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Peter Rock: “Creo que mis libros son mucho más inteligentes que yo”

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Descubrí a Peter Rock cuando tradujeron Mi abandono (Ediciones Godot, 2019) y quedé atrapada con las atmósferas que genera. Desde que lo leí me quedaron dando vuelta muchos temas y charlar con este autor estadounidense era una gran oportunidad. “Mucho de lo que hago como escritor es algo parecido a lo que hacen los niños. Solo estoy soñando despierto y jugando, e imaginando posibilidades”, me dijo en la conversación que tuvimos por zoom, en la que hablamos también sobre Klickitat (Ediciones Godot, 2021), elegido en julio como el libro del mes por Pez Banana.

En tus libros hay una real preocupación por la ecología. Es así, ¿no? 

Creo que mis libros son mucho más inteligentes que yo. Son el resultado de muchísimo estudio, planeamiento y estrategia. Pero probablemente revelen cosas de mí. La ecología, por ejemplo. Algunas de las preguntas fundamentales para mí son: ¿cómo vivimos? ¿Cómo terminamos en esta situación? ¿Cuál es nuestra relación con quienes éramos antes? ¿Cuál es nuestra relación con los animales? ¿Cómo podemos respetar el lugar en el que vivimos? ¿Y por qué no lo hacemos?

Intento no ser didáctico. Nunca tengo una lección en mente cuando doy clases. Enseño mucho a Julio Cortázar, que es uno de mis escritores favoritos. En algún texto dice que la historia no tiene un mensaje o una intención esencial. La gente a menudo se me acerca y me cuenta lo que significó algo que leyeron en mis libros o cómo entendieron un tema y en general está bastante lejos de lo que pienso cuando escribo. Solo intento estar dentro de la historia, entender lo que está en juego para los personajes y contarlo desde su punto de vista. Estos libros son exploraciones de “¿cómo sería si no viviéramos dentro del sistema?”. O “¿cómo sería si no aceptamos las condiciones con las que nacemos: vivir en estas estructuras y dar por sentado tener luz, agua y todo lo demás?”.

En Klickitat hay un personaje importante llamado Henry. ¿Eso tiene algo que ver con ese pensamiento?

No conscientemente. Puede que tenga algo que ver con Henry Higgins, que es un personaje de un cuento infantil escrito por Beverly Cleary. Vengo pensando mucho en Henry, porque en el libro que estoy escribiendo ahora está muy presente. Hay un libro que quise escribir durante algunos años, que es la historia de Henry y su gente, y de dónde viene cuando llega al mundo de Klickitat.

Qué bueno, porque no sabemos nada sobre él. Cuesta confiar en el personaje. No se sabe mucho sobre él. Nunca llegás a entender cuáles son sus intenciones. Y me gusta su complejidad. 

Estoy de acuerdo, y no sé cuánto se explicará. Yo pienso que Henry tiene un carácter muy incómodo, porque todo el tiempo está sugiriendo que deberían vivir de manera diferente a como lo hacen. Y, como gente civilizada, sospechamos de él. No es fácil de entender y a la vez parece un poco peligroso y siniestro. Cuando escribí el libro, siempre pensé en que Henry tenía intenciones bastante buenas, que no era un personaje malévolo. En años recientes, hay cineastas que están trabajando para hacer la película de Klickitat y cuando leí su adaptación veo que Henry se convirtió en un personaje malvado. Y me di cuenta de que Henry me perturbó, pero no creo que sus intenciones sean malas. 

Para mí fue un sentimiento dual todo el tiempo. No sabía qué hacer con eso. No es solo maldad. Pero, ¿de dónde viene él? ¿Por qué está haciendo eso? ¿Es conveniente? ¿Está absolutamente comprometido con lo que dice? Estoy tratando de no spoilear el libro. Pero ese fue un sentimiento, y si estás escribiendo sobre él me da alegría porque sabremos un poco más. Hay una mención en la novela de Tom Brown Jr. Nunca había oído hablar de él.

