“Por fin me llama alguien para hablar de eso”, responde, al otro lado de la línea, Alberto Rendo, impecable a sus 81 años, uno de los futbolistas que consiguieron “eso”, el antecedente olvidado al que Argentina se encomendará esta noche en la final de la Copa América 2021: volver a dar una vuelta olímpica en el Maracaná después de 57 años. Aunque muchos crean que la selección nunca ganó un título en el gran templo brasileño, existe una gesta invisible de nuestro fútbol, la Copa de las Naciones 1964, un torneo oficial en el que Argentina se consagró contra sus dos máximos rivales: primero sacó del camino al Brasil de Pelé, en San Pablo, y luego fue campeón ante Inglaterra en el mítico estadio de Río de Janeiro.
En realidad, aquella consagración quedó tan difuminada en el tiempo que no queda claro si Argentina dio la vuelta olímpica ante los hinchas brasileños, ese simbolismo inocente y poderoso. Sin videos del partido consagratorio ante los ingleses, las fotos de los diarios y revistas de la época sólo publicaron imágenes de los argentinos festejando por su cuenta, en andas o abrazados. “Creo que no hubo una vuelta formal sino que cada uno festejó por su lado, a su manera, desparramados por la cancha”, dice, a sus 84 años, el autor del gol decisivo en el Maracaná, Alfredo Tanque Rojas.
La Copa de las Naciones fue una competencia que la Confederación Brasileña organizó en 1964 para festejar los dos Mundiales que su selección había ganado en Suecia 1958 y Chile 1962. Con formato de cuadrangular, fueron invitados Portugal, por la relación entre los países desde el colonialismo; Inglaterra, porque a los dos años organizaría la siguiente Copa del Mundo; e Italia, el otro bicampeón mundial. Pero a los italianos no les interesó y Argentina ocupó ese lugar. El torneo se jugaría en Río de Janeiro y San Pablo con el sistema todos contra todos. Se descontaba que el campeón sería el organizador al punto que, según se dijo entonces, las medallas ya tenían grabadas el nombre de los jugadores brasileños. Argentina venía de fracaso en fracaso: arrastraba dos eliminaciones en primera ronda en los Mundiales 1958 y 1962.
“Nadie nos vino a despedir, fuimos de punto y ganamos los tres partidos sin recibir goles en contra -dice Rendo-. Empezamos en el Maracaná, contra Portugal. Eran buenísimos, eh. Tenían a Eusebio, a Simoes, Mario Coluna, todos rapidísimos y hábiles. Sorprendimos nosotros, primero con un gol del Tanque Rojas y después con otro mío, y ganamos 2 a 0. Muchos compañeros de aquella selección ya se fueron pero con el Tanque hablamos todas las semanas”.
Mientras desayuna en el día de la Independencia en un bar de Lanús, el día previo a la final de la Copa América 2021, Rojas recuerda aquella olvidada consagración en Brasil. “Fue una selección que se armó arriba del avión. No éramos candidatos. Fuimos los que nos dejaron ir: Rendo jugaba en Huracán y yo en Lanús”, reconstruye. “Todos los equipos llevaron a sus figuras. Eusebio era el mejor europeo, Inglaterra tenía a Bobby Charlton, Bobby Moore y Gordon Banks, y Brasil jugaba con Pelé. Nosotros éramos los más endebles, pero no dejamos de ser Argentina”, agrega Rojas, que jugó los Mundiales de 1958 y 1966.
Brasil comenzó la Copa con un 5-1 a Portugal en el Maracaná, el primer paso de lo que parecía un paseo hacia el título en su casa. Además de Pelé, jugaban Vavá y Gilmar, otros dos bicampeones en 1958 y 1962, y Gerson y Carlos Alberto, futuros campeones en México 70. Pero Argentina consiguió una goleada impensada en el Pacaembú de San Pablo, acaso el mayor triunfo de la historia de nuestra selección en Brasil, aunque pocos lo recuerden.
