La segunda parte del concierto en homenaje a Charly García en el CCK en el día de su cumpleaños propuso una inabarcable variedad de lecturas y marcó un profundo arco de influencias del creador de “Clics modernos” en músicos de las generaciones posteriores.
Desde una versión de “Pasajera en trance” en arpa y voz por parte de Sonia Alvarez, a una conmovedora interpretación de “Rezo por vos” en percusión de Santiago Vázquez que puso la piel de gallina, pasando por Darío Jalfin en una clásica pero bella puesta de “Canción de dos por tres”, las músicas de García parecieron ampliarse y alcanzar nuevos aires en el Auditorio Nacional del Centro Cultural Kirchner.
En formato solista, a dúo o en trío, once grupos o artistas pasaron y entregaron una canción cada uno en homenaje al músico que está cumpliendo 70 años y pusieron en acto la penetración de una música y un modo de hacer música argentina inolvidable que seguirá percutiendo por años y décadas.
Hubo apuestas más arriesgadas, un interesante acercamiento en teclado y caja de ritmos y sonidos de Nico Sorín a “Quizás, porque” -único tema del primer longplay de Sui Generis, “Vida” de 1972, que se tocó en el CCK- y otras absolutamente viradas a la improvisación jazzera como “Ojos de videotape” del trío de Ernesto Jodos (piano), Sergio Verdinelli (batería) y Mariano Otero (contrabajo), y “Nos siguen pegando abajo” de Diego Schissi acompañado por Diana Arias en contrabajo.
Hernán Jacinto y Andrés Beeuwsaert en piano, cada uno por su lado, marcaron también los amplios horizontes que puede encerrar la música de Charly y que como un tesoro puede expandirse y alcanzar dimensiones insospechadas que hacen aún más queridas las versiones originales.
El megaconcierto de homenaje a Charly García en el día de su cumpleaños número 70 arrancó esta tarde a las 14 con los acordes de la emblemática “Confesiones de invierno”, uno de los primeros himnos que inmortalizó el músico en el segundo disco de Sui Generis y que fue abordado por una orquesta de cámara de tres violines, tres violas, dos cellos, contrabajo, flauta, oboe, corno, percusión y piano.
Esta formación, con quince músicos y dos directores vestidos de negro y luciendo brazaletes Say No More fue la encargada de repasar en formato camarístico parte de la producción de Charly en el primero de cuatro bloques que tiene este concierto gratuito que se transmite en streaming y durará hasta las 22.
El grupo académico, a través de un delicado trabajo arreglístico fue uniendo distintas piezas de García, poniendo de manifiesto la riqueza melódica de las creaciones del máximo rockstar argentino, maleables y dispuestas a asumir distintos formatos, registros e interpretaciones, que jugaron a modo de reformulaciones que nunca olvidaron el original del cual provenían.
Una platea atenta, colmada, expectante, recibió la música que llegaba desde el escenario con alegría y fue transitando sin excesos este reencuentro extraño de música, gente e interpretaciones en vivo en la pospandemia, en un concierto plagado de sensaciones afectivas por el tributo que rinde y la dimensión del creador al que celebra.
El momento culminante de este primer bloque, donde la música de Charly fue bañada por delicadas líneas académicas fue el desierto existencial que dibujó García en “Yendo de la cama al living”, que arrancó las primeras palmas siguiendo la música e inyectó adrenalina a un concierto de mucha suavidad y densidad aérea.
Los arregladores Julián Caeiro y Pablo Salzman hicieron un recorrido casi cronológico por el repertorio de García, arrancando un primer bloque de canciones encadenadenas donde a “Confesiones de invierno” siguieron “Cuando ya me empiece a quedar solo”, “Alto en la Torre” e “instituciones”.
Luego fue el turno de “Cinema Verité”, “Desarma y Sangra / 20 trajes verdes” y “Alicia en el país”, en un bloque que puso en juego texturas y climas, con la configuración acaso más dramática de la invención musical de García.
Fragmentos orquestados de “Superhéroes”, “Ojos de Videotape” y el remate de “Yendo de la cama al living”, con violín eléctrico al frente dieron a la platea el clímax óptimo para empezar a imaginar un descenso apacible y calmo, guiados por los vientos suaves de algún planeador del alma con “Adela en el carrusel” y “Tema de amor”.
Aunque nunca fue ajeno a las cuerdas ni las orquestas, el trabajo camarístico que abrió el megaconcierto del CCK puso en juego las lógicas de las reinvenciones y los dispositivos para abordar una música siempre abierta y con capacidad de ser repensada constantemente y desde diversos ángulos.
El megaconcierto continúa en su tercer bloque musical, en el que se esperan fuertes novedades, con su veta más rockera, asentada en una banda estable conformada por Fabián “Zorrito” Quintiero en teclados, Fernando Samalea en batería, María Eva Albistur en bajo y Fernando Kabusacki en guitarras.
A ellos se irán uniendo Erica Di Salvo, Ulises Di Salvo, Rosario Ortega, Juan Ingaramo, Alina Gandini, María Rosa Yorio , Guido Spina, Raúl Porchetto, Andy Chango, Alejandro Medina y Lola Medina entre más.
La misma banda estable volverá el escenario del Auditorio Nacional a las 19.30 para compartir con Julieta Venegas, Richard Coleman, Christian Basso, Benito Cerati, Cucuza Castiello, Emmanuel Horvilleur, Pablo Guyot y Alfredo Toth, Julia Zenko, El Zar, Brenda Asnicar, Mavi Díaz, Lito Epumer, Leo García, Celeste Carballo, Sara Hebe, Rosario Ortega, Joaquín Levinton, Leandro Lopatín, Hilda Lizarazu, El príncipe idiota y Fernando Ruíz Díaz.
El concierto del CCK se puede seguir en vivo por YouTube, Facebook, Contar y Latir! y por Nacional Rock.
CRM con información de la agencia Télam