Con el objetivo de registrar y tener un análisis de la distribución por género de los cargos del Sistema de Justicia de la República Argentina, la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia realiza todos los años un informe estadístico sobre la temática.
El último disponible corresponde al 2020 y permite observar, jurisdicción por jurisdicción, la paridad –o falta de ella- en la Justicia. Dentro de los datos más relevantes encontraron que, si bien hay más mujeres trabajando en ese ámbito, tienen menos posibilidades de llegar a cargos de poder.
De esta manera, a pesar de que el sistema de justicia estuvo conformado en un 56% por mujeres, sólo el 31% de las máximas autoridades eran mujeres. Esto permite registrar un fenómeno en el que se viene trabajando desde los feminismos: el techo de cristal que imposibilita el ascenso laboral por cuestiones de género.
En ese sentido, en el informe señalan: “A modo de ejercicio, se observa que, dentro del poder judicial, los funcionarios varones tuvieron el doble de probabilidades de ser magistrados/as, procuradores/as, fiscales o defensores/as, y 3,5 veces más de ser máximas autoridades que sus pares mujeres”.
Además, a pesar de que hubo avances en la sociedad respecto a la temática en los últimos años; no se ve totalmente reflejado en el total de la Justicia. Entre 2011 y 2020, la participación de las mujeres en los cargos más altos sólo aumentó en un 5%, pasando del 39% al 44% y sin alcanzar aún la paridad de género.
Esto es todavía más pronunciado en la Justicia Federal, donde la proporción de mujeres en la magistratura permanece estable desde el 2011: hace diez años, solo hay tres mujeres por cada diez cargos de magistratura.
MGF