Me fascina Tom Brown. Escribí un libro que se va a traducir en Argentina llamado The Shelter Cycle. La historia se basa en una historia real de una iglesia que creía que el mundo se acabaría. Y construyeron refugios bajo tierra en el Estado de Montana. Y fui y entrevisté a muchas personas de esta iglesia y muchas de ellas habían trabajado en el aprendizaje de habilidades de supervivencia y habían ido a trabajar con Tom Brown, y Tom Brown todavía tiene sus escuelas de técnicas de supervivencia. Por un lado,  está lleno de sabiduría y de respeto por el medio ambiente, pero su historia de fondo es muy confusa. Afirma que muchas de las cosas que le enseñaron las aprendió de un nativo americano llamado Abuelo. Pero después de investigar, parece que tal vez gran parte de su pasado es ficticio. 

Pensé en Castaneda. Hay muchas películas y libros en Estados Unidos sobre caminar por la naturaleza. También sobre la experiencia y las pistas que podés encontrar en  los mapas. ¿Por qué crees que pasa esto?

No estoy seguro y no sé si es específico de los Estados Unidos, pero creo que mucho de lo que veo que está sucediendo en el mundo parece ser un reflejo de algo que está sucediendo dentro de nosotros. Creo que la pandemia puso en relevancia la idea de supervivencia: la preparación, la recolección. Es una forma de combatir la ansiedad de una manera muy física, y te hace sentir como si estuvieras logrando algo, creo que hay un poco de paradoja porque salir de viaje o caminar por el desierto siguiendo un largo camino es una especie de representación física de una necesidad psicológica o emocional. Te saca de tu zona de confort. Al mismo tiempo, tiene beneficios, puede ser sorprendente. Y eso es lo que sucede cuando llegamos más allá de donde habitualmente estamos. Soy un nadador de aguas abiertas. Nado en ríos y en el mar. Lo hago en parte por razones físicas, pero también por razones psíquicas, porque me olvido dónde estoy,  quién soy. Sé lo que está en juego todo el tiempo. No me distraigo. Estoy tratando de no ahogarme. Y creo que parte de salir al desierto es simplemente tener un poco más de lo que está en juego desde lo físico, lo que tiene un efecto interesante en cómo nos sentimos. 

Eso pasa cuando Henry y Vivian están en ese lugar en el que no pueden encender las luces ni usar nada que tenga que ver con la sociedad. También cortando todo lo que tenga que ver con sus vidas, incluidos padres o hermanos y hermanas, como si fuera la única forma de empezar una nueva vida. Al mismo tiempo, por ejemplo, las dos chicas, Audra y Vivian, parecen ya separadas de sus padres aun viviendo con ellos.

Creo que eso es cierto. Cuando estaba escribiendo Mi abandono y trabajando el personaje del padre, releí a Emerson y a estos trascendentalistas estadounidenses que amaba cuando estaba en la universidad. La forma en la que escriben es muy revolucionaria y muy humana a la vez. Usan un tono bastante paranoico y opuesto a la civilización. En muchos libros geniales, así como en muchos infantiles hay ausencia de padres. Creo que para los niños es emocionante leer libros en los que sus pares tienen más responsabilidades y están empoderados para tomar grandes decisiones. Tengo dos hijas de 12 y 14 años. Puedo ver mi ansiedad por la paternidad en estos libros o mi ansiedad por no tener las respuestas o ser expulsado de alguna manera o ser abandonado por mis hijos. Y así, de alguna manera, Klickitat es como mi peor pesadilla. 

¿Este libro era tu primer intento de escribir un libro infantil o literatura adolescente?

Te diría que fallé, no al escribir Klickitat, pero al suponer que me iba a salir para  niños, lo empecé con esa idea y creo que hay aspectos que se superponen con alguna literatura para jóvenes. Una forma sencilla de distinguir entre los libros para niños y  para adultos es que los infantiles tienen como objetivo que los chicos se duerman. Todo está explicado, todo tiene un final feliz, y un libro para adultos te mantiene despierto. Tuve la idea errada de que podía escribir para jóvenes. Y creo que esto es típico de muchos escritores literarios que conozco. Cuando se reúnen, dicen cosas mientras beben como: “Yo voy a escribir un thriller, o voy a escribir a una novela de detectives, y vamos a ganar algo de dinero”. Pero la verdad es que esas cosas son difíciles de escribir. Están escritas por personas que tienen un conjunto específico de habilidades. No hay demasiados escritores que puedan escribir con éxito en muchos géneros diferentes.

