Al menos 719 personas fueron detenidas y 45 policías resultaron heridos en la quinta noche consecutiva de disturbios en Francia por la muerte de un adolescente a manos de un policía. De acuerdo con el Gobierno francés fue una noche “más tranquila” que las precedentes, pero la tensión ya obligó al presidente Emmanuel Macron a posponer su visita oficial a Alemania.
“Noche más calmada gracias a la acción resuelta de las fuerzas del orden, que efectuaron 427 detenciones desde el comienzo de la velada”, señaló el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, a través de su cuenta de Twitter a las tres de la madrugada, hora local.
Cinco horas después, el diagnóstico de menos incidentes fue confirmado por su por su cartera al poner al día el total de detenciones de la noche hasta 719, mientras que el día precedente a la misma hora Interior había reportado 994 que posteriormente ascendieron hasta 1.311.
El resultado de los altercados también incluye 871 incendios en la vía pública y desperfectos en 74 edificios, cifras que suponen menos de la mitad del día anterior.
El Gobierno había decidido mantener el amplio dispositivo policial de 45.000 agentes desplegados en las calles, con especial presencia en lugares como Marsella y Lyon, que habían pedido refuerzos a la vista de la virulencia de los altercados que habían sufrido la noche precedente.
También en esas ciudades la noche fue más tranquila, aunque se vieron aún escenas de tensión. Igualmente, en París, un numeroso contingente policial tuvo que intervenir para abortar incidentes en la avenida de los Campos Elíseos poco antes de la medianoche.
Protestas en Bruselas
Un total de 35 personas fueron detenidas en Bruselas durante la noche del sábado en concentraciones en la capital belga para protestar por la muerte del joven francés. Según la agencia de noticias Belga, la policía de Bruselas-Ixelles realizó 35 arrestos administrativos, después de que en redes sociales se publicaran convocatorias sobre nuevas manifestaciones.
Los asistentes se reunieron cerca de una plaza de la capital belga y, de acuerdo con esta misma fuente, se habría instado a alterar el orden público.
Así, se procedió a la detención de 35 individuos, 31 de ellos menores de edad. Fueron arrestos preventivos para identificar a las personas.
En el caso de los menores, se avisó a sus padres para que fueran a buscarlos. El viernes, la policía de Bruselas-Ixelles había detenido a 94 personas y la de la zona norte de la capital belga, a 7.
El detonante de esta oleada de altercados fue la muerte de un joven de 17 años y ascendencia árabe llamado Nahel, que recibió un disparo mortal por parte de un policía cuando trataba de huir de un control policial en Nanterre, en la periferia de París, el pasado 27 de junio.
Las imágenes del incidente, grabadas por testigos, desataron una fuerte indignación en el país, lo que degeneró en disturbios sobre todo en los barrios populares de las grandes ciudades y en el cinturón metropolitano de París.
El entierro del joven se celebró este sábado en Nanterre en la intimidad, por deseo de la familia, que quería una jornada de “discreción” y “recogimiento”