“¡Les ganamos 3 a 0! -retoma Rendo-. Demostramos tener mucha personalidad, no nos asustamos para nada. Ese fue el partido en que Mesiano (José, ex jugador de Central y Argentinos, fallecido en 2017) no le dejó toca la pelota a Pelé y el Negro, perdón, el Rey, le pegó un cabezazo que le quebró la cara y lo mandó al hospital. En su lugar tuvo que entrar Telch (Roberto). La Oveja no tenía mucho gol pero esa noche hizo dos goles en el segundo tiempo. El 1-0 lo había hecho Ermindo Onega. Y hasta Amadeo Carrizo le atajó un penal a Gerson. Fue una alegría enorme ganarle a Brasil en su tierra, siempre hubo pica contra ellos”.
Según la leyenda, Telch -que tenía 20 años- estaba descalzo y comiendo un pancho en el banco de suplentes cuando debió ingresar por Mesiano. Ya con el título al alcance, Argentina volvió a Río de Janeiro para cerrar su participación contra Inglaterra: le alcanzaba con un empate para ser campeón. La selección dirigida por José María Minella ganó 1-0 con gol, otra vez, de Rojas. “Terminé siendo el goleador de la Copa -dice el Tanque-. Cada tanto me preguntan por los goles que hice en Lanús, Gimnasia, Boca o River, pero muchos no los recuerdo. En cambio los que hice para la selección no los olvidé. Ese del Maracaná contra Inglaterra fue con la pierna izquierda. Entró el Toscano Rendo, la pelota rebotó en el arquero, yo vine de afuera y rematé. ¿Sabés cómo festejamos después?”.
Un título ganado contra Brasil e Inglaterra, en el Maracaná, parece la cumbre para cualquier hincha argentino, pero Rendo explica el contexto: “Contra Inglaterra todavía no había esa rivalidad: empezaría dos años después, en el Mundial del 66, con la expulsión de (Antonio) Rattín. Pero ¿sabés cómo corrían? Eran bestias. A un delantero de ellos, Peter Thompson, le hice dos caños en la misma jugada, y después desapareció, no la tocó más”.
En videos de la época, disponibles en YouTube, queda claro la magnitud de aquel triunfo: los argentinos pasamos a ser “los virtuales campeones del mundo”, según el locutor de un noticiero. La recepción en el aeropuerto de Ezeiza fue multitudinaria. “Cuando regresamos al país, había gente al costado del camino hasta el Puente 12 -dice Rojas, en referencia a la intersección de la autopista Riccheri con la ruta 4-. Y pensar que a la despedida no había ido ni mi mamá. Fue el título más importante de Argentina hasta ese momento. No habíamos ganado Mundiales. Yo había estado en Suecia 1958 y no teníamos ni camisetas, se las tuvimos que pedir a un club de allá. Sí habíamos ganado Copas América, pero esto era a nivel mundial: en la Copa de las Naciones participaron los dos mejores equipos de Europa y los dos mejores de América”.
“Al otro día de la final fuimos a festejar a la playa de Río y después volvimos: nos esperaba el país”, agrega Rendo, que espera que Argentina, 57 años después, vuelva a ganar un título en el Maracaná, una hazaña olvidada, pero con un antecedente.
Ficha y formaciones del partido final en el Maracaná
06 de junio de 1964
Río de Janeiro, Estadio Maracaná
Argentina 1-0 Inglaterra 0
Gol: Angel Rojas (66']
Argentina:
Amadeo Carrizo;
José Manuel Ramos Delgado, Miguel Angel Vidal, Carmelo Simeone;
Abel Vieitez, Antonio Rattín;
Ermindo Onega, Alberto Rendo, Pedro Prospitti (Mario Chaldú), Alfredo Rojas, Roberto Telch.
DT: José María Minella.
Inglaterra:
Gordon Banks;
Bobby Thompson, Gordon Milne, Ray Wilson;
Maurice Norman, Bobby Moore;
Peter Thompson, George Eastham, Bobby Charlton, Johnny Byrne, Jimmy Greaves.
DT: Alfred Ramsey.
Arbitro: Leo Horn (Holanda)
Asistencia: 15.000
AB/WC