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Sobre este blog

Veinte años cubriendo un solo día

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  1. Muerte, dónde está tu victoria. Desde la caída de la Torres Gemelas dos décadas atrás, los aviones no tripulados y demás ataques aéreos estadounidenses han matado al menos a 22 mil civiles. Aunque muy probablemente, a más: a 48 mil. Estos números surgen de un nuevo análisis publicado por el grupo de monitoreo de daños civiles Airwars. El estudio, que parte de las comunicaciones oficiales de las FFAA de EEUU sobre los casi 100 mil ataques aéreos ordenados y ejecutados desde 2001, representa un intento abarcativo para estimar el número de muertes que les llegaron desde el aire a las poblaciones civiles a lo largo de los múltiples conflictos que han jalonado la Guerra contra el Terror. Las cifras se dan a conocer cuando el presidente Biden promete poner fin a las “guerras para siempre”.
  2. Tumba, dónde está tu aguijón. En el Día de Brasil, el martes 7, miles de personas se reunieron en manifestaciones a favor de Jair Messias Bolsonaro; la oposición nacional y la crítica internacional alerta contra estos apoyos al presidente derechista vencedor en primera vuelta en las elecciones de 2018 como un peligro para la democracia. Las mayores marchas fueron en la capital política, Brasilia, y en la capital económica, São Paulo. Los índices de aprobación de Bolsonaro se han desplomado en los últimos meses debido a que las acusaciones de corrupción y la respuesta de su gobierno a la pandemia de Covid-19 y sus 600 mil muertes brasileñas. Las encuestas sugieren que casi dos tercios de los brasileños se oponen ahora a la presidencia de Bolsonaro y que el expresidente petista Luiz Inácio Lula da Silva lo derrotaría en las elecciones del próximo año. Pero Bolsonaro todavía disfruta de un apoyo sustancial, particularmente entre los cristianos evangélicos y en las zonas agrícolas centrales de Brasil y en el sur profundo. A pesar de todo, su aprobación no baja de un 32 por ciento: es su base, que la oposición anhela que sea también su techo. Las multitudes que lo aclaman fueron pacíficas en los actos y violentas en las palabras, añoraron la dictadura, pidieron un golpe militar, insultaron a la Justicia -a la que el propio Bolsonaro acusó de dictatorial y despótica en los dos actos (a uno y otro asistió), y se mofaron de los pedidos de impeachment que se acumulan en el Congreso, donde Arthur Lira, el presidente de la Cámara de Diputados, que sigue entendiéndose con el Presidente, se ocupa de que duerman el sueño de los justos ya que no el de los héroes, mientras una comisión investigativa del Senado investiga impertérrita cada acción y omisión de la administración Bolsonaro en la gestión de la pandemia.
  3. Los que hacen las leyes monopolizan los indultos. El partido de clasificación entre Argentina y Brasil para la Copa FIFA masculina 2022 fue suspendido, alegando que cuatro jugadores argentinos, que juegan en la Premier League británica, habían burlado las regulaciones brasileñas diseñadas para contener la pandemia que más muertes causó en Brasil que en el resto de Latinoamérica. En la política interna brasileña, esta decisión drástica despertó un entusiasmo imprevisto pero no desinteresado. En la oposición, se alzaron las voces que justificaron la severidad, aunque fuera desprolija en sus procedimientos, porque nada es mucho cuando de la salud del pueblo se trata. Al mismo tiempo, reclamaron ecuanimidad y estándares unificados al Ministerio de Salud y a las más altas autoridades sanitarias y denunciaron su intolerable parcialidad en el rigor. ¿Por qué no tratar también al presidente Bolsonaro, quien ha violado repetidamente las medidas de contención del Covid-19 que su propio gabinete propone y él dispone, como si fuera un jugador argentino más?.
  4. Orden y progreso. El Ejército brasileño, en cuyo escalafón militar Bolsonaro progresó hasta el grado de capitán, había combatido en Europa aliado al norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial, la última que EEUU ganó con soldados conscriptos. La derrota más cruel fue la del Imperio de Japón, que capituló después de las bombas atómicas que el presidente demócrata Harry Truman hizo arrojar en Hiroshima y Nagasaki para convertirse en un aliado de Washington y en una apática democracia parlamentaria aplanada por un único partido centrista, el Liberal Demócrata, desde 1945. El mismo que hoy remueve un político inconformista que espera quedarse con el gobierno. Taro Kono, el ministro de las vacunas y la reforma, que habla sin la lengua de madera burocrática, es hábil en las redes sociales e incómodo en las serias, adultas y no siempre limpias aguas de la vida política del Japón. En su cuenta japonesa de twitter Kono Taro (el apellido delante) tiene casi 2,4 millones de seguidores y su cuenta en inglés Taro Kono (el apellido detrás) tiene casi 50 mil. Desde esos púlpitos pop reprende a los funcionarios públicos por trabajar hasta altas horas de la madrugada y celebrar conferencias de prensa nocturnas.
