AySA, la empresa de agua potable y saneamiento del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que Javier Milei quiere privatizar, propuso a la Secretaría de Obras Públicas un aumento del 138% de la tarifa para compensar los costos a diciembre pasado. Ni hablar todavía de lo que aumentaron sus gastos en enero y lo que suben en febrero...
Al mismo tiempo, para compensar el rojo de sus cuentas, la empresa que preside Marcelo Papandrea anunció que subastó 292 autos usados después de que su antecesora, Malena Galmarini, renovara antes de dejar la gestión la flota con compras de 620 vehículos que la Justicia sigue investigando.
A fin de contribuir lo más rápido posible a la reducción de la brecha entre ingresos tarifarios y costos de operación y mantenimiento de los servicios, la AySA de Milei propone un ajuste tarifario de emergencia. A partir de que la inflación en 2023 fue superior a lo previsto, del 212% anual, la tarifa resultó insuficiente para sostener los gastos. Con el aumento sugerido, la factura promedio pasará de $6.400 a $15.000. Se mantendría el beneficio de tarifa social y comunitaria y el subsidio del 15% a los zonales bajos. El secretario de Obras Públicas, Luis Giovine, deberá aceptar, modificar o rechazar la propuesta.
El directorio entero de AySA fue renovado por Milei y a él se integró incluso el nuevo secretario de Empresas del Estado, Mauricio González Botto, quien debería encargarse de todas las privatizaciones si es que algún día el Congreso las aprueba. La venta de compañías públicas iba a ser votado ayer en la ley Bases en la Cámara de Diputados, pero la falta de consenso al respecto hizo caer la sesión. En tanto, Papandrea es un ex empleado del Grupo Macro, de la familia Brito, de buena relación con el exministro de Economía Sergio Massa. Debajo del directorio, los ejecutivos de AySA siguen siendo los mismos que había dejado la esposa de Massa. No es de extrañar: así como el expresidente Mauricio Macri tendió puentes con Milei, también lo ha hecho el excandidato presidencial peronista.
Quizá así se pueda entender mejor por qué la nueva conducción de la firma no puso en cuestión la compra de autos nuevos en 2023, como sí habían denunciado los diputados Ricardo López Murphy y Marcela Campagnoli. “AySA realizó una importante subasta de vehículos con el objetivo de reducir los costos de mantenimiento de la flota y generar nuevos ingresos para cubrir los gastos operativos”, comunicó este miércoles la empresa de aguas y cloacas.
“En 2023, AySA adquirió más de 600 vehículos utilitarios livianos, utilitarios eléctricos y tipo pick ups, lo que permitió renovar la flota reduciendo los gastos de mantenimiento de unidades que contaban con un promedio de ocho años de antigüedad”, destacó la compañía ahora bajo el mando libertario.
“Es por este motivo que, la empresa realizó la convocatoria abierta a la subasta de los vehículos que fueron reemplazados y ya no se encontraban operativos. El llamado fue publicado en el Boletín Oficial el día 19 de enero, para que cualquier persona pueda presentar su oferta. Dicha subasta adjudicada, el pasado viernes 2 de febrero, reportará ingresos por $1.138 millones, lo que equivale aproximadamente US$1.342.000 al dólar oficial. A la fecha, se han dado de baja otras 150 unidades, representando otro ahorro importante en gastos de mantenimiento. Adicionalmente, esas 150 unidades podrían ser subastadas sumando nuevos ingresos al momento en que sea efectuada la venta”, completó AySA.
AR/CRM