En un contexto donde las oportunidades laborales más rentables están cada vez más vinculadas a la tecnología, Chicas en Tecnología (CET) trabaja activamente para reducir la brecha digital de género. A través de investigaciones y programas de formación gratuitos, CET busca motivar y capacitar a adolescentes que se identifican con el género femenino para que puedan insertarse en el ámbito tecnológico y acceder a mejores oportunidades.
Como parte de sus iniciativas de motivación, Chicas en Tecnología celebrará el festival Chicas Líderes el próximo 16 de octubre de 9 a 18 horas, Este evento anual y gratuito invita a jóvenes que se identifican con el género femenino, de 13 a 23 años, a explorar la tecnología como una herramienta de transformación social.
En su 11ª edición, el festival se llevará a cabo tanto de manera presencial, en el Centro Metropolitano de Diseño (CMD) en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como virtual, permitiendo la participación de jóvenes de toda América Latina. La inscripción es 100% gratuita y se puede acceder a más información en: www.chicaslideres.com.
Los números son claros: en Argentina, solo el 34% del estudiantado en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática, por su sigla en inglés) son mujeres, y la cifra se reduce al 17% cuando hablamos específicamente de programación, según datos de la propia organización. Para revertir estas cifras, resulta clave acercar a las jóvenes a estas áreas desde temprana edad, para deshacer los estereotipos de género que suelen vincularlas con áreas humanísticas.
Aunque la agenda feminista ganó visibilidad en los últimos años, las carreras STEM siguen siendo un reflejo de la desigualdad de género que persiste en la sociedad. En estas áreas, tradicionalmente masculinizadas, las mujeres y otras identidades enfrentan múltiples desafíos, tanto en el acceso como en la permanencia.
Iniciativas como las de CET resultan cruciales, ya que no solo ofrecen formación, sino que también visibilizan a mujeres referentes en estas disciplinas, lo que permite que cada vez más adolescentes puedan considerar la tecnología como una opción para sus futuros.
Es fundamental tener en cuenta que la brecha digital de género no solo perjudica a mujeres y personas LGBTIQ+, sino que también tiene un impacto negativo en el desarrollo del país. Crear tecnología con un enfoque social implica resolver problemas reales, y cuando estas soluciones están en manos de un único grupo o identidad, suelen ser limitadas. Por ello, formar equipos diversos en los ámbitos laborales no solo promueve la equidad de género, sino que también potencia la creatividad y la capacidad de enfrentar una mayor diversidad de desafíos sociales.