El escritor cordobés Federico Falco resultó ganador del segunda edición del Premio de Novela Fundación Medifé-Filba con su libro Los llanos, una historia que el jurado calificó como “de inusual belleza” y “de gran sutileza verbal”, que regala “la experiencia de contemplar” el duelo de un hombre que se refugia en el campo para procesar una ruptura amorosa que no logra entender, mientras ensaya simetrías y diferencias entre el paisaje y la escritura.
Al igual que el año pasado, cuando la primera edición del galardón recayó sobre Juan Ignacio Pisano y su primera novela publicada, El último Falcon sobre la tierra, el jurado integrado este año por Claudia Piñeiro, Sergio Bizzio y Vera Giaconi volvió a inclinarse por una apuesta iniciática en el género, en este caso de un autor que sin embargo es reconocido por su huella en el cuento -tiene tres volúmenes editados- y fue seleccionado por la prestigiosa revista Granta en 2010 como uno de los mejores narradores jóvenes.
Al conocerse el fallo del jurado, Falco agradeció el premio y dijo que ya estar en las dos listas preseleccionadas, la primera de 10 finalistas y luego la de cinco, era un gran reconocimiento, ya que eran todas “novelas increíbles”. “Si bien es una novela sobre un duelo amoroso, que en el fondo no es tan terrible, mucha gente me escribió este año sobre duelos laborales, de seres queridos, amorosos, de lugares. Fueron dos años en los que todos perdimos un montón de cosas entonces está bueno que esto sea para todos y a celebrar porque estamos acá y lo pasamos”, expresó.
El anuncio del fallo tuvo lugar en la tarde del martes en la terraza de la librería y multiespacio Eterna Cadencia, adonde concurrieron los postulantes, los integrantes del jurado y un numeroso elenco de escritores, críticos, periodistas e integrantes de la Filba, que junto a la Fundación Medifé otorga esta distinción, que en su segunda edición llevó su dotación de $300.000 a $500.000.
“Es una novela de belleza inusual, que el dolor por el duelo amoroso no empaña sino realza. Y ese amor, que no termina de apagarse, se toma el tiempo que necesita para cicatrizar heridas; un tiempo magistralmente reflejado en esta ficción a través de la evolución de la naturaleza que rodea al protagonista y la huerta que cuida”, definió Piñeiro, quien debutó este año en el jurado. “Es una novela donde el lector entra y quiere quedarse, a pesar del dolor, porque Falco consigue describir un mundo al que uno puede ir a sanarse”, agregó la autora de Catedrales y Elena sabe.
El escritor nacido en 1977 en el pueblo cordobés de General Cabrera, pero radicado en Buenos Aires, se hizo conocido en 2014 con el volumen de cuentos La hora de los monos, al que siguieron 222 patitos, Un cementerio perfecto y la nouvelle Cielos de Córdoba.
Los llanos (Anagrama), que además resultó finalista del Premio Herralde de Novela, está centrado en un narrador que se exilia en la soledad de un campo a cultivar una huerta tras la ruptura con su novio y ese proceso de separación comienza a recordar distintas situaciones de su vida.
“El personaje entra en una especie de vida en pausa. Me lo imaginaba mucho como esos animales heridos que van a lamerse las heridas en soledad. Es un personaje al que se le desarmó su vida y un poco la fantasía es narrar una nueva vida ahí en esa soledad del llano”, decía el escritor en una entrevista con Télam a propósito del lanzamiento del volumen.
“Algunos de los materiales son muy cercanos a mi biografía. Pero también hay partes muy lejanas, incluso que originalmente las había empezado a escribir como cuentos totalmente ficcionales. Esta hibridez en relación a cuán cercano o cuán lejano pueden ser a mí estaba en el origen de la novela. Me pareció que era un juego que podía jugar, le podría haber puesto al narrador Pedro o Joaquín y todo el mundo iba a pensar 'este es él', entonces me parecía que a la novela le podía servir como juego con el lector, como pequeña vacilación en el texto”, apuntó.
Vera Giaconi, que llegó al jurado en reemplazo de María Moreno, que sufrió un ACV, sostuvo sobre el libro ganador: “En Los llanos vemos los eucaliptos rompiendo la línea del horizonte, vemos los flashes del amor que ya no es, vemos los zapallos, las lechugas, las hierbas aromáticas creciendo a pesar de todo, vemos a su protagonista poniéndole el cuerpo al paisaje y a los climas, pero también lo vemos refugiándose a veces, agotado por el esfuerzo de intentar controlar lo incontrolable”.
“Poco a poco, esta novela nos va regalando la experiencia de contemplar. Con una trama mínima, con mucha paciencia y belleza, con honestidad y hondura, Federico Falco nos transporta y hace posible que nos dejemos habitar por el paisaje y por el tiempo de Los llanos, una novela de gran sutileza verbal y con una forma personalísima que le da un aire nuevo a este género”, apuntó la autora de Carne viva y Seres queridos.
Para Sergio Bizzio, se trata de una novela “de lo mínimo y de lo inabarcable, de lo que se dice y de lo que se calla, de lo consciente y de lo insondable”, que consigue un efecto casi místico: “que te detengas, que paladees, que no te apures”, enumeró.
“'Los llanos' tiene una doble naturaleza: en la planicie hay un abismo, en el derrumbe hay un plan. Pero hay todavía otro doblez, un doblez intenso y único y sin duda un triunfo en la producción del tiempo de lectura: uno relee al mismo tiempo que lee, las dos cosas en simultáneo”, definió el autor de “Rabia”.
Con este libro, Falco se impuso a 204 novelas publicadas en formato impreso entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2020, provenientes de 120 editoriales y de más de 12 provincias. La selección incluyó una segunda etapa donde se seleccionaron 10 novelas finalistas y una instancia última donde los postulantes se redujeron a cinco: Selva Almada con No es un río, Emilio García Wehbi con Maratonista ciego, Pablo Katchadjian con Amado señor y Martín Kohan con Confesión, además de la obra ganadora.
CB con información de Télam