El blog de la redacción de elDiarioAR
Frases
“Las fuerzas del Estado cometieron excesos”. El primer debate presidencial promediaba entre acusaciones tibias y alguna que otra chicana por el yate en Marbella o la falta de un plan para combatir la inflación cuando el candidato de la Libertad Avanza, Javier Milei, pronunció la frase. Para los que tenemos cierta edad, la palabra “excesos” produce cierto frío en la espalda, el recuerdo de una etapa oscura de la Argentina en la que las víctimas debían dar explicaciones por las atrocidades sufridas. Una etapa limpiada a puro baldazos de democracia, con decenas de jueces y en decenas de juicios que, como el de 1985 contra las Juntas Militares, dejaron en claro que no, no hubo “excesos” ni se trató de una “guerra”, sino de una plan sistemático para borrar cualquier vestigio de oposición a la dictadura.
En elDiarioAR no nos resulta indiferente que un candidato presidencial, y mucho mas si es quien tuvo el honor de haber sido el mas votado, vuelva con discusiones que saldadas por la sociedad y la justicia décadas atrás. Milei utilizó los mismos argumentos que las Juntas Militares para intentar evitar ser juzgadas. Y con estas frases deja en claro su postura negacionista que hasta ahora estaba a cargo de su compañera de fórmula, Victoria Villaruel. El mismo domingo del debate, escribimos una nota para destacar los dichos del candidato. Al día siguiente, fue Mauricio Caminos quien se ocupo de indagar que implica ese viraje en la postura del candidato de LLA. “Milei deja de ser un negacionista y pasa a ser un reivindicador”, explica allí el constitucionalista Andrés Gil Dominguez.
En la edición de este domingo escribe Miriam Lewin. Periodista y escritora fue secuestrada y torturada cuando tenía 19 años. Permaneció en cautiverio desde 1976 hasta 1979. Estuvo detenida en los centros clandestinos de Virrey Cevallos y la ESMA. Amenazada durante el regreso a la democracia, se subió al estrado para dar su testimonio en el Juicio a las Juntas. “ No hay debate posible sobre los crímenes de lesa humanidad. No está pendiente una verdad completa. Se expidió la justicia, desde el juicio a las juntas hasta el presente, en múltiples oportunidades”, escribe en su columna en elDiarioAR.
Es dificil saber hasta donde llegará y como cristalizará este discurso, pero si es cierto que sus consecuencias son palpables. La irrupción de Milei en la escena política ya produjo un corrimiento. Quizás el caso más obvio sea el de Patricia Bullrich. La candidata de Juntos por el Cambio respondió a las acusaciones de “montonera” como una pasión juvenil pero enseguida dijo, casi con los mismos argumentos que Villaruel, que si llegaba a presidenta estaba dispuesta indemnizar a las víctimas civiles y militares del ataque de Montoneros al Regimiento de Infantería 29 de Monte, en Formosa, de 1975.
Sebastián Lacunza retoma esta idea en su panorama de hoy y describe como fueron tomando cuerpo las frases en las que “aniquilar”, “desterrar” o “destruir” al Kirchnerismo se transformaron en la razón de ser de la candidata de Juntos por el Cambio, de la misma manera en que reivindicar las represiones en las que resultaron muertos Santiago Maldonado o Rafael Nahuel pueden ser una buena “estrategia de campaña”.
En medio del escándalo de las tarjetas de débito de “Chocolate” Rigau y la explosión que en el oficialismo provocaron las impúdicas apariciones del Martín Isaurralde en Marbella, hubo espacio poner la lupa sobre la avanzada negacionista.
Hoy la seguridad ocupará buena parte de la discusión entre los candidatos en este segundo debate presidencial. Es un tema sensible, que nos preocupa a todos y en el que los candidatos despliegan toda su artillería para captar votos. También discutirán sobre medio ambiente y políticas de trabajo. Sin embargo, no tendremos oportunidad de saber cuáles son sus propuestas en materia de salud ni de relaciones exteriores. No fueron incluidas en la agenda para debatir. No sabremos entonces que opinan sobre la noticia que desde ayer nos tiene en shock, la guerra entre Israel y Hamas, el mayor conflicto armado de los últimos 50 años.
No es un hecho lejano. Argentina sufrió dos atentados terroristas gravísimos que tuvieron como objetivo a la comunidad judía. Ambos siguen aún sin resolverse.
Lo ocurrido en Israel nos obligó a modificar la portada del sábado, el día en que solemos tomarnos un respiro de los temas de agenda. Claudia Regina Martínez escribió sobre un tema recurrente para las mujeres, la maternidad, el paso del tiempo y la falta de información. Gabriel Tuñez nos advirtió sobre la gravedad del cambio climático y como poco a poco los océanos se van convirtiendo en un inmenso jacuzzi. Y Nicolás Canedo vuelve a explicarnos el mundo a través de los memes, esta vez el romance inventado entre Myriam Bergman y Javier Milei.
Dos semanas atrás, durante nuestra habitual reunión de sumario de los miércoles, Agustina Larrea nos dijo, “tengo una buena historia”. Si hay frases que producen frío en la espalda, hay otras que dan calor al alma. En una redacción “tengo una buena historia”, es una de esas últimas. “El veterano de Malvinas que sobrevivió al hundimiento del Belgrano, pasó 41 horas en una balsa sobre aguas heladas y cuenta su vida en el teatro”, es la historia de Rubén Otero. Pero es la historia de Rubén Otero contada con la sutileza de Agustina Larrea, con la fascinación de quien sabe que efectivamente, tiene una buena historia para contar.
Ojala que la disfruten tanto como yo al editarla. Si te gustan las historias que calientan el alma, y sí como nosotros, crees que hay frases que dan frío en la espalda y no se pueden dejar pasar como un slogan más de campaña, te invitamos a que apoyes al periodismo independiente.
MG
“Las fuerzas del Estado cometieron excesos”. El primer debate presidencial promediaba entre acusaciones tibias y alguna que otra chicana por el yate en Marbella o la falta de un plan para combatir la inflación cuando el candidato de la Libertad Avanza, Javier Milei, pronunció la frase. Para los que tenemos cierta edad, la palabra “excesos” produce cierto frío en la espalda, el recuerdo de una etapa oscura de la Argentina en la que las víctimas debían dar explicaciones por las atrocidades sufridas. Una etapa limpiada a puro baldazos de democracia, con decenas de jueces y en decenas de juicios que, como el de 1985 contra las Juntas Militares, dejaron en claro que no, no hubo “excesos” ni se trató de una “guerra”, sino de una plan sistemático para borrar cualquier vestigio de oposición a la dictadura.
En elDiarioAR no nos resulta indiferente que un candidato presidencial, y mucho mas si es quien tuvo el honor de haber sido el mas votado, vuelva con discusiones que saldadas por la sociedad y la justicia décadas atrás. Milei utilizó los mismos argumentos que las Juntas Militares para intentar evitar ser juzgadas. Y con estas frases deja en claro su postura negacionista que hasta ahora estaba a cargo de su compañera de fórmula, Victoria Villaruel. El mismo domingo del debate, escribimos una nota para destacar los dichos del candidato. Al día siguiente, fue Mauricio Caminos quien se ocupo de indagar que implica ese viraje en la postura del candidato de LLA. “Milei deja de ser un negacionista y pasa a ser un reivindicador”, explica allí el constitucionalista Andrés Gil Dominguez.