El barril de petróleo WTI saltó este miércoles un 5,4% hasta los US$ 110. Incluso llegó a tocar los 113 durante la sesión. Ayer estaba a 98. Cotizaba a 94 antes de que la semana pasada comenzara la invasión de Rusia, segundo exportador mundial de crudo, a Ucrania y Occidente le respondiera con sanciones económicas que han paralizado inversiones en la tierra de Vladimir Putin, como ocurrió con las de la holandesa Shell.
La creciente tensión en la guerra de Ucrania, con la amenaza de que pueda convertirse en una Tercera Guerra Mundial, ha encarecido aún más el precio del petróleo, lo que recalienta la inflación que ya venía sufriendo todo el mundo. Esta suba de precios puede impactar en la Argentina, tanto en los valores de la nafta y el gasoil en los surtidores, lo que impacta en el índice de precios al consumidor (IPC) en general, como en un eventual incentivo a la inversión en Vaca Muerta. A su vez, cuando se encarece el petróleo, suelen tornarse más rentables los proyectos de energías renovables, pero también las iniciativas más costosas de crudo, como el fracking en Neuquén o el offshore en la costa atlántica bonaerense.
Al menos se ha tranquilizado un poco el precio del gas importado por barco, el natural licuado (GNL). Después de tocar los US$ 44 al estallar la guerra, ahora se encuentra en 39,81. De todos modos, impactaría en el presupuesto de importaciones argentinas en invierno y, por tanto, en los subsidios, como admitió hoy el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
AR