En la histórica Plaza de la Constitución, la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, saludó a una multitud partidaria que aguardaba desde temprano el resultado de las elecciones, La coalición Sigamos Haciendo Historia, liderada por el oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), había ganado con cerca del 60% de los votos. La victoria largamente anticipada se había materializado. A las once y media de la noche, el Instituto Nacional Electoral (INE) anunció los resultados del conteo rápido con una diferencia de más de 30 puntos a favor de Sheinbaum. El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) felicitó a la candidata victoriosa inmediatamente después de que los resultados se dieron a conocer. En las elecciones federales participaron algo más de 60 millones de electores y los resultados permiten anticipar un control absoluto de las cámaras de diputados y senadores.
Mensaje de unión nacional y transformación social
En su mensaje desde el Zócalo, Sheinbaum, de 61 años, se comprometió a dar continuidad al programa político puesto en marcha por AMLO, el proceso llamado “Cuarta Transformación”. Las transformaciones precedentes, que lo sostienen, son la emancipación del dominio colonial español a inicios del s. XIX, las reformas laicas y sociales lideradas por el zapoteca Benito Juárez en el tercer cuarto del XIX, la Revolución Mexicana en la segunda década del s. XX El proyecto de AMLO se funda en el así llamado Humanismo mexicano Con este hábil sello, MORENA se desmarca de las variantes de socialismo y se ancla mucho más en el nacionalismo cardenista. Lázaro Cárdenas, presidente en 1936, nacionalizó el petróleo, defendió la soberanía de los recursos energéticos, e imprimió un giro estatista a la economía.
La autoridad de la ciencia y las pedagogías del trabajo
No es la primera vez que Sheinbaum es la “primera mujer” electa para un cargo. En 2018 fue elegida para ser la primera mujer en conducir la Ciudad de México -antes conocida como Distrito Federal; el “Defe”-. Durante cuatro años y medio le tocó llevar las bridas de una de las ciudades más importantes y la más poblada de Latinoamérica. Dos millones y medio de votos la respaldaron en esa oportunidad.
Parte de su mandato se desenvolvió en la situación crítica más cabalmente global en la historia planetaria reciente: la pandemia de covid-19. Sheinbaum tuvo su cargo la gestión social y sanitaria. Se diferenció del manejo del Ejecutivo nacional en las cuestiones de bioseguridad, La Ciudad de México adoptó un modelo de seguimiento de casos que se sirvió del saber y los conocimientos epidemiológicos para mantener a raya los efectos negativos de la enfermedad mundial. Se ha resaltado que la estrategia de Sheinbaum, más rigurosa y con mayor despliegue de esfuerzos y recursos del gobierno, contrastó con la de AMLO. La estrategia nacional fue mucho más laxa en sus controles y mucho más permisiva con la población. Una golondrina, que todavía no hace verano, pero un signo de diferenciación entre las gestiones del todavía mandatario y de su sucesora.
Otras miradas son más severas. León Krauze ha cuestionado que el Gobierno de la Ciudad de México gastó de manera inadecuada fondos públicos al suministrar ivermectina a la población. Gasto todavía más difícil de justificar cuando la evidencia empírica era insuficiente para sostener que el antiparasitario fuera efectivo para mitigar la enfermedad. En defensa de Sheinbaum se han aportado precisiones. Se ha insistido en que la Ivermectina era entregada como parte de un botiquín de medicamentos que se distribuyó entre todos los afectados por el virus. Más destacable, más excepcional, fue la gestión hospitalaria en un conglomerado urbano de dos decenas de millones de habitantes: aseguró que nadie se quedara sin cama de hospital de haber necesitado una.
La determinación de acciones fundamentadas en apoyo científico es parte del perfil académico que el entorno de la presidenta electa le ha procurado. La biografía oficial de Sheinbaum, Claudia Sheinbaum: Presidenta, obra del periodista Arturo Cano, pone énfasis en la dedicación y rigurosidad con la que la biografiada se dedicó a los estudios en sus años de adolescencia y juventud. Sheinbaum es licenciada en Física y doctora en Ingeniería energética. Su página en Google Scholar arroja 132 entradas de artículos científicos, reflejando una carrera por mucho tiempo dedicada a la academia. Además ha sido parte del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático que ha recibido el Nobel de La Paz en 2007, dato que figura tal cual en su biografía.
