El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llamó por teléfono al titular de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues, para ofrecer alguna salida del Gobierno federal minutos después de que agentes de la vigilancia sanitaria y la Policía Federal invadieron la cancha y suspendieron el partido Brasil-Argentina en San Pablo, informó este lunes a la agencia Télam una fuente de la dirigencia política.
Según la fuente, el diálogo ocurrió en la zona de vestuarios apenas interrumpido el partido del domingo y el dirigente le dijo a Bolsonaro que había sido inoportuno el accionar de Anvisa no habiendo detenido a los cuatro jugadores acusados de violar la normativa antes de que lleguen al estadio.
“Bolsonaro le preguntó al presidente Rodrigues si podía hacer algo para dar una solución, que le explicara la posición de la CBF sobre el caso”, dijo la fuente, testigo del llamado presidencial en la zona de vestuarios luego de que Anvisa y la Policía Federal ingresaran al césped.
El presidente estaba viendo el partido luego de un fin de semana en medio de aglomeraciones, como parte de una caravana de motocicletas por el interior del estado de Pernambuco, que forma parte de su campaña para enfrentar las investigaciones en su contra del Supremo Tribunal Federal por atentar contra la democracia.
Rodrigues le dijo que “Anvisa extrapoló su influencia” al no haber resuelto fuera del estadio, algo que repitió luego en el canal SporTV.
La alta política también estuvo presente en los vestuarios. Por un lado, Bolsonaro al teléfono y en el vestuario argentino el exvicepresidente Daniel Scioli, embajador en Brasil, que acompañó hasta el embarque a la selección nacional.
El senador Flávio Bolsonaro, hijo del presidente, felicitó minutos después del llamado a Anvisa por haber suspendido el partido y calificó de “malandros” (vivillos) a los cuatro jugadores argentinos.
El titular de Anvisa es el médico y contraalmirante Antonio Barra Torres, designado en 2019 por Bolsonaro, que ha puesto a más de 6.000 militares al frente de entes y empresas estatales, algo que no se veía desde la dictadura (1964-1985).
Con información de Télam.
IG