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MAPA OPOSITOR

El PJ “ciudadano” de Cristina: lejos de Kicillof y la CGT, la expresidenta buscará encolumnar al peronismo

La ausencia de los gobernadores y de la CGT fue elocuente en un acto que buscaba presentarse como el relanzamiento del partido bajo la conducción de Cristina.
12 de diciembre de 2024 14:22 h

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Cristina Fernández de Kirchner asumió el miércoles al frente del PJ Nacional con un discurso que apuntó de principio a fin contra la gestión de Javier Milei. Sin embargo, su bronca indisimulable con Axel Kicillof, el desplante de los gobernadores y la ausencia de la cúpula de la CGT convirtieron al acto en una radiografía de la fractura del peronismo, que expone las dificultades con las que se chocará la nueva conducción. 

Las alusiones de Cristina a Kicillof, sin nombrarlo, fueron brutales. Habló de dirigentes políticos convertidos en “militantes electorales”, en una queja recurrente que hacen desde su entorno sobre el “apuro” del gobernador para posicionarse como candidato nacional en 2027. También cuestionó a “algunos compañeros de peronismo tardío” y los describió con un paralelismo de su juventud, cuando algunos de sus amigos de la facultad que eran “hijos de gorilas” se incorporaron a la “marea peronista”. “El problema era que los que no eran peronistas te querían explicar lo que es el peronismo y lo que tenés que hacer”, analizó. 

Kicillof puso una excusa para ausentarse: le avisaron un día antes, a través de un llamado del formoseño José Mayans, y ya tenía su agenda cargada de actividades en la cuarta sección electoral. Si bien estuvo representado por su vicegobernadora, Verónica Magario, la realidad es que quería evitar un nuevo desaire personal: el lunes lo habían invitado a un acto del PJ Bonaerense en Moreno, del que el kirchnerismo difundió fotos oficiales en las que se lo nota incómodo, en la punta de la mesa y con un termo que le tapa la mitad de la cara. En contraste, Cristina aparece en el centro, con un abanico en la mano y riéndose con Sergio Massa.

Además de llamar Kicillof, Mayans también notificó al resto de los gobernadores cercanos al Instituto Patria: Sergio Ziliotto (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Melella (Tierra del fuego), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Ricardo Quintela (La Rioja). Este último recibió un saludo especial por parte de Cristina, extendido a los integrantes de la lista Federales, con la que buscó abrirle una interna. El gesto de Cristina –interpretaron distintos participantes del acto– fue extenderle la mano para negociar en la próxima etapa. Pese al desplante de los gobernadores, Cristina no se mostró enojada –excepto con Kicillof– e intentará reunirse con ellos en los próximos días. 

Contra la CGT fue más directa: aprovechó una tapa del diario Clarín de 2015 que hacía referencia a una huelga de los gremios contra el pago de Ganancias. “La CGT paraba en esa época”, chicaneó. En el entorno de Cristina destacaron que, pese a la ausencia de la conducción que conforman Héctor Daer, Carlos Acuña y Octavio Argüello (recientemente incorporado), estuvieron presentes otros dirigentes sindicales, e incluso Ricardo Pignanelli es uno de los vices del partido y participó arriba del escenario. El resto de las presencias sirven para mapear a los gremios que hoy orbitan el universo de Cristina: Víctor Santa María (Suterh), Abel Furlán (UOM), Mario Paco Manrique (Smata), Norberto Di Próspero (APL) y Sergio Palazzo (La Bancaria). 

La ausencia de los gobernadores y de la CGT fue elocuente en un acto que buscaba presentarse como el relanzamiento del partido bajo la conducción de Cristina. La expresidenta habló frente a un auditorio colmado de dirigentes afines al Instituto Patria, sin sorpresas entre los “invitados especiales”, y subió al escenario con un hit de Lali Espósito que ya se convirtió en su marca registrada. Si bien la Marcha Peronista sonó en el cierre, toda la estética del evento tuvo más coincidencias con la campaña de 2017 que con la tradicional impronta justicialista. Acaso un signo de cómo será la nueva era de Cristina, al frente de un PJ “Ciudadano”. 

¿Derecho al futuro?

Hubo tres preguntas que organizaron el discurso de Cristina: primero hizo un panorama de qué está pasando, luego habló de qué nos pasó, y finalmente sobre cómo seguimos. Sobre esta última, planteó cinco tareas que debe cumplir el PJ de cara a su nueva etapa: formar cuadros (políticos y técnicos), informar, planificar, divulgar y organizar. Prometió presentar, en marzo, una “propuesta de trabajo” para el partido. 

Sobre el cierre de su lanzamiento, Cristina afirmó que el objetivo será pensar en “un modelo que incorpore a las grandes mayorías” e insistió con que el gobierno de Milei va a fracasar. Esta última idea la repite -en público y privado- en todas sus intervenciones. Incluso en otra oportunidad describió al modelo económico de los libertarios como “un yogur”, porque es un producto con fecha de vencimiento. “Esto ya lo vivimos con Dictadura, la convertibilidad, el macrismo... Esto finalmente termina”, sostuvo Cristina y también consideró que “cada vez dura menos”, porque el endeudamiento se vuelve más veloz y más grande. 

Un dirigente bonaerense cercano a Cristina se mostró satisfecho con el acto y consideró que su importancia radica en que “ahora el liderazgo institucional coincide con el liderazgo político” del peronismo. La lectura frase no es compartida por todos los sectores, muchos de ellos ausentes. “Ninguna novedad. Es la década de la marmota”, se quejó en diálogo con este medio un intendente bonaerense que no fue invitado. La pregunta que resuena es cómo hará para ampliar las fronteras en un escenario donde no todos reconocen su conducción. En su entorno son cautos: ya habrá tiempo para eso, lo importante era asumir y marcar el inicio de una nueva etapa para el partido y para la oposición. 

LA/MG

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