La localidad de Ministro Rivadavia, partido de Almirante Brown, es un remanso en medio de la vorágine en la que transitan las grandes ciudades. Nos acerca un pasaje al sosiego rural, al cantar de los pájaros, al sol tibio de otoño, al aroma a leña de las panaderías de campo y al encanto de los lugares con historia, ubicado a tan sólo una hora de la capital provincial, La Plata, y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Ministro Rivadavia es el pueblo más antiguo de este municipio. Durante el siglo XIX la zona era conocida como Monte Chingolo pero, varios años después, comenzó a llamarse con su nombre actual en homenaje a Martín, nieto de Bernardino Rivadavia y ministro de marina durante la segunda presidencia de Julio Roca.
Las huertas agroecológicas, las producciones artesanales y la experiencia de un día de campo resultan un convite irresistible para escapar de las rutinas urbanas.
Amigables con la naturaleza
La Granja Educativa Municipal, ubicada en Juan Busto al 1.000, ofrece talleres y encuentros con productores locales que promueven los valores del comercio justo y sustentable.
“La puesta en valor de La Granja fue un gran punto de partida para el desarrollo del turismo rural en Ministro Rivadavia. Las propuestas al aire libre cerca de grandes polos urbanos como CABA y La Plata nos ubican en un lugar privilegiado”, afirmó la directora de Turismo municipal, Morina Sainz.
En el predio se pueden observar diferentes especies de aves de corral como pavos reales, palomas de collar, canarios, diamantes y calafates. En el sector de la laguna se encuentran gansos, una pareja de cisnes australianos, patos criollos y pekín. También hay caballos, vacas, llamas, ovejas, cabras, chanchos, abejas y un tambo donde quienes lo visiten podrán conocer cómo es el proceso de ordeñe.
“Ofrecemos un recorrido guiado con contenido histórico dentro del previo pero estamos seguros de que en una etapa post-pandemia podremos replicarlo en la plaza Eva Perón y en el corredor turístico completo”, expresó la funcionaria local.
En la huerta orgánica se cultivan distintas variedades de hortalizas dependiendo de la estación del año. En lugar de agroquímicos, alrededor de la superficie sembrada colocan plantas que cumplen la función de atrapar o repeler insectos y utilizan el método de rotación de especies para cuidar el suelo.
El termotanque y los cargadores de celulares funcionan con energía solar y para otras actividades utilizan los recursos eólicos provistos por el molino instalado en el predio.
Don Facundo es otra de las granjas ecológicas en la que se destacan por el proceso de clasificación e incineración de residuos porque a partir de las cenizas crean cerámicas que tienen como objetivo disminuir las huellas de carbono.
Además, en el lugar cuya casa y caballerizas datan de 1840, se pueden tomar clases de parapente, participar de actividades productivas como la apicultura, y la elaboración de quesos y dulces de leche. Durante las noches invitan a disfrutar de la naturaleza con propuestas de astroturismo.
Aventura y días de campo
Pasear en tractor, cosechar verduras de la huerta, caminar entre animales de corral, ordeñar vacas y amasar pan casero, son sólo una parte de las experiencias en contacto con la ruralidad que propone la granja Don Mario. También ofrece parrillas, canchas, juegos de plaza, restaurante, quinchos y un buffet para desayunar, almorzar y merendar.
Leandro Heevel, nieto de Mario y anfitrión del lugar, contó que el campo sirvió como escenario de programas de cocina y series televisivas. “Nuestros habitués son la comunidad boliviana de Olmos, en su gran mayoría quinteros, y las colectividades chinas y judías, atraídas por la paz y los paisajes”, detalló.
En “Tierra y frutos” son especialistas en campamentos y actividades recreativas al aire libre. La familia Arraya está al frente de este espacio que crearon con los valores y la cultura del movimiento scout. Las estadías pueden ser de un día completo o un fin de semana.
Los Arraya tienen una incontable cantidad de anécdotas. Gustavo recordó una de las más memorables: “Un grupo de muchachos estaba acampando y, al llegar la noche, al calor del fogón comenzaron a contar historias de terror. Uno de ellos se alejó diez metros para ir al baño y en medio de la oscuridad lo sorprendió el salto de una liebre. Del susto pegó un alarido que atormentó al resto de los jóvenes mientras estaban compenetrados en los relatos de miedo”.
Otro imperdible de Ministro Rivadavia es “Ripalda al campo” que, con sus famosas hamburguesas a la parrilla, convoca a vivenciar la gastronomía a orillas de la laguna donde también se puede cabalgar o practicar kayak.
El campo histórico y familiar Los Medina, donde se puede ir a pasar el día, tienen como productos estrella a los quesos, los chacinados, las conservas y las mermeladas. El lugar propone a los turistas participar de la elaboración artesanal de estos manjares criollos.
Lugares con historia
La panadería Rivadavia, ubicada en 25 de mayo y República, es uno de los sitios de interés histórico del pago. Fue fundada por Bernardo Iturralde, panadero mayor del ejército rosista, quien llegó a estas tierras buscando refugio cuando era perseguido por las tropas de Urquiza, luego de la derrota de la batalla de Caseros y tras la inminente caída de Juan Manuel de Rosas.
El “Bar de Lippi” es otro espacio icónico de la localidad que funciona en el acceso a Ministro Rivadavia y supo ser punto de descanso de carretas y diligencias que transitaban por el Camino Real con rumbo a Chascomús, San Vicente y Azul. Los viajantes jugaban a los naipes, las bochas, la taba y en los días de fiesta participaban en las carreras de sortija.
La parroquia “Nuestra Señora del Tránsito” se destaca por la imagen de la asunción de María en el altar mayor, que mide un metro de altura y fue tallada entre 1860 y 1870 en madera policromada por un santero español.
En el conurbano bonaerense, Ministro Rivadavia brinda a los citadinos la posibilidad de poner un freno al ritmo de vida acelerado, conectar la ruralidad y experimentar vivencias únicas.
MGF