En una fábrica porteña dedicada a la producción textil contrataron algunos jóvenes en 2023. Al año siguiente, cuando derraparon las ventas, los echaron. “Quizás son los mismos que votaron a Milei”, ironiza el dueño, un reconocido empresario, aunque niega que haya sido una venganza por haber votado a un presidente que les está abriendo el mercado a las importaciones sino porque, por su antigüedad en la empresa, eran los más barato para despedir. Lo que les sucedió a esos muchachos no es un caso único.
En la última encuesta permanente de hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) queda en evidencia que a los varones jóvenes –ese segmento de la población que más se volcó al voto libertario en las elecciones de 2023– fueron los que más retrocedieron en materia de empleo a lo largo de 2024.
Losvarones de 14 a 29 años descendieron del 55,4% al 52,2% en la tasa de actividad, que reúne a los que tienen o buscan trabajo, mientras que esa tasa para la población total se mantuvo prácticamente estable (pasó de 48,6% a 48,8%). En el indicador de empleo los jóvenes descendieron del 49% al 45,7% y subieron del 11,5% al 12,5% en el de desempleo, en ambos casos dando un salto por encima de la media de la población.
Las mujeres de esa edad están peor, porque parten de una base de peores indicadores, pero no empeoraron con el gobierno Milei: 43,6% está en actividad, 37,6% con trabajo y 13,8% buscándolo. Los adultos de 30 a 64 años, ya sean de sexo masculino o femenino, siempre están mejor que los jóvenes y en la era del experimento libertario no se han visto perjudicados tanto como los varones de 29 años para abajo.
Martín Córdoba es uno de los jóvenes que necesita encontrar trabajo. Es ingeniero civil rionegrino, estudió en Bahía Blanca y se mudó a Neuquén para trabajar en servicios petroleros, como perforación y fracking (fractura hidráulica) de pozos. A lo largo de 2024, la empresa donde trabajaba comenzó una racha de despidos masivos cada dos meses. En agosto, el área de recursos humanos anunció que echaba a 1.000 de una obra y sus responsables celebraban con aplausos. ¿Había llegado la moda de comunicar despidos con crueldad, a imagen y semejanza del vocero presidencial, Manuel Adorni? No, es que habían logrado evitar otras 500 desvinculaciones.
En octubre le llegó el turno a Matías. A los dos días otra compañía de servicios petroleros le hizo el examen preocupacional, pero ahí quedó el trámite de incorporación. “En diciembre y enero no hay nada de oferta laboral y recién las últimas dos semanas tuve varias entrevistas por una explosiva demanda laboral. Pero muchas empresas buscan técnicos y no ingenieros para no pagar tanto. O esperan a que salga el RIGI (Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones, que por ahora aprobó dos proyectos)”, intenta explicarse Matías, que reconoce que no votó a Milei y que los primeros meses de su gobierno fueron duros por el alza inicial de la inflación y de los alquileres.
“Los jóvenes varones son los grandes perdedores en materia de empleo”, comenta el director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia. “Entre ellos cayó el empleo, cayó el nivel de actividad, subió la inactividad forzada y subió el desempleo, sobre todo con secundario incompleto. A diferencia de las mujeres con secundaria incompleta, que mantuvieron su empleo o consiguieron subempleos informales”.
“A partir de los datos de la EPH se confirman nuestros resultados: durante un año recesivo y con políticas de ajuste, aunque con caída de la inflación, en comparación con igual período de 2023, si bien el mercado laboral no estalló, la situación empeoró: caída del empleo pleno, aumento del empleo precario, el subempleo y de los trabajos de subsistencia, mayor desempleo y deterioro de la remuneración laboral media real. En este contexto, la supuesta caída de la pobreza habría sido menor que la anunciada por Milei, de hecho es muy probable que sea similar a la del segundo semestre de 2023”, evaluó Salvia.
Fausto, joven del barrio porteño de Agronomía, se dedicaba antes a arreglar computadoras, pero en 2024 empezó a alternar buenos meses con otros en los que sólo podía cargar la tarjeta Sube. Vive con su madre. Entonces comenzó a buscar trabajo en febrero del año pasado y recién en mayo consiguió en una cadena de heladerías. Su jefe le decía que hacía bien su tarea, pero en noviembre lo echaron sin darle explicaciones. “Me parece que el problema era que me tenían que efectivizar”, supone.