  5. Ángela de la soledad, y de la desolación. En el otro país vencido cuando EEUU ganaba las guerras, Angela Merkel pronunció el que probablemente será su último discurso en el parlamento alemán. Fue su intervención más apasionada hasta el momento en la campaña electoral. Instó, suplicó, rogó, incluso argumentó, pero aparentemente no persuadió al electorado de la conveniencia de votar por Armin Laschet, el atribulado candidato de su partido, la Democracia Cristiana (CDU). La canciller, que dimitirá tras las elecciones federales del 26 de septiembre, advirtió de la desoladora posibilidad de que el Partido Socialdemócrata (SPD) y los Verdes gobiernen el país en coalición con el ultraizquierdista Die Linke –en alemán, simplemente La Izquierda-. Cada vez más sola, la estrella de Laschet se ha hundido dramáticamente en las últimas semanas, con una encuesta publicada el martes que pronostica que la CDU caerá por debajo del 20% por primera vez en la historia de la posguerra: los demócrata cristianos fueron, y todavía son, en Alemania lo que los liberal demócratas fueron, y también son todavía, en Japón. El SPD, encabezado en esta campaña por el vicecanciller y ministro de Finanzas, Olaf Scholz, lidera las encuestas con aproximadamente un 25 por ciento.
  6. Suicidio y castigoUnited for Global Mental Health es un grupo que pide la despenalización del suicidio. En Nigeria, es un delito que lleva a procesar y arrestar a los niños de hasta siete años por intentarlo. El suicidio sigue siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Cada año, mueren más personas como resultado del suicidio que el VIH, la malaria, el cáncer de mama o incluso la guerra. En 2019, más de 700.000 personas murieron por suicidio: una de cada 100 muertes. Por cada persona que muere, 20 más han intentado suicidarse. En las Islas Caimán, el suicidio fue despenalizado en diciembre de 2020 después de que una campaña destacara que solo el 5% de los niños y jóvenes en riesgo buscaban ayuda debido al estigma causado en parte por la misma criminalización del suicidio.
  7. No veo a mi mamá. Después de que el huracán Matthew devastó el sur de Haití en 2016, causando 546 muertes y ocasionando daños por U$S 2.8 mil millones, las organizaciones de DDHH vieron un marcado aumento en el número de menores sin compañía que se mudaron a Puerto Príncipe, la caótica capital de la media isla caribeña. Los riesgos que corren son innumerables. Y habrá cada vez más menores en la misma situación, que están mudándose a la ciudad, después del terremoto de este año. Las pandillas callejeras siempre están al acecho de reclutas jóvenes, mientras que los parientes lejanos muchas veces en vez de darles cuidado, hacen que trabajen, vendan cosas, mendiguen o se vendan en las calles. Las niñas corren un riesgo especial de sufrir violencia sexual.
  8. El Salvador, con dólar y con bitcoin. El presidente salvadoreño Nayib Bukele luce como nativo digital que sabe usar las redes desde antes que aprendiera el aspirante a premier japonés Taro Kono. Mira a su país, a la región, al continente y al mundo por los ojos que lleva en la mano, los de la pantalla de su Smart Phone. Este martes, gracias a una iniciativa que rápidamente se hizo ley por obra de la supermayoría única en América con cuenta el oficialismo en el Congreso, El Salvador se convirtió en el primer país del globo en darle curso legal a una criptomoneda. La Ley Bitcóin había sido sancionada en junio. Ahora El Salvador tiene dos monedas, ninguna propia: el dólar estadounidense y el bitcoin. Las personas que se descarguen la aplicación Chivo, un monedero de bitcóin ideado por el Gobierno para masificar el uso de la criptomoneda, tendrán un regalo de 30 dólares en bitcóin –se han destinado 30 millones de dólares a estas atenciones de fidelización personal. La medida busca atraer inversiones y crear un canal menos indiscreto y más rápido, menos costoso, y más invisible, para drenar hacia su patria las remesas de migrantes de El Salvador que trabajan en EEUU, un volumen que equivale a un tercio de economía nacional. Quienes critican la decisión, apuntan que también será indetectable el lavado de dinero y otros delitos que la criptomoneda podría facilitar. El primer día de circulación del bitcóin también se vio marcado por cinco protestas que salieron a las principales calles de San Salvador para repudiarla como forma de pago. Entre los grupos que protestaban, y por primera vez en El Salvador, decenas de jueces marcharon también para exigirle al Congreso derogar una reforma legal que cesa a los juzgadores de 60 años de vida o con carrera de 30 años.
