En un país donde hay más televisores que heladeras, las imágenes importan. Para el presidente brasileño, es un triunfo. Cuando el mundo se defiende de una nueva y más feroz y veloz mutación del coronavirus que viene de Brasil, cuando en el Amazonas los pacientes se mueren asfixiados en las terapias intensivas porque en el pulmón del planeta no hay oxígeno para que respiren los enfermos de covid-19, el mismo día que en Washington su aliado Donald Trump abandona el poder, Jair Bolsonaro puede exhibirse al frente de una vacunación multitudinaria que a las 10.00 empieza oficialmente al mismo tiempo en los 26 estados y el Distrito Federal de Brasilia. Además, con una vacuna china sin pesados requisitos de refrigeración.
La exclusividad espectacular de la primicia absoluta ante las cámaras, sin embargo, le fue arrebatada a Bolsonaro. El estado de Goiás (centro-oeste) fue el primero en dar inicio en la tarde de hoy lunes a la vacunación contra la enfermedad del nuevo coronavirus, apenas recibió las dosis de la vacuna china CoronaVac enviadas a todos los estados del país por el Ministerio de Salud a través de la Fuerza Aérea Brasileña. El gobernador de Goiás, Ronaldo Caiado, del partido de centro-derecha Demócratas, médico de profesión, aplicó personalmente poco antes de las 17:00 hora local en la ciudad de Anápolis, la vacuna a Maria Conceição da Silva, de 73 años, quien es hipertensa y reside en un asilo de ancianos.
El ministro de Salud, Eduardo Pazuello, había anunciado las noticias en rueda de prensa el domingo. Aprobación de urgencia de la vacuna, aplicación televisada de las primeras dosis, distribución aérea por transporte militar a cada estado de los 6 millones que ya estaban listas -descontada la cronometrada aprobación sanitaria de la droga- y comienzo en simultáneo de la vacunación. La secuencia había sido preparada con cuidado.
La distribución de la vacuna se realizó mediante el uso de aviones de la Fuerza Aérea Brasileña, que la llevaron "a puntos estratégicos" definidos por cada estado.
El domingo se había conocido la aprobación de urgencia de la vacuna producida por la farmacéutica china Sinovac junto con el Instituto Butantan de San Pablo -el equivalente del Instituto Malbrán de la Argentina-. Pero el mismo día, Brasil también dio a conocer otra aprobación de urgencia, la de la vacuna que la Universidad de Oxford y la farmacéutica británica AstraZeneca produjeron en Brasil con la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz).
La distribución de la vacuna se realizó mediante el uso de aviones de la Fuerza Aérea Brasileña, que la llevaron “a puntos estratégicos” definidos por cada estado. “Está dado el primer paso para el inicio de la mayor campaña de vacunación en el mundo contra el coronavirus”, dijo Pazuello. “Todas las vacunas producidas por el Butantan están contratadas de forma integral y de forma exclusiva por el Ministerio de Salud” para el Plan Nacional de Inmunización, según la explicación del ministro.
Las primeras dosis fueron aplicadas el domingo a profesionales de la salud en el estado de Sao Paulo (sureste), minutos después de que la estatal Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) aprobara el uso de la vacuna china CoronaVac en Brasil.
El gobierno brasileño cuenta de manera inicial con los 6 millones de dosis que fueron distribuidos de forma proporcional en la capital y los 26 estados del país. “Cualquier movimiento fuera de esta línea está en desacuerdo con la ley”, advirtió el Ministro.
“El Ministerio de Salud viene trabajando junto con el Butantan para el desarrollo de la vacuna desde el inicio” y “todas las vacunas fueron compradas con recursos del Sistema Único de Salud”, añadió. Pazuello pidió además a la población “que no se relaje en las medidas preventivas” a pesar del inicio de la vacunación.
Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia en el mundo, al acumular hasta este domingo casi 8,5 millones de casos positivos y casi 210.000 fallecidos, según el balance del Ministerio de Salud.
elDiarioAR con Xinhua