Para qué sirven las novelas, la palabra del año
Tengo tanto que decir/las palabras me hacen torpe. Daniel Melero
Uno. No sé si es aceleración, ansiedad, despiste o una combinación de todo (en cualquier caso, y citando a Marco Antonio Solís como hacemos con unas amigas cuando nos sentimos especialmente desfasadas de eso que se supone que es el tiempo: “el ritmo de la vida me parece mal”). La cosa es que los grandes diccionarios del mundo ya empezaron a anunciar cuál fue para cada uno de ellos la palabra del año. Esto pasaba generalmente en diciembre, como les conté alguna vez, pero acá estamos, en este frenesí un poco impostado y bastante ñoño. El que hizo punta fue el diccionario Collins, de origen escocés, que eligió el término brat como la palabra de 2024. “Brat es el nombre del exitoso sexto álbum de la cantante británica Charli XCX y el término expresa ‘actitud segura, independiente y hedonista’”, explicaron. Es curioso porque se trata de un término que pegó la vuelta: antes era peyorativo y refería a una actitud un poco molesta o hincha. Otros que se apuraron con el anuncio fueron los del diccionario de Cambridge. En este caso, también con una excusa musical, el término elegido fue manifestar. Pero ojo, como aclaran desde Cambridge, la palabra tiene un uso particular. “Popularizada por celebridades como la cantante Dua Lipa, ‘manifestar’ se refiere a la práctica de usar ‘métodos como la visualización y la afirmación para ayudarte a imaginar lograr algo que deseas, con la creencia de que hacerlo provocará que sea más probable que suceda’”, aseguró uno de los editores del diccionario británico. Por supuesto que no usé ninguna de las palabras elegidas, que me resultaron curiosas en un año álgido (veo una línea un poco esotérica por ahí, pero habrá que esperar al resto, en especial a los diccionarios en español, para pensar qué vienen a decir –o no– cada una de ellas) y que, claro, imaginaba una selección más punzante. La cinchada más o menos de siempre: lo que hacemos de este siglo, lo que este siglo hace de nosotros.
Dos. Lejos de las palabras rutilantes, de este o de cualquier año, la película que más me enganchó por estos días tiene a una protagonista que casi no habla. La subió Mubi a su plataforma y se llama Sometimes I Think About Dying (acá eligieron un título espantoso: La vida soñada de Miss Fran). Interpretada por Daisy Ridley (seguro alguno la ubica como Rey de la trilogía de Star Wars), Fran es una joven solitaria que trabaja en una oficina desangelada en un pueblo portuario de los Estados Unidos. Quizá porque a ella también el ritmo de la vida le parezca mal, quizá porque se le escabullen las palabras en medio de un ámbito ruidoso o porque algún tipo de angustia la lleve temporariamente a callar, se mueve en silencio entre la grisura del lugar –adentro y afuera: todo plomizo– y sus rutinas. Lo que no quiere decir, ejem, que Fran no tenga nada para decir. El universo de lo previsible, ese rincón mullido donde parecieran reposar algunos trabajos y algunas vidas supuestamente controladas, se trastoca cuando entra alguien nuevo a la oficina. Se llama Robert y un buen día le hace a Fran una consulta laboral por el sistema de chat interno del lugar. Hecha la red, hecho el anzuelo: el chico nuevo y la chica que no habla, esa que pareciera alojar todos los silencios del mundo en su cuerpo, empiezan a compartir una correspondencia que los llevará a esa intimidad chispeante del mensaje escrito; ese intercambio siempre encantador donde se cruzan el ingenio, la chanza y, claro, el flirteo. Las palabras, muy de a poco, brotan, pero lo hacen con la forma particular y difusa que van encontrando cada vez. Como si dijeran mientras se apagan, como si vinieran a decir para apagarse. La cinchada, una vez más y en clave amorosa: lo que hacemos con las palabras, lo que las palabras hacen de nosotros.
