Era pasada la medianoche del domingo, ya lunes, cuando el candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, dio su discurso. Soñaba con ser el más votado de las primarias, pero quedó bien por detrás de Javier Milei. “Quiero convocar a nueva mayoría. Como Néstor (Kirchner) cuando convocó a la transversalidad, abrazar a los radicales, a los sectores del campo popular”, apuntó el ministro de Economía a los votos que le faltan para rivalizar con el libertario y Patricia Bullrich, tal vez soñando con quedarse con votos de Horacio Rodríguez Larreta, Juan Schiaretti y la izquierda.
“Hay que comprometernos a que no sea sólo la unidad de una coalición sino la unidad nacional”, sostuvo y llamó “a cada argentino independiente que quiere vivir en un modelo de desarrollo inclusivo”. “Tenemos 60 días para dar la vuelta, ganarle al odio”, en un escenario que compartió con Axel Kicillof, Leandro Santoro, Juan Grabois, Eduardo Wado de Pedro y Máximo Kirchner. Ni Alberto Fernández ni Cristina Fernández de Kirchner vinieron al C Complejo Art Media, búnker de Unión por la Patria.
“Hay un nuevo escenario en la política argentina”, admitió Massa. “Se ha dividido en tercios. Empiezan semanas trascendentes. Empieza a discutirse qué país vamos a construir los próximos años, si vamos a un país con apertura indiscriminada de importaciones o defensa de la industria nacional, las pymes, la soberanía energética y la capacidad de desarrollo. Si vamos hacia universidades aranceladas o universidad pública gratuita y de calidad inclusiva. Si vuelve el sistema privado de jubilación o sigue el Estado protegiendo con jubilaciones y ampliación del programa de medicamentos. Si vamos a un mercado de trabajo con más o menos derechos. Si se eliminan o no las vacaciones pagas, el doble aguinaldo, la ultraactividad de los convenios colectivos de trabajo. Si vamos a tener trabajadores o esclavos. Este fue el primero tiempo. Nos queda el segundo tiempo, el alargue y los penales. Vamos a estar peleando hasta el último minuto porque estamos seguros de que la Argentina que viene es la del trabajo, la producción, los derechos y la educación pública, tienen que ser valores incólumnes.”
Juan Grabois, su contrincante interno, manifestó su apoyo a Massa, pese a “hay cosas en que no estamos de acuerdo, pero a la Argentina la acechan los buitres de afuera y los de acá”. En un discurso leído, Kicillof también lo respaldó. “Nos preocupa la caída de participación de un sector de la sociedad, es una novedad inquietante de nuestra democracia”, dijo el gobernador bonaerense. “Nos corresponde interpretar las causas, la falta de interés. Tenemos el mejor candidato a presidente que tendrá el pueblo argentino en las urnas en octubre. Felicitaciones, Sergio, es un orgullo compartir boleta. En estos meses complicados negociaste firmemente con el FMI (Fondo Monetario Internacional), que nos trajo de vuelta (Mauricio) Macri, hiciste lo imposible para evitar una crisis que parecía inevitable. Ni Patricia Bullrich ni Javier Milei están en condiciones de solucionar ni uno solo de los problemas que tenemos. No se van a resolver los problemas con motosierra o dinamita.”
AR