La Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) es una reunión importante para los conservadores en Estados Unidos. Con la asistencia de los presidentes de Argentina y El Salvador, así como de un ex primer ministro del Reino Unido, los organizadores quisieron resaltar la importancia internacional del evento y ampliar su atractivo más allá de EE. UU.
Además de Trump, el presidente argentino Javier Milei también intervino en la conferencia, junto con otras delegaciones conservadoras de todo el mundo. Asimismo, acudieron participantes de varios países europeos, entre ellos miembros de la ultraderechista Alternativa para Alemania. Monica Cotenescu, del Partido Republicano de Rumania, participó para relacionarse con conservadores internacionales y conocer a “Mr. Trump”. “Es un showman, hace que la gente le aplauda, hace que la gente le quiera”, dijo.
Mientras tanto, en un evento alternativo simultáneo, los conservadores moderados se reunían en la conferencia Principles First en Washington. Algunos de ellos se pronunciaron contra Trump, entre ellos el fundador del evento, Heath Mayo. El día antes de la conferencia, Mayo dijo a DW que teme que la victoria de Trump vaya acompañada de una transformación de su partido.
“Será un partido de aislacionismo, será un partido de teorías conspirativas, sobre un supuesto Estado profundo que se está organizando contra los ciudadanos estadounidenses comunes”, dijo. Pero confía en que su país evitará la victoria de Trump.
Trump eligió el lugar de su discurso muy deliberadamente. Estuvo en la CPAC porque, para él, la conferencia ya no es sólo una reunión de conservadores, sino una asociación de personas con ideas afines, o como dijo en su discurso: “Un grupo de gente con sentido común”.
Desde luego, Trump tiene a la gente de la CPAC de su parte. La conferencia de este año se guió por el mantra “MAGA”: Estados Unidos debe ser “grande” y más conservador - con Trump al mando.