El ministro de Economía, Sergio Massa, y el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, preparan para esta semana un anuncio de medidas para contrarrestar el salto del precio de la carne vacuna en enero, después de meses de permanecer estancado. En concreto, aquellos consumidores que paguen con tarjeta de débito en carnicerías recibirán un descuento del 10% en compras de hasta $ 10.000. En la práctica, al cliente se le descontarán, por ejemplo, $ 10.000, que irán a parar al local, pero recibirá en su cuenta $ 1.000 del Estado. Si bien en el Gobierno reconocen que el 90% de las ventas de los carniceros se realiza en la informalidad, considera que pueden llegar a tentarse para operar en blanco por el incentivo de vender más y además porque si adhieren a este plan recibirán un fuerte descuento del 90% del aporte de trabajadores autónomos. El secretario de Comercio, Matías Tombolini, y el jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Carlos Castagneto, también participan de la propuesta.
El programa establecerá la entrega de posnets a aquellas carnicerías que carezcan de estos aparatos para el cobro con tarjeta. Los propietarios tendrán la posibilidad de descontar el 5% de la factura de compra al frigorífico de los impuestos a las ganancias y a los bienes personales. El régimen durará un año. En Agricultura confían en que el costo fiscal del descuento será casi nulo porque se financiará con el mayor blanqueo de operaciones en las carnicerías.
Además de negociar la rebaja de precios con los carniceros, el Gobierno espera hacerlo también entre este lunes y martes con los actores previos de la cadena de los cortes bovinos: los ganaderos, los matarifes y los frigoríficos. A los pequeños productores de hasta 70 cabezas se les ofrecerá subsidiarles el 50% del alimento con el que sus animales se terminan de engordar en los establecimientos de feed lot (alimentación en corrales) poco antes de la faena.
Entre los ganaderos, los más grandes dudan del impacto de las medidas. Uno de ellos considera que las rebajas pueden funcionar en los supermercados, donde rigen desde hace dos años los siete Cortes Cuidados, pero desconfían que pueda repetirse la experiencia en las carnicerías. El precio de la carne vacuna tiene especial incidencia en el índice de inflación.
AR