Desde 2019 que no había una cumbre del Mercosur con todos los presidentes presentes. Era el 5 de diciembre de 2019, en Rio Grande do Sul, y Mauricio Macri se despedía del poder ante Jair Bolsonaro. Después sobrevino la pandemia y se sumó el rechazo del entonces jefe de Estado brasileño a encontrarse con Alberto Fernández. Ahora que Luiz Inácio Lula da Silva lo reemplazó, volvieron las cumbres con todos los líderes, esta vez en Iguazú. Este lunes se abrió con las reuniones de cancilleres y ministros de Economía. Santiago Cafiero aprovechó para criticar el acuerdo de libre comercio que el Mercosur firmó en 2019 con la Unión Europea y su par de Brasil, Mauro Vieira, anticipó que en los próximos días el bloque sudamericano formulará una contrapropuesta al europeo.
El ministro de Relaciones Exteriores de la Argentina consideró que “la profundización del vínculo entre el MERCOSUR y la UE es una señal política necesaria, en un contexto internacional de conflicto e incertidumbre crecientes”. “El acuerdo puede ser, en nuestra opinión, un vehículo eficaz para que nuestro bloque pueda potenciar su participación en el reacomodamiento del mapa global de la producción y el trabajo. Es una discusión de autonomía geopolítica. El acuerdo puede funcionar, también, como marco para catalizar inversiones en sectores estratégicos como energías, convencionales y renovables, minería, alimentos, servicios basados en el conocimiento, y salud, entre otros. Sin embargo, para materializar estas potencialidades y que el acuerdo tenga buenos resultados para ambas partes, es necesario trabajar y actualizar los textos del 2019. El acuerdo MERCOSUR-UE, tal como fue cerrado en 2019, refleja un esfuerzo desigual entre bloques asimétricos y no responde al escenario internacional actual”, sentenció Cafiero.
Vieira anticipó que Brasil, que recibirá ahora de la Argentina la presencia pro témpore del Mercosur por seis meses, tendrá la renegociación con la UE como prioridad. “Pretendemos trabajar intensamente con aquellos socios cuyas negociaciones se encuentran en etapa avanzada, como con la UE, para explorar la oportunidad de cerrar acuerdos que estén en sintonía con las demandas del actual contexto mundial. En algunos días, pretendemos presentar para examen de todos una contrapropuesta de reacción a la carta adicional de la Unión Europea, como el intento de destrabar la negociación birregional”, completó el ministro brasileño. En marzo, la UE envió una carta al Mercosur pidiendo requisitos medioambientales más estrictos para los países sudamericanos con el fin de persuadir a las naciones europeas para que ratificaran el acuerdo. El pacto de 2019 fue firmado por los presidentes del Mercosur y la Comisión Europea, pero nunca se convalidó en los parlamentos de los países miembros de cada bloque.
AR