Finalmente, y luego de mucha especulación respecto de cuál será su destino, este lunes se liberarán los US$4.334 millones que el Fondo Monetario Internacional (FMI) enviará a la Argentina en concepto de Derechos Especiales de Giro (DEG). Se trata de un reparto que el organismo hace entre sus países miembro con el objetivo de paliar la crisis de Covid-19, que suma un total de US$650.000 millones y se distribuye de acuerdo a la cuota de participación de cada uno dentro de la entidad.
Luego de varias declaraciones cruzadas, el Gobierno decidió que utilizará ese dinero —que en un primer momento irá a incrementar las reservas del Banco Central— para cumplir con los vencimientos en dólares que tiene por delante en lo que queda de 2021. Esto también le permitirá afrontar en mejores condiciones las negociaciones con el FMI para reprogramar los vencimientos del préstamo por US$44.000 millones contraído durante la administración de Mauricio Macri.
En mayo pasado los senadores de la coalición gobernante aprobaron un proyecto para destinar los DEGs a “impulsar las políticas públicas” y evitar que fueran a saldar deuda. Sin embargo, semanas más tarde la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que encabeza el Senado, fijó un cambio de posición. “El FMI ha decidido destinar US$650.000 millones de dólares a cero tasa de interés que se va a girar a los países para que hagan frente a los estragos de la pandemia; nosotros no vamos a poder destinar eso a lo que lo van a destinar el resto de los países porque le debemos US$45.000 millones al Fondo”, dijo en un acto. Luego de sus declaraciones, hubo un repunte en los mercados.
Hoy las reservas argentinas se ubican en un nivel apenas por encima de los US$42.000 millones, según los últimos datos aportados por el Banco Central. Esta línea de fondos contribuiría en gran medida a cumplir con el pago programado del servicio de la deuda en DEG al FMI durante el segundo semestre del 2021, ya que resta pagar al organismo alrededor de US$4.380 millones en 2021
Parte del dinero saldrá muy rápido del país. El primero de los vencimientos será en septiembre, por un monto de US$1.870 millones en concepto de pagos de deuda de capital. En tanto, para el 22 de noviembre hay pautado un pago por intereses y recargos, que totalizan US$640 millones. El último vencimiento fuerte del año está previsto para el 22 de diciembre, correspondiente a otro pago de capital, por US$1.870 millones.
Según la información oficial del FMI, el DEG es un activo de reserva internacional creado en 1969 por el FMI para complementar las reservas oficiales de los países miembros. Su valor se basa en una cesta de cinco monedas: el dólar estadounidense, el euro, el renminbi chino, el yen japonés y la libra esterlina. Los DEGs no se devuelven, no constituyen un préstamo y por lo tanto no generan deuda.
Hasta el momento se ha asignado un total de DEG 660.700 millones (equivalentes a aproximadamente US$943.000 millones), en los cuales se incluye la mayor asignación en la historia de la institución por un monto de alrededor de DEG 456.000 millones aprobada el 2 de agosto de 2021, que es la que entra en vigor hoy. Según las palabras del organismo, esta última asignación se realizó para abordar la necesidad de reservas a escala mundial y a largo plazo, y ayudar a los países miembros a hacer frente al impacto de la pandemia de Covid-19.
Estos fondos se distribuyen según el valor de la cuota de cada una de las naciones o Estados que integran el FMI. En este marco, a la Argentina le corresponde el 0,76% de la cuota. Según apuntó en un informe el analista principal para la región de Goldman Sachs, Alberto Ramos, el nivel de los recursos que recibirá el país “representaría un aumento considerable del 10% en las reservas brutas, y un aumento de más del 50% del stock de reservas internacionales netas inutilizables”.
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