  9. México tiene su Roe v. Wade. El nuevo fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México sienta un precedente en los derechos y libertades de la mujer en todo el país, la segunda nación católica de la faz de la Tierra, el del culto a la Tonantzin azteca y a la Inmaculada Concepción cristiana. La SCJN declaró este martes inconstitucional la penalización de las mujeres que abortan en la primera etapa del embarazo y reconoció su derecho a decidir si quieren ser madres o no. Para lograr esto, los ministros del pleno de la Corte invalidaron el artículo 196 del Código Penal del estado norteño de Coahuila, que imponía de uno a tres años de prisión “a la mujer que voluntariamente practique su aborto o a la persona que le hiciere abortar con el consentimiento”. Si bien la decisión revierte una normativa de Coahuila, por tratarse de un recurso de anticonstitucionalidad, su alcance es ya de aplicación general, debido a que sienta jurisprudencia en todo el país.
  10. La verde esperanza. Después de la segunda serie de reuniones, dos primeros acuerdos entre gobierno y oposición venezolanas. En México, bajo el auspicio mediador de Noruega, hicieron público un memorándum de entendimiento. El primer acuerdo simboliza la lucha unificada de la República Bolivariana para reclamar la Región del Esequibo, una zona de 159.500 kilómetros cuadrados, rica en recursos naturales y minerales, entre Venezuela y Guyana (la ex colonia británica), que ha sido centro de una pugna entre los dos países durante casi doscientos años. Como si el primer paso, en la República Argentina, para superar una grieta fuera que los dos bordes acordaran que la soberanía de las Islas Malvinas es argentina (y no británica). El segundo acuerdo, menos elevado pero más instrumental, atañe a “la protección social del pueblo venezolano”, principio doctrinario de Derecho Internacional que el gobierno de Nicolás Maduro invocará para recuperar activos que han sido congelados en el extranjero.

AGB

  1. Muerte, dónde está tu victoria. Desde la caída de la Torres Gemelas dos décadas atrás, los aviones no tripulados y demás ataques aéreos estadounidenses han matado al menos a 22 mil civiles. Aunque muy probablemente, a más: a 48 mil. Estos números surgen de un nuevo análisis publicado por el grupo de monitoreo de daños civiles Airwars. El estudio, que parte de las comunicaciones oficiales de las FFAA de EEUU sobre los casi 100 mil ataques aéreos ordenados y ejecutados desde 2001, representa un intento abarcativo para estimar el número de muertes que les llegaron desde el aire a las poblaciones civiles a lo largo de los múltiples conflictos que han jalonado la Guerra contra el Terror. Las cifras se dan a conocer cuando el presidente Biden promete poner fin a las “guerras para siempre”.
  2. Tumba, dónde está tu aguijón. En el Día de Brasil, el martes 7, miles de personas se reunieron en manifestaciones a favor de Jair Messias Bolsonaro; la oposición nacional y la crítica internacional alerta contra estos apoyos al presidente derechista vencedor en primera vuelta en las elecciones de 2018 como un peligro para la democracia. Las mayores marchas fueron en la capital política, Brasilia, y en la capital económica, São Paulo. Los índices de aprobación de Bolsonaro se han desplomado en los últimos meses debido a que las acusaciones de corrupción y la respuesta de su gobierno a la pandemia de Covid-19 y sus 600 mil muertes brasileñas. Las encuestas sugieren que casi dos tercios de los brasileños se oponen ahora a la presidencia de Bolsonaro y que el expresidente petista Luiz Inácio Lula da Silva lo derrotaría en las elecciones del próximo año. Pero Bolsonaro todavía disfruta de un apoyo sustancial, particularmente entre los cristianos evangélicos y en las zonas agrícolas centrales de Brasil y en el sur profundo. A pesar de todo, su aprobación no baja de un 32 por ciento: es su base, que la oposición anhela que sea también su techo. Las multitudes que lo aclaman fueron pacíficas en los actos y violentas en las palabras, añoraron la dictadura, pidieron un golpe militar, insultaron a la Justicia -a la que el propio Bolsonaro acusó de dictatorial y despótica en los dos actos (a uno y otro asistió), y se mofaron de los pedidos de impeachment que se acumulan en el Congreso, donde Arthur Lira, el presidente de la Cámara de Diputados, que sigue entendiéndose con el Presidente, se ocupa de que duerman el sueño de los justos ya que no el de los héroes, mientras una comisión investigativa del Senado investiga impertérrita cada acción y omisión de la administración Bolsonaro en la gestión de la pandemia.
