Se cumplieron dos meses de la última vez que la vieron salir de su casa. Desde entonces, saben hacia donde fue, con quién estuvo, pero no lo que le sucedió. Tehuel de la Torre, un joven trans de 22 años, desapareció el 11 de marzo en San Vicente y los dos hombres que pueden entregar información no quieren hacerlo porque probablemente su situación judicial se complicaría. “No se lo deseo a nadie. Vivir sin certezas, todos los días esperando una noticia que no llega. Queremos pensarlo lo mejor posible, que va a aparecer vivo, que lo tienen en un lugar, pero, a la vez también tenemos que prepararnos para lo peor”. Verónica Alarcón es la hermana de Tehuel, la que salió a buscar a los sospechosos con una foto en la mano y empuja para que el caso no se pierda. Se levantó con la voz quebrada porque ayer estuvo en la tercera marcha de las antorchas, en las que continúa gritando: “¿Adónde está Tehuel?”.
El 11 de marzo, Tehuel de la Torre salió de su casa para ir a una entrevista de trabajo que le habían prometido en Alejandro Korn. Allí se debía encontrar con Luis Alberto Ramos, un hombre que conocía desde hacía 3 años y que le había ofrecido un trabajo como mozo y le iba a prestar 500 pesos. Luego de que llegó a la casa de Ramos se encontraron con Oscar Montes, un chatarrero de la zona. El último registro de Tehuel fue una foto encontrada en la nube de su celular, en el que está acompañado por los dos hombres, ahora detenidos y principales sospechosos en la investigación.
-¿Cómo estás después de estos dos meses?
-Lo más difícil fue tratar de no bajar la guardia. Sobre todo cuando pasa el tiempo y no pasa nada. Esperamos que la investigación arroje un dato. Confiamos en que algo va a suceder. Ahora van entregar pericias a los teléfonos de Ramos y Montes y el de Tehuel y pensamos que de ahí puede surgir algo.
-En la marcha de ayer les pedían a Ramos y a Montes que entreguen información.
-Queremos que digan qué es lo que hicieron. Que nos digan dónde está mi hermano. Son ellos los únicos que lo saben. Si les queda algo de humanidad, tienen que entender que hay una familia que desde hace dos meses que sufre por la desaparición de uno de los suyos.
-La investigación, por ahora, solo les apunta a ellos. Si no hablan será muy difícil avanzar.
-Por eso es tan angustiante. Creo que si los tuviera adelante no podría controlar lo que siento, los putearía. Sé que está mal, pero me da impotencia su silencio. Ellos son los culpables, están encubrieron lo que pasó. Quiero que me digan que hicieron con mi hermano.
-Por lo que decís, no tenés dudas de que son los culpables.
-Yo no sé si ellos le hicieron algo o lo mandaron a otro lugar. Lo que tengo claro es que saben lo que sucedió. En la casa de uno encontraron cosas de mi hermano enterrado. No se entierran cosas si no querés ocultar algo.
-¿Qué pensás que le pasó a Tehuel?
-No lo sé, para saberlo está la investigaciòn de Justicia, pero lo único que yo quiero es que me lo devuelvan. Vivo o muerto pero yo quiero a mi hermano.
En su primera declaración, Ramos reconoció haberse encontrado con Tehuel pero dijo que luego de un rato los dos partieron en direcciones diferentes. Las pruebas en la causa lo contradicen: la geolocalización del teléfono del chico emitió señal en la casa del sospechoso hasta la medianoche de ese día.
A los pocos días de búsqueda, en la casa de Ramos encontraron enterrados un teléfono incinerado y la campera que llevaba Tehuel antes de desaparecer. Desde ese momento, Ramos y Montes guardan silencio y no entregaron ninguna pista más para saber sobre los destinos de Tehuel.
La fiscal a cargo de la investigación, Karina Guyot interrogó a estos hombres y luego pidió la detención imputándolos, hasta el momento, por encubrimiento y falso testimonio. Ramos fue detenido el 23 de marzo, y a los pocos días también Montes. A pesar de eso y de que las líneas de investigación giran alrededor del accionar de ellos, el Ministerio de Seguridad de la Provincia ofreció una recompensa de hasta 2 millones de pesos para quien entregue información comprobable para dar con el paradero de Tehuel. En este momento la causa se mantiene desde el inicio de la investigación como averiguación de paradero, pero en función de los resultados de las pericias podría ser orientada al delito de desaparición forzada.
En este momento, los trabajos periciales pueden ser los únicos que permitan conseguir alguna nueva información. La fiscal espera que en los próximos días les entreguen las pericias sobre los celulares de los detenidos. Su ubicación en esas horas pueden entregar un nuevo rango de búsqueda. Por otro lado, hay pendiente un cotejo genético sobre una mancha de sangre que fue encontrada en la casa de Ramos.
La fiscal junto a más de 400 policías bonaerenses rastrilla desde hace casi dos meses el área semi rural que rodea la casa de Ramos, pero los resultados siempre fueron negativos. Guyot trabaja desde hace un mes en consulta con el Equipo Argentino de Antropología Forense, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Procuraduría de Trata (PROTEX) y la Comisión Permanente de Derechos Humanos.
La desaparición de Tehuel visibilizó los problemas y los riesgos que sufre la población trans al momento de buscar trabajo. Si bien desde el Ejecutivo se impuso un 1% de cupo laboral en los puestos estatales nacionales, el impacto de esa medida hasta el momento no se puede evaluar. Con falta de posibilidades y puertas que no se les abren, la enorme mayoría de las mujeres trans subsiste ejerciendo el trabajo sexual.
Tehuel tiene contextura robusta, tez blanca, cabello corto de color oscuro y mide 1,56 metros aproximadamente. Las autoridades solicitaron que quien tenga alguna información sobre su paradero se comunique con la UFI Descentralizada de San Vicente, llamando al 0221-429-3015 o escribiendo a perdes@mseg.gba.gov.ar.
AM