirse de su hijo e hija en el velorio. Con custodia policial, chaleco antibalas y esposada asistió al entierro pero ni siquiera la dejaron tocar los cajones en los que estaban los cuerpos de las criaturas. 

La fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Orán, Claudia Carreras, imputó a Yolanda como autora del delito de abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo; mientras que el juez de Garantías 1, Francisco Oyarzú, rechazó por entonces el pedido de libertad y sobreseímiento de la mujer.

Hoy su defensa está a cargo de los abogados Luciano Camaño y Alberto Díaz Aranda. El próximo 3 de febrero de 2025 empieza el juicio, cuatro días más tarde será un nuevo aniversario de la tragedia. “Se debería haber investigado al Estado y a la prestadora de electricidad antes de culpar a Yolanda. Pero rn la elevación a juicio se evalúa y discute si ella era buena o mala madre; o si conocía elementos de seguridad de la casa. No se discute el hecho en sí”, dice Luciano Camaño

Yolanda, que estuvo presa 24 días, llega al debate oral en libertad. Será el juez Aldo Primucci de la Sala I del Tribunal de Juicio de Orán el encargado de llevar adelante las audiencias. 

“No estoy bien emocionalmente para afrontar este juicio. Más con la carátula que me pusieron”, dice Yoland por teléfono. “Yo no dejé a mis hijos a su suerte, no les quise hacer daño. No es así como dicen”, explica con la voz entrecortada. No tiene acompañamiento terapéutico pero sí cuenta con una red de organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos que lanzaron una campaña para exigir su absolución y que la historia de Yolanda se conozca en todo el país. También se enfocan en poder juntar el dinero para pagar su defensa, porque sus abogados residen en Salta capital y el traslado a Orán les implica gastos extra. Quienes puedan y quieran colaborar, pueden hacerlo en Mercedes.947.rojo.mp 

“Tuve que volver al lugar donde pasó todo otra vez para mostrarle a mis abogados y me aparecieron pesadillas. Por un tiempo lo había anulado. Una como madre a nadie le va querer ver a su hijo”, dice Yolanda.  

Si bien la carátula del expediente es “abandono de persona seguido de muerte”, en verdad está acusada de un tipo específico criminal que recae sobre las mujeres: la “mala madre”. Se la juzga por no haber impedido un accidente fatal vinculado a la precariedad y la pobreza en la que se vive en los asentamientos populares. Hay un modelo imposible de maternidad que plantea un desempeño ideal que, en la mayoría de los casos, no coincide con los recursos económicos, sociales y culturales que tienen la mayoría de las madres, como Yolanda que lo único que quiere ahora es poder hacer su duelo tranquila . 

FA/MG