Un cayuco que partió con 101 migrantes (cien senegaleses y un guineano) hace más de un mes fue encontrado cerca de las costas de Cabo Verde y las autoridades del país rescataron a tan sólo 38 de ellos, por lo que se teme que el resto haya fallecido en el océano Atlántico.
La portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para el Este y el Cuerno de África, Yvonne Ndege, dijo a la Agencia EFE que el “número estimado de muertos” es de 63, ya que sólo se lograron confirmar siete muertes. Asimismo, se estima que 56 migrantes están desaparecidos: “Las personas desaparecidas en el mar se presumen muertas”, lamentó Ndege.
Los supervivientes se cifran en 38, “incluidos cuatro niños de entre 12 y 16 años”, agregó la portavoz.
La embarcación partió el pasado mes de julio desde Senegal, cuyo Gobierno informó a última hora del martes 15 que 38 personas que intentaban migrar a España habían sido rescatadas frente a la costa de Cabo Verde ese mismo día.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores destacó que la embarcación precaria partió de la localidad senegalesa de Fass Boye, en la región de Thiès (oeste), más de un mes antes del naufragio con 101 personas a bordo, según el relato de los supervivientes.
Los 38 supervivientes son 37 ciudadanos de Senegal y uno de Guinea-Bisáu y “actualmente están siendo atendidos en la isla de Sal”, según el comunicado de Exteriores citado por EFE.
Por otra parte, una portavoz de la OIM dijo a la agencia Europa Press que no se sabe qué ocurrió a bordo del cayuco durante el mes que estuvo a la deriva en el Atlántico. Safa Msheli detalló que, en ese largo periodo de tiempo, los migrantes pudieron sufrir hipotermia y deshidratación, aparte de ahogarse en aguas del océano.
Mientras, la activista que monitorea los flujos migratorios Helena Maleno elevó el número de muertos a más de 90 y 38 los supervivientes.
La fundadora de la ONG Caminando Fronteras denunció la política migratoria de los Estados y destacó que “si las búsquedas (de personas en el mar) fueran eficientes, estarían vivas” y si esas personas “fuesen blancas, estarían vivas”.
Según la página web de información sobre migración Info Migrants, el cayuco fue avistado el lunes 14 de agosto, a unos 300 kilómetros de la isla de Sal, perteneciente a Cabo Verde. Un pesquero español alertó a las autoridades de ese país, que acudieron a rescatar a los naufragos.
Un funcionario de Salud de la isla de Sal, Jose Rui Moreira, citado por Info Migrants, informó de que siete de los 38 supervivientes tuvieron que ser llevados al hospital, mientras que la morgue local recibió siete cuerpos que pudieron ser recuperados.
Los migrantes trataban de alcanzar las Islas Canarias, a través de una de las rutas migratorias más peligrosas entre África y Europa.
Según los últimos datos de Caminando Fronteras, la llamada ruta canaria (desde la costa occidental de África a las islas españolas) fue la más transitada en los primeros seis meses de 2023 y también la más mortífera: 778 personas fallecieron o desaparecieron en su intento de alcanzar Canarias, un número similar al registrado por la ONG en el mismo periodo del año pasado (800), a pesar de que el flujo migratorio decreció en este trayecto un 18% en la primera mitad de 2023.
“Estamos muy preocupadas porque las muertes se mantienen a pesar de que los datos del Gobierno español apuntan a una reducción del tránsito en las rutas migratorias. ¿Por qué seguimos teniendo tantas muertes? ¿Qué es lo que está pasando en el mar?”, se preguntó Maleno tras publicar esas cifras el pasado mes de julio.