Nunca pensé mientras lo leía que estaba destinado a jóvenes. Pero tiene sentido lo que decís. Hay un giro al final, que es el protagonista del texto, pero nunca se explica. Y da esta idea de un  halo sobrenatural. O también podría tratarse de  problemas psicológicos.

Sí, creo que es una línea muy fina. Vivian está siendo medicada y los lectores no están muy seguros de qué está pasando con ella. Nunca hay un diagnóstico. Parece estar abrumada en diferentes momentos o estar recibiendo información que otras personas no . Y era importante para mí no ponerle un nombre, no explicar lo que le estaba pasando  y mantenerlo sin explicación. Ella tiene un cuaderno en el que deja una página en blanco y  al día siguiente aparece una escritura extraña. La cuestión es de dónde viene esa escritura. Es algo muy misterioso, mágico y difícil de precisar. Y mi esperanza, mi sensación era que estaba proporcionando una especie de atmósfera, de neblina, un halo, de que hay muchas cosas a nuestro alrededor que no se pueden explicar. Y creo que cuanto más envejecemos, más eliminamos esa sensación de asombro.

Eso es lo que le preocupaba tanto a Audra. Creen que tiene que ver con la magia. Es una referencia muy simple todo el tiempo en Mi abandono, en el sentido de que estamos buscando este lugar donde solía vivir con un padre y luego desaparecieron. ¿Planeabas que estuviera conectado?

En estos libros, sentí que Caroline en Mi abandono estaba pasando de vivir afuera hacia adentro de la civilización. Y estas chicas de Klickitat, Audra y Vivian, están haciendo lo contrario. 

Cuando leí Mi abandono también encontré, como esta conexión que te estaba preguntando previamente, esto de las chicas que buscan alejarse no solo de la civilización sino del confinamiento. No sé si esa es una de las ideas o si esas chicas querían una vida diferente. 

Estaba pensando en la llamada de la naturaleza, la llamada de lo salvaje. Por otro lado, la naturaleza del consumismo, o de identificarse con lo que uno tiene, es, creo, muy estadounidense. Intentar deshacerse de eso es una gran cosa. Y eso se ve exacerbado y acelerado por la tecnología. Al mismo tiempo,  huir de un mundo que es confortable tiene consecuencias, es muy peligroso.

La naturaleza es un personaje en tus libros y lo estoy conectando con lo que acabás de decir sobre estar listo o no y tener la receta para sobrevivir. Somos humanos. Quiero decir, no es fácil para nosotros estar en la naturaleza.

Un personaje, en un libro o en la vida, tiene su propia idea de lo que lo motiva, qué tipo de persona es, qué quiere, qué tiene para ofrecer, etc. Pero eso suele estar bastante alejado de lo que realmente está sucediendo con esa persona o dentro de esa persona. No quiero que suene como si la naturaleza solo prohibiera y castigara, pero no es la cálida respuesta de bienvenida que muchos de estos personajes creen que es. Así que es una especie de huida de un tipo de malestar a otro tipo de desafío.

Repetís la palabra refugio.

Es una gran palabra como para pensar mucho en ella. Para mí el refugio es lo que hace posible la vida. Y estos personajes es como si dijeran: “no lo necesito”. Pero en cuanto lo abandonan, se dan cuenta de cuánto lo necesitaban. También hablo mucho y escribo mucho sobre la palabra clima y considero el clima una cosa meteorológica, pero también una cosa emocional, como una especie de zarandeo impredecible. Las atmósferas están cambiando a nuestro alrededor todo el tiempo. Así que veo a un refugio como lo que mantiene el clima a una distancia segura de ti. Que te permite respirar, que te permite mantenerte caliente, que te permite averiguar adónde vas a ir.

Pienso en Laura Ingalls. La historia del libro es bastante diferente a la serie.

El padre es un fracaso en el libro, y muy encantador en la serie. El hermoso Michael Landon. Cuando leí los libros de Laura Ingalls Wilder a mis hijas me pareció una gran escritora, las descripciones son muy ricas. Y creo que es porque su hermana Mary era ciega. Creo que esa habilidad le permite escribir con una precisión asombrosa. También tengo curiosidad por esa relación entre hermanas. Yo tengo dos y mi esposa una, que vive cerca. Tengo dos hijas. Quería escribir un libro sobre hermanas, sobre la energía entre ellas, sobre una mayor, una menor y esa especie de deseo de aguantar, de ser independiente, de ser dirigido.