  3. Los que hacen las leyes monopolizan los indultos. El partido de clasificación entre Argentina y Brasil para la Copa FIFA masculina 2022 fue suspendido, alegando que cuatro jugadores argentinos, que juegan en la Premier League británica, habían burlado las regulaciones brasileñas diseñadas para contener la pandemia que más muertes causó en Brasil que en el resto de Latinoamérica. En la política interna brasileña, esta decisión drástica despertó un entusiasmo imprevisto pero no desinteresado. En la oposición, se alzaron las voces que justificaron la severidad, aunque fuera desprolija en sus procedimientos, porque nada es mucho cuando de la salud del pueblo se trata. Al mismo tiempo, reclamaron ecuanimidad y estándares unificados al Ministerio de Salud y a las más altas autoridades sanitarias y denunciaron su intolerable parcialidad en el rigor. ¿Por qué no tratar también al presidente Bolsonaro, quien ha violado repetidamente las medidas de contención del Covid-19 que su propio gabinete propone y él dispone, como si fuera un jugador argentino más?.
  4. Orden y progreso. El Ejército brasileño, en cuyo escalafón militar Bolsonaro progresó hasta el grado de capitán, había combatido en Europa aliado al norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial, la última que EEUU ganó con soldados conscriptos. La derrota más cruel fue la del Imperio de Japón, que capituló después de las bombas atómicas que el presidente demócrata Harry Truman hizo arrojar en Hiroshima y Nagasaki para convertirse en un aliado de Washington y en una apática democracia parlamentaria aplanada por un único partido centrista, el Liberal Demócrata, desde 1945. El mismo que hoy remueve un político inconformista que espera quedarse con el gobierno. Taro Kono, el ministro de las vacunas y la reforma, que habla sin la lengua de madera burocrática, es hábil en las redes sociales e incómodo en las serias, adultas y no siempre limpias aguas de la vida política del Japón. En su cuenta japonesa de twitter Kono Taro (el apellido delante) tiene casi 2,4 millones de seguidores y su cuenta en inglés Taro Kono (el apellido detrás) tiene casi 50 mil. Desde esos púlpitos pop reprende a los funcionarios públicos por trabajar hasta altas horas de la madrugada y celebrar conferencias de prensa nocturnas.
  5. Ángela de la soledad, y de la desolación. En el otro país vencido cuando EEUU ganaba las guerras, Angela Merkel pronunció el que probablemente será su último discurso en el parlamento alemán. Fue su intervención más apasionada hasta el momento en la campaña electoral. Instó, suplicó, rogó, incluso argumentó, pero aparentemente no persuadió al electorado de la conveniencia de votar por Armin Laschet, el atribulado candidato de su partido, la Democracia Cristiana (CDU). La canciller, que dimitirá tras las elecciones federales del 26 de septiembre, advirtió de la desoladora posibilidad de que el Partido Socialdemócrata (SPD) y los Verdes gobiernen el país en coalición con el ultraizquierdista Die Linke –en alemán, simplemente La Izquierda-. Cada vez más sola, la estrella de Laschet se ha hundido dramáticamente en las últimas semanas, con una encuesta publicada el martes que pronostica que la CDU caerá por debajo del 20% por primera vez en la historia de la posguerra: los demócrata cristianos fueron, y todavía son, en Alemania lo que los liberal demócratas fueron, y también son todavía, en Japón. El SPD, encabezado en esta campaña por el vicecanciller y ministro de Finanzas, Olaf Scholz, lidera las encuestas con aproximadamente un 25 por ciento.
  6. Suicidio y castigoUnited for Global Mental Health es un grupo que pide la despenalización del suicidio. En Nigeria, es un delito que lleva a procesar y arrestar a los niños de hasta siete años por intentarlo. El suicidio sigue siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Cada año, mueren más personas como resultado del suicidio que el VIH, la malaria, el cáncer de mama o incluso la guerra. En 2019, más de 700.000 personas murieron por suicidio: una de cada 100 muertes. Por cada persona que muere, 20 más han intentado suicidarse. En las Islas Caimán, el suicidio fue despenalizado en diciembre de 2020 después de que una campaña destacara que solo el 5% de los niños y jóvenes en riesgo buscaban ayuda debido al estigma causado en parte por la misma criminalización del suicidio.
