A 10 días de las urnas se bate un nuevo máximo de inflación mensual en 32 años

Si hay algo que pesa a la hora de votar es el bolsillo. Y así, con agujeros en donde se mete la billetera o el celular con su app de pagos electrónicos, los argentinos llegarán a elegir presidente dentro de diez días. Como prueba del deterioro del poder de compra del peso, este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó el último dato de inflación previo a la primera y quizá única vuelta electoral: en septiembre el índice de precios al consumidor (IPC) fue del 12,7%, por encima del 12,4%, con lo que el ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, fracasó en su intento de bajarlo un poco. Se trata del mayor índice mensual desde el 27% de febrero de 1991, cuando el país salía de su última hiperinflación. En los últimos 12 meses, el IPC acumula un alza del 138,8%, también el máximo en 32 años, desde el 144,4% de agosto de 1991.

En lo que va de 2023 suma 103,2%. Precisamente ahora los dos principales aspirantes opositores a la Casa Rosada, Javier Milei y Patricia Bullrich, advierten de que este gobierno está dejando al país al borde de otra híper. Pero en el oficialismo la achacan al plan dolarizador del libertario, que llama a no renovar los plazos fijos y a sacarse de encima los pesos, con lo que la moneda nacional se devalúa y los precios se aceleran. Claro que ninguna de estas recomendaciones -irresponsables cuando las sugiere un favorito a la presidencia- surtirían efecto si no fuese frágil la situación económica que deja el gobierno de los Fernández, que empeoró la herencia de Mauricio Macri.

Los rubros que más impulsaron la inflación en septiembre fueron indumentaria y calzado (15,7%), recreación y cultura (15,1%) y alimentos y bebidas (14,3%). Entre los alimentos, lo más se encareció fue el arroz (26%), la manteca (23%), la banana (46%), la sal (21%), la paleta (16%), el cuadril (17%), el pollo y el jamón (18%), el salchichón y el salame (17%), los huevos (18%), la naranja (17%), las arvejas y el detergente (17%).

En agosto se había batido el máximo inflación mensual desde 1991. Antes de ese pico, los IPC mensuales de Macri y los Fernández eran menores a los de 2002, cuando reventó la atadura del peso al dólar, la llamada convertibilidad. Massa atribuyó el salto a la devaluación del peso oficial que, según él, le exigió el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero la estela de ese salto del dólar en el mercado regulado continuó en septiembre.

De todos modos, el ministro candidato apostó a que el mes pasado arrojara una inflación un poco menor que en agosto por los diversos congelamientos que impuso en naftas, boletos de transporte, prepagas para afiliados de menores ingresos, medicamentos, ciertos modelos de autos y motos, celulares, heladeras, lavarropas, cocinas y el tope de subas del 5% en supermercados. Pero no todos los precios quedan bajo control. Encima, los múltiples refuerzos de ingresos que repartió Massa tras la derrota electoral y la devaluación del día siguiente inyectaron más pesos en la economía y, por tanto, también alentaron la lo precios.

AR/JJD