Tres. Un grupo de amigas de treinta y pico –sospecho– debate en la mesa de al lado del bar al que suelo ir a leer. Hablan de una reacción. Pero, como pasa con las palabras del año de los diccionarios, el uso del término le escapa a la primera intuición: se refieren a Instagram y a los emojis que un chico le deja en privado a una de ellas (de paso: quien ante sus amistades no se haya convertido –con alguna dosis de imprudencia– en una especie de exégeta express de mensajes en las redes que tire la primera piedra o, bueno, que lance la primera llama dibujada). Intentan descifrar qué le quiere decir esta persona y cuál debería ser la respuesta de ella ante esos mensajes mudos y al mismo tiempo elocuentes. La charla deriva en corazones, fuegos cruzados y risas, mientras me quedo pensando en todas las formas que nos inventamos para raspar códigos que vienen fallados de antemano, en que decir es siempre decir a medias y en ese ritmo de la vida, roto y alejado de cualquier diccionario, que ofrecen las redes. (Por si se quedan con ganas de saber cómo siguió la historia: la destinataria, no muy convencida, decidió que no va a responder por un tiempo para ver si cambia su suerte. La cinchada, en su versión final: lo que hacemos con el silencio, lo que el silencio hace de nosotros).
Empieza por acá una nueva edición de Mil Lianas. Esta vez con un coro de gente, entre la que me incluyo, que canta tengo tanto que decir, las palabras me hacen torpe, como Daniel Melero.
1. ¿Para qué sirve leer novelas? Narrativas del presente y capitalismo, de Alejandra Laera. De diarios de escritores con apuros económicos a novelas recientes donde el anarquismo aparece de fondo con fuerza. De futuros imaginados que se proyectan desde organizaciones sociales novedosas, a historias donde se superponen créditos, dólares, hipotecas, trabajos precarios. A partir de una deslumbrante selección de novelas publicadas entre 2007 y 2020, la investigadora, crítica cultural y docente Alejandra Laera se propone pensar qué tiene para decir la literatura contemporánea argentina en medio de lo que ella misma denomina una crisis del modelo capitalista “que deja de ser coyuntural para ser vivida como un estado endémico”.
Lo hace con lucidez, en estado de pregunta punzante, en su libro ¿Para qué sirve leer novelas? Narrativas del presente y capitalismo (Fondo de Cultura Económica, 2024), donde, aparecen, organizadas alrededor del dinero, el trabajo y el tiempo, hipótesis de lectura sobre textos recientes de autores y autoras tan diversos como Ricardo Piglia, María Sonia Cristoff, Sergio Bizzio, Samanta Schweblin, Juan José Becerra y Rosario Bléfari, entre otros y otras.
Tuve la oportunidad de entrevistar a la autora hace unas semanas. Desde ese encuentro hasta que finalmente salió la nota, algunas noticias recientes hicieron resonar con más fuerza la pregunta de la que parte este excelente ensayo. Pueden leer la entrevista y conocer más sobre el libro en este enlace.
El ensayo ¿Para qué sirve leer novelas? Narrativas del presente y capitalismo, de Alejandra Laera, salió por Fondo de Cultura Económica. Más información, en esta entrevista con la autora.
2. Alemania, de María Zanetti. Un notición: Alemania de la cineasta María Zanetti, sin dudas una de las mejores películas de este año, se puede ver en formato hogareño desde hoy a través de la plataforma Max (pueden leer más sobre este largometraje por acá). El lanzamiento forma parte de un ciclo de películas notables argentinas que la plataforma armó para darle “visibilidad a voces emergentes y narrativas del país que recorrieron el mundo”.
“Cada semana, los espectadores podrán disfrutar de producciones que destacan el talento argentino, así como de relatos que reflejan la cultura y la identidad de nuestro país. Esta selección no solo funciona como un apoyo a la industria cinematográfica nacional, sino que también invita a explorar historias más cercanas, que conectan con la realidad”, señalaron desde Max en un comunicado.
Además de Alemania, llegarán a la plataforma Natalia Natalia (desde el 22 de noviembre, con guión y dirección de Juan Bautista Stagnaro), Arturo a los 30 (de Martín Shanly, disponible a partir del 29 de noviembre), Trenque Lauquen (con dirección de Laura Citarella, desde el 6 de diciembre), Rojo (desde el 13 de diciembre, dirigida por Benjamín Naishtat) y Los delincuentes (de Rodrigo Moreno, a partir del 20 de diciembre).
Alemania, de María Zanetti, se puede ver en Max. Más sobre la película, en este enlace.
3. Premio Fundación Medifé Filba. Finalmente se conoció por estas horas la noticia: la novela Las niñas del naranjel (Penguin Random House, 2023) de la escritora argentina Gabriela Cabezón Cámara, fue la ganadora del Premio Fundación Medifé Filba que se entrega todos los años para distinguir lo mejor de la literatura nacional.
