La invasión de Ucrania por Rusia pese a las advertencias de Estados Unidos y la Unión Europea ha provocado pánico en los mercados mundiales. Caen las bolsas por el temor de un impacto negativo sobre la economía mundial, que venía recuperándose de una caída en 2020 por la pandemia. Ante el temor por el aprovisionamiento de materias primas, se encarecen desde el petróleo, que llega a US$ 104 y bate un récord en siete años, y el gas, que la Argentina necesita importar en invierno, hasta la soja, que el país exporta y que cotiza a US$ 650, su mayor nivel en nueve años. El oro reaparece como siempre como refugio de valor, al tiempo que los capitales huyen de los activos de riesgo, incluidas las criptomonedas o los títulos públicos argentinos.
Los índices de las principales bolsas ya derrapan. Aún no abrió Wall Street, pero bajan 3% Londres, 4,9% Frankfurt, 1,8% Tokio o 1,7% Shanghai. La guerra dificulta toda la economía mundial, inclusive la de la Argentina, más por los lazos comerciales que financieros. No por nada caen los ADR (acciones en Nueva York) de las empresas argentinas hasta 9,7% en el caso de Edenor, mientras el riesgo país sube 5%, hasta 1.821 puntos básicos, lo que refleja la desvalorización de los bonos.
Ante las dudas por el suministro de petróleo, un mercado donde Rusia es el segundo exportador mundial, el barril de crudo Brent toca los US$ 104,30, con un alza del 7,7%. El gas natural, donde los envíos rusos al exterior también son los segundos en importancia, el precio crece 5,6%. Este aumento engorda la necesidad de subsidios energéticos en la Argentina. A su vez, también se encarecen las materias primas agrícolas, que el país produce, lo que favorece las reservas del Banco Central, al tiempo que recalientan aún más la inflación global de alimentos: el trigo se aprecia 5,1%; el maíz, 5,5% y la soja, 2,6%.
El oro sube 25%, a 1.936 dólares la onza. En cambio, se hunden las criptomonedas, que ya venían en descenso: 8,4% el Bitcoin, 11,4% Ethereum y 15,9% Cardano.
AR