El periodista y predicador evangélico Fabricio Alvarado disputará nuevamente la presidencia de Costa Rica este domingo con una propuesta conservadora y con un discurso siempre centrado en los valores cristianos y la familia tradicional, así como en la reactivación de la economía.
Su postura marcada por el conservadurismo y la religión lo llevó a Fabricio Alvarado al ascenso como candidato durante las elecciones de 2018. Su programa repudiaba rotundamente el matrimonio igualitario y toda iniciativa de legislación relacionada con la fecundación in vitro, el aborto o la identidad de género.
Con excepción de la interrupción voluntaria del embarazo, aquellos derechos ya han sido legalizados en Costa Rica, por lo que han quedado fuera de los ejes de discusión en la campaña presidencial 2022. Fabricio Alvarado ha centrado su campaña electoral actual en temas económicos como la reducción del impuesto al valor agregado (IVA), la exploración y explotación de los hidrocarburos y de otros recursos naturales, el desarrollo de infraestructura, el combate a la corrupción y la reforma educativa.
De 47 años y nacido en la capital San José, Alvarado incursionó en la política en 2013 con el Partido Restauración Nacional. Prácticamente nadie veía venir el ascenso del movimiento político de Alvarado, que terminó líder en la primera vuelta con el 24,99 % de los votos. En la segunda vuelta recién fue vencido. Obtuvo el 39 % de los votos contra el 60% del actual mandatario, entonces candidato del centroizquierdista Partido Acción Ciudadana: su casi homónimo Carlos Alvarado.
En esas elecciones la bancada evangélica conoció su mayor triunfo, tras alcanzar sorpresivamente 14 escaños de los 57 que integran el Congreso. Sin embargo, las divisiones intestinas hicieron que este Alvarado, junto con un grupo de diputados, se separara y creara su propio partido llamado Nueva República -también de derecha conservadora y neoliberal- con el cual ahora aspira a la presidencia.
La mayor experiencia política de Alvarado son sus cuatro años como diputado, cuando ocupó su banca en el Congreso durante el periodo 2014-2018. En su momento se le criticó su falta de preparación académica para ejercer la presidencia, así como su plataforma electoral, rica en desafíos a la modernidad social pero pobre en alternativas para la modernización económica. Cuatro años más tarde, su perfil llega renovado y es más y mejor reconocido.
El pastor Alvarado estudió Ciencias de la Comunicación Colectiva en la Universidad de Costa Rica, una carrera que no concluyó. Antes de ser elegido diputado y ocupar su banca en el Congreso, había trabajado durante una década como periodista en los noticieros de la cadena de televisión Repretel.
Posteriormente, se dedicó con mayor empeño y mejores éxitos a su carrera como cantante de música cristiana y predicador evangelista. Es un buen orador y sabe cómo generar proximidad con la gente.
En su etapa como cantante, Alvarado hizo giras por todo el país. Llevaba su música a templos evangélicos, una fe que según algunas encuestas profesa el 20 % de la población en Costa Rica. Fue sumando grabaciones comerciales como solista de música cristiana.
El candidato presidencial evangelista Fabricio Alvarado, que busca el triunfo en Costa Rica en nombre de la moral cristiana en una sociedad corrupta, sufrió los últimos días cuando su jefe de campaña fue acusado de enriquecimiento ilícito por la Justicia.
Casado con Laura Moscoa y padre de dos niñas, Alvarado ha ubicado en el corazón de su campaña política para las presidenciales 2022 que él es “la verdadera esperanza para Costa Rica”. La propaganda partidaria lo presenta como “el líder que el país necesita” para traer bienestar y calidad de vida para toda la ciudadanía. Su discurso se mantiene sostenido sobre Dios como fuente de justicia y fortaleza, sobre la primacía de lo espiritual, sobre los valores y principios cristianos y sobre la moral y la familia tradicionales.
En su plan de Gobierno destaca 14 acciones que desarrollará durante los primeros 14 meses. Así promete bajar el desempleo al 6 % e impulsar a Costa Rica hacia la competitividad económica regional y global.
Alvarado también ha resaltado su intención de que Costa Rica se incorpore a la Alianza del Pacífico para que la nación centroamericana “vuelva a ser punta de lanza a nivel internacional”. Busca atraer inversión extranjera directa y gestionar la creación de un “canal verde interoceánico” de 16 mil millones de dólares para trasladar mercancías y figurar en “mapa geopolítico mundial”.
En las últimas semanas, sin embargo, la campaña de este político cristiano campeón de los más firmes estándares morales se ha visto enturbiada. Gravita en su desmedro una denuncia de la Procuraduría de la Ética contra el diputado y jefe de campaña de su partido, Jonathan Prendas. Está acusado, bajo fundadas sospechas, del delito de enriquecimiento ilícito. El comunicador de la Nueva República habría recibido dádivas de un empresario durante un viaje a España en 2019 para participar en una conferencia de telecomunicaciones.
AGB con material de EFE y fuentes