  7. No veo a mi mamá. Después de que el huracán Matthew devastó el sur de Haití en 2016, causando 546 muertes y ocasionando daños por U$S 2.8 mil millones, las organizaciones de DDHH vieron un marcado aumento en el número de menores sin compañía que se mudaron a Puerto Príncipe, la caótica capital de la media isla caribeña. Los riesgos que corren son innumerables. Y habrá cada vez más menores en la misma situación, que están mudándose a la ciudad, después del terremoto de este año. Las pandillas callejeras siempre están al acecho de reclutas jóvenes, mientras que los parientes lejanos muchas veces en vez de darles cuidado, hacen que trabajen, vendan cosas, mendiguen o se vendan en las calles. Las niñas corren un riesgo especial de sufrir violencia sexual.
  8. El Salvador, con dólar y con bitcoin. El presidente salvadoreño Nayib Bukele luce como nativo digital que sabe usar las redes desde antes que aprendiera el aspirante a premier japonés Taro Kono. Mira a su país, a la región, al continente y al mundo por los ojos que lleva en la mano, los de la pantalla de su Smart Phone. Este martes, gracias a una iniciativa que rápidamente se hizo ley por obra de la supermayoría única en América con cuenta el oficialismo en el Congreso, El Salvador se convirtió en el primer país del globo en darle curso legal a una criptomoneda. La Ley Bitcóin había sido sancionada en junio. Ahora El Salvador tiene dos monedas, ninguna propia: el dólar estadounidense y el bitcoin. Las personas que se descarguen la aplicación Chivo, un monedero de bitcóin ideado por el Gobierno para masificar el uso de la criptomoneda, tendrán un regalo de 30 dólares en bitcóin –se han destinado 30 millones de dólares a estas atenciones de fidelización personal. La medida busca atraer inversiones y crear un canal menos indiscreto y más rápido, menos costoso, y más invisible, para drenar hacia su patria las remesas de migrantes de El Salvador que trabajan en EEUU, un volumen que equivale a un tercio de economía nacional. Quienes critican la decisión, apuntan que también será indetectable el lavado de dinero y otros delitos que la criptomoneda podría facilitar. El primer día de circulación del bitcóin también se vio marcado por cinco protestas que salieron a las principales calles de San Salvador para repudiarla como forma de pago. Entre los grupos que protestaban, y por primera vez en El Salvador, decenas de jueces marcharon también para exigirle al Congreso derogar una reforma legal que cesa a los juzgadores de 60 años de vida o con carrera de 30 años.
  9. México tiene su Roe v. Wade. El nuevo fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México sienta un precedente en los derechos y libertades de la mujer en todo el país, la segunda nación católica de la faz de la Tierra, el del culto a la Tonantzin azteca y a la Inmaculada Concepción cristiana. La SCJN declaró este martes inconstitucional la penalización de las mujeres que abortan en la primera etapa del embarazo y reconoció su derecho a decidir si quieren ser madres o no. Para lograr esto, los ministros del pleno de la Corte invalidaron el artículo 196 del Código Penal del estado norteño de Coahuila, que imponía de uno a tres años de prisión “a la mujer que voluntariamente practique su aborto o a la persona que le hiciere abortar con el consentimiento”. Si bien la decisión revierte una normativa de Coahuila, por tratarse de un recurso de anticonstitucionalidad, su alcance es ya de aplicación general, debido a que sienta jurisprudencia en todo el país.
  10. La verde esperanza. Después de la segunda serie de reuniones, dos primeros acuerdos entre gobierno y oposición venezolanas. En México, bajo el auspicio mediador de Noruega, hicieron público un memorándum de entendimiento. El primer acuerdo simboliza la lucha unificada de la República Bolivariana para reclamar la Región del Esequibo, una zona de 159.500 kilómetros cuadrados, rica en recursos naturales y minerales, entre Venezuela y Guyana (la ex colonia británica), que ha sido centro de una pugna entre los dos países durante casi doscientos años. Como si el primer paso, en la República Argentina, para superar una grieta fuera que los dos bordes acordaran que la soberanía de las Islas Malvinas es argentina (y no británica). El segundo acuerdo, menos elevado pero más instrumental, atañe a “la protección social del pueblo venezolano”, principio doctrinario de Derecho Internacional que el gobierno de Nicolás Maduro invocará para recuperar activos que han sido congelados en el extranjero.

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