Los conflictos en distintos hospitales público sumaron un nuevo foco de tensión al que Gobierno nacional ya tiene con las universidades. Recortes en el presupuesto, desmantelamiento de áreas, salarios por el piso y la amenaza de cierres completos marcan el panorama en los centros de salud que dependen de la administración central.
Este martes, el foco está en el Hospital Garrahan, donde la junta Interna de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) lleva adelante un paro de 48 horas en reclamo de una recomposición salarial del personal de esa institución. Pero esa es sola la punta del ovillo que une los reclamos de los trabajadores de la salud. La columna que hoy marchó hacia el Ministerio de Economía pasó antes por el Hospital de Salud Mental Laura Bonaparte, tomado desde el sábado en rechazo al cierre de los servicios de guardia y de internación.
“Estamos muy por debajo de la canasta familiar. Muchos compañero empiezan a ver la opción de irse, con todo lo que eso costaría, es prácticamente un vaciamiento de nuestro hospital y bueno por ese motivo salimos a defender es el reclamo salarial y que el presupuesto del Hospital esté fortalecido para seguir atendiendo la demanda que tenemos”, indicó la secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT), Norma Lezana.
En declaraciones a La Nación+, precisó que “en el último tiempo y por las paritarias que fueron por debajo de la inflación, de hecho de agosto agosto inflación del 236% según los datos oficiales, y nuestro sueldo aumentó sólo un 100% en ese periodo”.
Por esa razón, los trabajadores del Hospital se movilizaron hasta el Ministerio de Economía para “llevarle el reclamo” al titular de esa cartera, Luis Caputo.
La representante de los profesionales del Garrahan confirmó además que el personal cobró el bono de 500 mil pesos, cuya autorización había sido la causa principal por la que el ministro de Salud, Mario Lugones, decidió pedir la renuncia de los miembros del Consejo de Administración del hospital.
Según precisaron fuentes del Ministerio de Salud, el Consejo del Garrahan había definido esta medida “sin consultar y sin evaluación previa”, y sin la autorización del nuevo ministro.
“El bono se cobró, lo cual es una conquista. Es por única vez y de manera extraordinaria, pero da un alivio por este mes al equipo de salud”, señaló Lezana, quien detalló que el pago se llevó a cabo con “recursos propios del hospital”.
Con relación a la designación por parte de la cartera de Salud de Soraya Anis El Kik como presidenta del Consejo de Administración del hospital, y Roberto Agustín Dalmazzo y Jorge Menehem como consejeros, la dirigente gremial sostuvo que el reemplazo se hizo con “personas que son de la gestión de este Gobierno”.
“Esto es más una señal hacía los trabajadores para desalentar la lucha que estamos dando. La lucha del Garrahan refleja la de muchos otros que están con el salario muy reducido”, señaló.
Según detallaron fuentes gremiales, el personal del hospital está pidiendo que “el salario más bajo arranque en la canasta familiar de 1.500.000 pesos”.
Vigilia en el Bonaparte
La situación no es diferente en el Hospital de Salud Mental Laura Bonaparte. Allí, los trabajadores mantienen una vigilia en rechazo al cierre de la guardia y los servicios de internación anunciados por el Gobierno el viernes pasado, pero sobre todo, porque temen que el objetivo final de la decisión oficial sea el cierre definitivo del centro de salud.
“En este momento sostenemos el no cierre. Efectivamente estamos funcionando, con negociaciones de por medio. Estamos esperando a que la comunicación sea oficial sobre la pelea”, aseguró Raquel Rodríguez, trabajadora que se desempeña como personal administrativo en el servicio de Gestión de Pacientes.
El jueves, los trabajadores del Garrahan y el Bonaparte volverán a realizar una marcha para unir ambos hospitales.
Aunque el Hospital de Clínicas depende de la Universidad de Buenos Aires los conflictos también atraviesan el centro de salud, ya que allí dependen de los recortes al presupuesto universitario.
A fines de septiembre, los distintos gremios que agrupan a trabajadores de la UBA realizaron un plan de lucha que incluyó un paro y un abrazo al Hospital.
Con información de Noticias Argentinas.
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