En enero Fausto reactivó la búsqueda laboral y consiguió al mes siguiente en una sala de escape, cobrando $750.000 por seis días semanales, ocho horas diarias. “Tuve ofertas muy malas porque era poca plata y mucho tiempo de laburo. Hay laburo, mucho mal pago, que no te da para vivir bien. Hay mucho laburo en negro. Y si buscás algo más especifico, cuesta mucho más”, describe Fausto. Sobre el Gobierno nacional, que no respaldó con su votó, dice: “Bajó la inflación, pero hay cosas que no me gustan un carajo, como lo de los jubilados; que el Presidente miente explícitamente, como cuando dijo que no iba a subir las tarifas y el transporte, pero fue lo primero que hizo.”
A Mariana González, economista del Centro de Investigación y Formación (Cifra) de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), también le llamó la atención la caída de la tasa de empleo entre los varones jóvenes. “En general los jóvenes, al tener menos experiencia laboral, son uno de los grupos más vulnerables en el mercado laboral, y son los que primero se ven afectados en momentos de crisis”.
Su colega Claudio Lozano, del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyP), agrega que las mujeres jóvenes, como son las más desempleadas, precarizadas e informales, ya no tenían margen de estar peor. “Los varones jovenes son los más expuestos al proceso de destrucción de empleo, porque están más en la informalidad -continúa Lozano-. En el gobierno de Milei hubo además destrucción de empleo formal tanto público como privado, pero esos despedidos se dedicaron al cuentapropismo y por eso no subió tanto la desocupación. Pero entre desempleados y ocupados que demandan otro empleo tenés al 23% de la población laboral. Esto es lo que contiene la evolución salarial, sumado al techo que el pone el Gobierno a la paritaria.”
El exdiputado considera que este panorama explica lo que cree que es una “desazón de los que acompañaban a Milei”. “Han empezado a percibir que Milei ya no es la solución: se nota en las encuestas y en que no puede andar por la calle sin que lo puteen, más allá de que conserva su nucleo duro reaccionario y autoritario.”
El analista político Enrique Zuleta Puceiro, presidente de la consultora OPSM, opina que “basta con leer el renglón de 18 a 25 años en cualquier encuesta o hablar con los que monitorean las redes sociales” para ver que a los jóvenes “les ha ido peor que al resto de la sociedad” en el primer tercio del gobierno de Milei.
“Las ocho encuestas que se publican en los canales de noticias en CABA (ciudad autónoma de Buenos Aires) porque las financia el Gobierno coinciden, pero el resto, las de quienes trabajamos de hecho en las campañas o en las empresas que toman decisiones y que no publicamos porque nuestros clientes no quieren leer lo que se paga en el diario o en la tele, tienen datos mucho más controversiales y dramáticos para todas las edades. ¿Pero los jovenes? Saben que jamás tendrán una casa propia y seis cada 10 tampoco podrán tener un empleo decente y en blanco. La pandemia se inició hace cinco años y no ha vuelto a haber trabajo, de ese que te permite casarte y tener una prepaga para tus hijos”, expone Zuleta Puceiro.
Todos los semestres, en su cátedra de teoría general en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), este analista político da clases a unos 700 u 800 alumnos de 17 a 21 años. Y en la cátedra de sociología tiene 400. “Nunca vi tanto desánimo y derrotismo. Viví entre el 74 y el 83 fuera del país. Imagino que pasó algo parecido”, reflexiona Zuleta Puceiro.
En La Plata, Jonatan Gutiérrez se recibió de profesor de historia en diciembre y a partir de entonces intensificó su búsqueda laboral de lo suyo o en tareas administrativas. “Me encuentro con la mirada del otro, cargada de preconceptos y prejuicio, en este caso por ser persona ciega. Siento que me dicen '¿qué venís a buscar? ¿vos venís a buscar?'”.
Para Gutiérrez, también hay una situación nacional que afecta. “En los colegios privados, a mayor crisis económica, menor oportunidad laboral hay. Quizás la salida laboral sea con contratos temporarios y por dos mangos”, lamenta. “No lo voté a Milei, pero tengo amigos que sí y no se arrepienten -apunta-. Están los que trabajan en aplicaciones. El principal mercado laboral para los pibes es la informalidad. Esto no estalla porque el despedido hace Uber o Rappi. La economía había ganado con Milei cierta estabilidad, ahora entró en crisis por el dólar, hay estabilidad a costa de la población vulnerable, los jubilado, pensionados, las disidencias; de los que menos tienen”.
AR/DTC