Entrevista

Ricardo Darín: “Cada uno le va a dar a 'El Eternauta' la interpretación que quiera”

Alicia García de Francisco

22 de abril de 2025 14:04 h

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Ricardo Darín se metió en la piel de Juan Salvo, el héroe de la mítica novela gráfica El eternauta y, aunque asegura que en su adaptación a una serie televisiva trabajaron en una historia de pura ciencia ficción, reconoce que en el mundo actual de extremismos puede haber otras interpretaciones para el espectador.

“El mundo está en una situación actualmente muy extraña en donde hay fuerzas extremas” que “están irrumpiendo nuevamente, están llegando a los primeros planos de la escena internacional”, lo que permite que cada persona que vea la serie, que se estrena en Netflix el 30 de abril, pueda darle una interpretación diferente, señala el actor.

Insiste en que trabajaron sobre la historia de ciencia ficción creada por el guionista Héctor G. Oesterheld y el ilustrador Francisco Solano López, que comenzó a publicarse por entregas en 1957 y que se convirtió en una de las novelas gráficas más importantes de Latinoamérica. “Es un grupo de personas que se ve amenazado por una fuerza extraña que aparece de pronto”, una historia irreal a la “que cada uno le va a dar la interpretación que quiera. Y me parece que eso está bien porque es la libertad del espectador”.

La serie tardó varios años en concretarse y empezó a prepararse durante la pandemia, una situación que fue muy similar a la que viven los protagonistas de una historia distópica que se desarrolla en las calles nevadas y vacías de Buenos Aires.

“Hay un segmento de nuestra última historia reciente que ha distorsionado lo que es la percepción del tiempo. Y yo creo que eso es la pandemia, esa cosa de vernos de golpe, obligados a estar aislados, sin contacto con los demás”, explica Darín, para quien ese período reciente hace más fácil la conexión del espectador con la historia que cuenta El eternauta.

Sentado con calma en un hotel de Madrid, amable y educado como suele ser, Darín habla con entusiasmo de su papel de Juan Salvo, un personaje que conocía pero en el que no empezó a profundizar hasta que hace años le hablaron de la posibilidad de interpretarlo.

Con una impecable producción y la solvencia de un gran grupo de intérpretes -junto a Darín están Marcelo Subiotto, Carla Peterson, César Troncoso, Andrea Pietra, Ariel Staltari o Claudio Martínez Bel-, la serie mantiene el espíritu de la novela original aunque introduce bastantes cambios en su línea narrativa.

Ahora llega a Netflix la primera temporada y ya hay una segunda en preparación que se rodará al año que viene, porque era imposible contar toda la historia de la novela en solo seis episodios.

Por el momento, todo el equipo quiere disfrutar de la recepción de esta primera entrega. “Todos estamos muy, muy intrigados y entusiasmados al mismo tiempo”, reconoce el protagonista de títulos como El secreto de sus ojos (2009), Relatos salvajes (2014) o Argentina, 1985 (2022), películas muy diferentes a esta serie, que es el primer trabajo de ciencia ficción para el actor, que se muestra asombrado por la diferente forma de rodar este tipo de historias.

“Es raro, es algo nuevo. A mí me sorprendió mucho la tecnología, el uso de la tecnología”, recuerda el intérprete, que se sintió muy arropado por todo el equipo técnico, que explicaba claramente lo que iba a ocurrir en cada momento.

Porque, asegura, “es difícil trabajar con pantallas digitales”, pero muchos de los escenarios que se ven en la pantalla son reales, construidos “por unos equipos incansables” en una enorme producción en la que participaron 2.900 personas.

Y si actuar en general es difícil, lo es aún más en este tipo de proyectos porque “estás dependiendo y supeditado a cosas que van a aparecer después y no tenés herramientas al alcance de tu mano en el momento de trabajar”. Ahí entra en juego la imaginación y contar con un director como Bruno Stagnaro, que les ayudó para que esa desazón que sentían fuera soportable.

Tecnología a la que se unió Inteligencia Artificial en la postproducción, un tema que preocupa mucho al actor, que sufrió una campaña realizada sin su conocimiento en la que decía cosas que “no pienso ni pensaré jamás”.

“No hay mucho para hacer al respecto. Te la tenés que comer”, lamente Darín, preocupado como actor y como ser humano. “A cualquiera de nosotros nos puede ocurrir. Te pueden hacer decir lo que quieran. Cualquiera. Los haters, los hackers o como quieran llamarlo. Estamos en un momento raro. Es un momento bisagra, me parece a mí”.

Un momento bisagra -“soy una bisagra que camina”, dice divertido- que para él está lleno de proyectos, una próxima película, la segunda temporada de El eternauta o el regreso a Madrid de nuevo con la obra Escenas de una vida conyugal en septiembre.

“Tengo demasiadas cosas para adelante como para pretender más”, dice con una sonrisa, aunque lo piensa de nuevo y sí desea algo: dormir una siesta. 

Sobre el papa Francisco

Darín recordó que la elección del papa Francisco fue “un cimbronazo” en Argentina y ahora, tras su fallecimiento este lunes y la posibilidad de que el conservadurismo regrese al Vaticano, se revaloriza más la figura de un pontífice que “movió los cimientos de la Iglesia”.

“Hoy a la mañana casi te diría que por primera vez tomé conciencia de hasta qué punto este hombre movió los cimientos de la Iglesia en durante su papado”, señaló el actor.

Para Darín, la posibilidad de que regrese el conservadurismo es lo que lo hizo darse cuenta de “las líneas que él fue abriendo en distintos sentidos, como la incorporación de la mujer a la Iglesia, tan dejada de lado durante siglos, el esfuerzo por la paz mundial y su cercanía con la gente más humilde, precisamente por su forma de ser”.

Eso lo ha llevado a “revalorizar muchísimo su figura y su rol, que como todos sabemos, no es solamente religioso, es un rol políticamente muy importante a nivel mundial”.

Jorge Bergoglio fue el primer papa argentino y su elección para su país “fue un cimbronazo, para católicos y no católicos, religiosos y no religiosos, fue un una cosa estrepitosa”.

Desde Argentina siguieron muy de cerca su papado. “Estuvimos al tanto sus negativas a volver a Argentina por razones que son entendibles, según el mismo declaró, de no querer hacer ningún tipo de apoyo político”.

“La historia juzgará si eso estuvo bien o mal, no lo sé”, apuntó Darín, que personalmente comenzó a reflexionar lo que supuso el periodo de Francisco al frente de la Iglesia católica al ver las informaciones sobre la elección de un nuevo papa.

Y además de darle más valor al trabajo que realizó, el actor también se preguntó si no se podía haber evitado la última salida del papa, el Domingo de Ramos.

“Son roles tan importantes que hay que ver si él no estuvo de acuerdo o si no lo pidió él mismo para estar en contacto por última vez con la gente”, algo que para Darín es “probable, teniendo en cuenta sus características y su temperamento”. 

Con información de la agencia EFE

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