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Desde hace un tiempo, cada vez es más común ver dispositivos con carga inalámbrica: tanto móviles, como smartwatches u otros. Al mismo tiempo, esto ha provocado que los cargadores inalámbricos empiecen a proliferar.
Este tipo de sistemas puede parecer muy atractivo de primeras, ya que elimina la mayoría de cables que solemos necesitar. Además, es realmente cómodo llegar a una habitación y poder colocar el móvil sin que tengamos que conectar nada: simplemente, colocarlo sobre la superficie del cargador inalámbrico.
Pero, ¿es realmente útil? La realidad es que se trata de un sistema donde las ventajas son pocas pero funcionales, mientras que las desventajas son varias y, aunque no sean obvias en un primer momento, es necesario tenerlas en cuenta. Sobre todo antes de comprar uno de estos dispositivos.
Pros y contras de la carga inalámbrica
En primer lugar, la mayor desventaja es que se trata de un sistema que gasta mucho más que el tradicional. El Consorcio de Carga Inalámbrica (Wireless Power Consortium) lleva desde hace mucho advirtiendo que son cargadores muy poco eficientes -entre el 39,6% y el 59,4%-. Al mismo tiempo, esto provoca que se gaste más energía al cargar un dispositivo de manera inalámbrica que utilizando cable.
En segundo lugar, la carga inalámbrica, y seguramente la que más nos afecte, es que puede acortar la vida útil la batería de nuestro móvil. Este método provoca que la batería se caliente más de lo habitual durante la carga, lo que hace que esta se degrade más rápido que si utilizáramos un cargador con cable.
Entonces, ¿tiene alguna ventaja? La realidad es que sí, aunque seremos nosotros quienes tengamos que valorarlas y decidir si merecen la pena.
La primera es que, al ser una carga más lenta, el proceso en sí mismo afecta menos a la batería -sobre todo si tenemos en cuenta la carga rápida de 18, 20 o 25W, que aceleran mucho la degradación de las baterías-. Es decir que el calor puede acortar su vida, pero en cierto modo se compensa con los beneficios de la lentitud de carga.
La segunda es que la carga inalámbrica es un sistema mucho más cómodo. Es ideal para aquellos terminales a los que el puerto de carga se les haya roto o de problemas. Otra es que se trata de un sistema “universal”, es decir, si el móvil es compatible con este sistema, entonces da igual la marca del cargador.
JCV