El libro, que acaba de ganar también el premio internacional Sor Juana Inés de la Cruz, que será entregado a su autora en la Feria del Libro de Guadalajara en diciembre, fue señalado por el jurado del premio argentino como una publicación que se convirtió en “un clásico desobediente”. Pueden leer más sobre esto por acá.
Un recordatorio: en 2023 entrevisté a la escritora para hablar de este libro y de algunos asuntos alrededor de la escritura. Pueden encontrar la nota en este enlace.
Las niñas del naranjel, de Gabriela Cabezón Cámara, salió por Penguin Random House. Más sobre el libro, en este enlace.
Apostilla. Este sábado, a partir de las 10, un grupo de escritores y escritoras se autoconvocó para leer en un teatro porteño una serie de libros cuestionados desde el gobierno nacional. Pueden leer sobre esta iniciativa por acá. A quienes se acerquen: ¡ahí nos vemos!
Apostilla II. Arrancó una edición muy particular del Festival de Cine de Mar del Plata mientras que en paralelo se lleva adelante en esa misma ciudad Contracampo, la iniciativa de un grupo autoconvocado de directores, productores, críticos y técnicos del cine argentino que no solo declinaron participar de esta edición de la muestra oficial sino que conciben ese espacio como un lugar de protesta contra la actual gestión del INCAA, así como un ámbito para el debate y la reflexión sobre la crisis del sector audiovisual. Para quienes estén por allá o para quienes tengan ganas de saber lo que está ocurriendo, Diego Batlle está haciendo una cobertura especial de todo esto para elDiarioAR. Pueden seguir sus notas por acá.
Banda sonora. Hace unas semanas hablamos del libro Faster, de Eduardo Berti (encuentran por acá una referencia en el comienzo de esa entrega de Mil lianas y más abajo una reseña un poco más formal del libro, que es precioso). Esta semana Berti anunció que para acompañar la publicación armó una playlist con canciones que de alguna manera suenan al recorrer las páginas de Faster (es muy linda, se oye por acá). Por supuesto que está George Harrison, por el tema que le da título al libro, pero también aparecen Caetano Veloso, Los Shakers y Nancy Sinatra, entre muchos otros. Trafiqué algunas de esas canciones elegidas por el autor para esta banda sonora semanal. Se escucha, como siempre, por acá.
Ya que estamos en territorio beatle: hace unas semanas les conté que entre las novedades que llegan a las plataformas de streaming este mes se lanza el documental Beatles ‘64, un documental producido por Martin Scorsese y dirigido por David Tedeschi que estará disponible en Disney + a partir del 29 de noviembre. “La película registra el electrizante momento en el que The Beatles visitaron Estados Unidos por primera vez. Con imágenes nunca vistas de la banda y de los grupos de jóvenes fans que ayudaron a impulsar su fama, la película ofrece la inusual oportunidad de ver el momento en el que se convirtieron en la banda más influyente y querida de todos los tiempos”, dijeron los productores en un comunicado. Por estas horas revelaron el tráiler del documental, se los dejo a mano.
Bonus track. Por estos días se lanzó la segunda tanda de entrevistas que impulsa la Feria de Editores de Buenos Aires bajo el título Editorxs tomando vermú a pie. Parodiando el título Comedians in Cars Getting Coffee, la creación de Jerry Seinfeld, cada entrega ofrece una conversación alrededor de los libros, el trabajo de las editoriales independientes y la lectura que pueden ver en el canal de YouTube de la FED. La primera entrega de este año tiene como protagonistas a Diego Rey del sello Hotel de las ideas y a Víctor Malumián, de Ediciones Godot. Pueden ver más, por acá.
Bonus track II. Un recordatorio, por si se les pasó la semana pasada. Este sábado 23 de noviembre más de 60 librerías independientes de todo el país llevarán adelante un día repleto de actividades especiales con la intención de visibilizar esos espacios como promotores de lecturas. La iniciativa Un día con las librerías independientes es promovida por la Cámara Argentina de Librerías Independientes (CALI). Durante toda esa jornada, las librerías y los libreros convocarán a los lectores “con charlas, lecturas, presentaciones, talleres, encuentros, intervenciones, música, mateadas y brindis” en sus locales. Pueden leer un poco más sobre este proyecto y sobre los participantes en este enlace.
¡Hasta la próxima!
Mil lianas en un newsletter de elDiarioAR. Para recibirlo por correo electrónico cada viernes pueden suscribirse por acá.
0