Constantemente tenía a Mary y Laura en mi cabeza cuando leía tu libro. Y Audra y Vivian se turnan para guiar, para ser rebeldes. Dedicaste el libro a las mujeres, y a dos hermanas, ¿verdad? 

Sí, esas son mis dos hijas. Todavía no sé si lo leyeron.

No las presiones para que lo lean. Eventualmente lo harán. 

Para mí el refugio es lo que hace posible la vida. Y estos personajes es como si dijeran: “no lo necesito”. Pero en cuanto lo abandonan, se dan cuenta de cuánto lo necesitaban.

Hago un juego con los escritores: yo tengo un conjunto de 10 palabras que escribí mientras hablábamos. Voy a decir una y vos tenés que responder con la que se te venga a la cabeza. No pueden ser dos. Y no podés repetir la que te digo yo.

Refugio.

Membrana. 

Tom Brown Jr. 

Complicado. 

Henry

Desterrado.

Sobreviviente.

Flexible.

Audra

Temerosa. 

Laura Ingalls.

Adaptarse.

Naturaleza.

Excitante.

Vivian.

Sensible.

Hijas.

Ingobernables.

Padres.

Ansiosos.

Quisiera que me digas por qué escribiste este libro.

Como dije antes, lo escribí un poco como una provocación. Y luego, en secreto, comencé a trabajar y a pensar: ¿y si hiciera esto? ¿Qué pasaría? Este tipo de lugar secreto furtivo donde se escriben cosas a veces sale al mundo y a veces no. Yo quería asustarme,  explorar, mostrar las sombras del tipo de mundo suburbano en el que vivo. Quería escribir una historia de ambivalencia, en la que las cosas pudieran ir mal, pero que a la vez tuviera  esperanza.

¿Decís que nadas en aguas bravas? ¿Caminás por el desierto?

Cuando estaba trabajando en este libro, y especialmente con Mi abandono, iba en bicicleta hasta Forest Park, que es una gran área silvestre. Deambulaba, trepaba a los árboles. Trataba de imaginarme en la mente de estas chicas. Mucho de lo que hago como escritor es algo parecido a lo que hacen los niños. Solo estoy soñando despierto y jugando, e imaginando posibilidades. Pero el desierto más aterrador o más salvaje por el que estoy viajando todo el tiempo está justo en esta habitación, en ese escritorio, todo es un vagabundeo interno.

¿Cómo cambiaron el Covid y esta pandemia a tu escritura? 

Creo que es demasiado pronto para saberlo. Supongo que me hicieron sentir más agradecido por escribir, por leer, y me hicieron más consciente de lo que para mí es importante. Es una gran decisión ponerse a escribir como un trabajo. Pero gasté mucho esfuerzo, mucha energía y muchas emociones preguntándome por qué no llegaba a más lectores. Cómo no se vendían más libros con lo duro que había trabajado. Y de pronto, dejé de preocuparme tanto. Mis ambiciones no son que la gente sepa quién soy o cuáles son mis libros; son mucho más sobre las historias que se me ocurren y ver si las puedo mejorar. Tratar de ser una mejor persona, más interesante y ayudar a otras personas, tanto en mis clases como en mi crianza. Durante mucho tiempo, tenía la idea de ser escritor como una identidad, como una vocación. Y no me siento así. Ahora, siento más que trabajando para convertirme en una persona me gustaría convertirme en una que escribe; me gusta mucho escribir, me encanta hacerlo. Esas cosas se volvieron más obvias para mí desde la pandemia. Así que provocó algo de reflexión, pero también una apreciación más profunda de la narración.

Descubrí a Peter Rock cuando tradujeron Mi abandono (Ediciones Godot, 2019) y quedé atrapada con las atmósferas que genera. Desde que lo leí me quedaron dando vuelta muchos temas y charlar con este autor estadounidense era una gran oportunidad. “Mucho de lo que hago como escritor es algo parecido a lo que hacen los niños. Solo estoy soñando despierto y jugando, e imaginando posibilidades”, me dijo en la conversación que tuvimos por zoom, en la que hablamos también sobre Klickitat (Ediciones Godot, 2021), elegido en julio como el libro del mes por Pez Banana.

En tus libros hay una real preocupación por la ecología. Es así, ¿no?