Durante los años al frente de la Ciudad de México la gestión de Sheinbaum se anotó el éxito de reducir la criminalidad. Bajaron los homicidios, los asaltos, el robo de autopartes, entre otros delitos. En un país acosado por la delincuencia organizada, la Ciudad de México es un remanso -relativamente- apacible. En términos económicos, el desempeño del ejecutivo de la capital mexicana está atravesado por los efectos de la pandemia. En términos de participación en la producción de riqueza, el empleo formal o la competitividad estatal la Ciudad de México padeció como casi cualquier otro lugar. Pero los hechos más lamentables ocurrieron con tragedias. El tres de mayo de 2021 un paso elevado de la línea más nueva del metro de la ciudad colapsó. 27 fallecidos y decenas de heridos fueron reportados. Las hipótesis que circularon fueron diversas y en muchas de ellas señalaron el desfinanciamiento del transporte de la ciudad por parte de la jefatura de la entidad.
La juventud de la militancia como elección y de la participación como vocación
Sheinbaum, nacida en 1962, se forjó en la política en las luchas estudiantiles de finales de la década de 1979 y de buena parte de la de 1980. Los movimientos universitarios de entonces todavía se tejían en medio de las tensiones entre corrientes marxistas, maoístas, trotskistas y comunistas de todo tipo. Los padres de Sheinbaum, de ascendencia judía y simpatías comunistas, fueron su puerta de entrada a la política discutida de manera cotidiana.
Durante los años 80 la UNAM estuvo amenazada por la posibilidad de implementar políticas de corte neoliberal de la mano del que era su rector, Jorge Carpizo. El estudiantado de la universidad, entre ellos una activa Claudia Sheinbaum, conformaron y apoyaron el Consejo Estudiantil Universitario. Allí Sheinbaum terminó de familiarizarse con la vida interna de los movimientos políticos y de reconocer y ser reconocida por quienes cumplían funciones de dirigencia. Muchos de ellos luego saltaron a la política de la ciudad y nacional, entre ellos la misma Claudia.
Cuando en el ancho camino del centro por el carril izquierdo se avanza mejor
El movimiento universitario proveyó cuadros que fueron relevantes en las elecciones nacionales de 1988. El PRI eligió a Carlos Salinas de Gortari, a la postre el gran presidente del neoliberalismo mexicano, como su candidato a la presidencia. En oposición, dentro del mismo PRI la corriente llamada democrática rechazó la línea política que se hizo dominante. Entre los opositores se encontraba un maduro Cuauhtémoc Cárdenas y un lozano AMLO. Con muchos otros del PRI, salieron para formar el Frente Democrático Nacional (FDN), partido que atrajo a los líderes del Consejo Estudiantil Universitario, incluida Sheinbaum,
Desde ese momento es posible seguir los desgajamientos partidarios que llevan a los militantes a seguir caminos distintos. Sheinbaum se aproximó al FDN. Después de la infructuosa candidatura de Cárdenas, ella y sus compañeros fueron fundamentales en la incubación del Partido de la Revolución Democrática (PRD, hoy parte de la coalición opositora). El PRD ganó el voto a la izquierda del PRI y tomó la jefatura del Distrito Federal desde que esta se elige por voto popular. En 2000 el Jefe de Gobierno elegido fue AMLO, quien designó a Sheinbaum al frente de la Secretaría de Medio Ambiente.
Defensora del voto, combatiente contra el fraude
En 2006, Sheinbaum asumió como vocera en la Defensa del Voto. En las elecciones presidenciales que antecedieron a esta movilización, el candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón, había superado a AMLO por un margen exiguo en circunstancias sospechosas. La Defensa del Voto se planteó como movilización contra el fraude. Sheinbaum cumplió tareas siempre muy cerca de AMLO. Después de su segunda derrota electoral en 2012, esta vez por más de 3 millones de votos, AMLO se marchó del PRD con sus seguidores y fundó MORENA. Desde esa plataforma, Sheinbaum fue alcaldesa de Tlalpan, luego Jefa de Gobierno. Y hoy, Presidenta electa. Otra vez, la primera mujer, Pero esta vez, al frente de la primera magistratura del primer país de Hispanoamérica.
El fuego arde pero el hielo quema
En medio de la refriega por el voto ciudadano, Xóchitl Gálvez atacó a Sheinbaum llamándola ·“dama de hielo”. No solo para retratarla como una mujer calculadora, estratégica -algo que posiblemente entre hombres sea considerado una virtud-, sino también para mostrar la indiferencia de la candidata de MORENA frente a las víctimas de los accidentes durante su jefatura o la desidia frente a las víctimas de la violencia en el país.
Claudia, por su parte, nunca perdió el guión de la campaña: La gente valora el gobierno de AMLO, apoya un sexenio más de MORENA, respalda la sucesión investida en Claudia. La compañera Claudia fue de manera constante la mujer que desde muchacha tocaba temas latinoamericanos en el charango, la mujer que se dirigió a estudiantes en pie de lucha para pedir sensatez o aquella que creó la Universidad Rosario Castellanos en sus años en la capital. Todo delineado en la producción de su imagen presidencial. Finalmente, victoriosa en la noche del primer domingo de junio del último año del sexenio en que AMLO cambió a México.
AGB