El hermano de Jenni Hermoso asegura que Vilda le presionó para que la jugadora restara importancia al beso de Rubiales

Elena Herrera

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Rafael Hermoso, hermano de la futbolista española Jenni Hermoso, afirmó este miércoles en su declaración como testigo en el juicio a Luis Rubiales y su círculo de confianza que el entonces seleccionador, Jorge Vilda, le presionó para que convenciera a la jugadora para que saliera públicamente a restar importancia al beso que le había propinado el entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) durante la entrega de medallas del Mundial. A preguntas de la fiscal, Hermoso ha asegurado que Vilda —acusado de un delito de coacciones por estos hechos— le dijo en el avión que trajo de vuelta al equipo a España que si ella colaboraba con Rubiales tendría abiertas las puertas de la RFEF, pero que si no lo hacía tuviera en cuenta “las consecuencias profesionales y personales”. 

La defensa de Vilda, que se enfrenta a una petición de un año y medio de cárcel, trató de poner de manifiesto las contradicciones de Hermoso, que en dos entrevistas en televisión intentó minimizar los hechos. “No ha dado opción a que eso [el beso] le perturbe”, afirmó en una entrevista al programa 'El Chiringuito' de LaSexta en Madrid durante la celebración. “Se está diciendo que los familiares recibimos también coacciones (...). Jorge Vilda, yo hablé con él en cuatro ocasiones y en ningún momento a mí nadie se me acercó a decir nada”, dijo en otra intervención en 'Espejo Público' (Antena 3) que no se llegó a emitir. Preguntado por estos hechos, Hermoso ha reconocido que mintió en esas entrevistas para proteger a su hermana y para que el foco estuviera puesto en la victoria en el Mundial. 

Durante alrededor de media hora, el familiar se refirió a lo que ocurrió el 20 de agosto de 2023 en el estadio de Sídney y a las situaciones que él y su hermana vivieron en las horas y días posteriores. Así, aseguró que ya en el estadio ella le comentó que Rubiales le había dado un beso en la boca y que había sentido “asco”. Y que incluso antes de tomar el vuelo ya le comentó que la estaban “presionando” desde la Federación “para que se posicionara y restara importancia al hecho del beso”. Su testimonio ha sido ratificado después por Victoriano Martín, un amigo de la familia Hermoso que también se desplazó a Australia y que estuvo presente durante la conversación con Vilda.

Ambos han comparecido como testigo en el juicio en el que el expresidente federativo se enfrenta a una condena de hasta dos años y medio de cárcel por ese beso y por la trama que supuestamente urdió después para librarse de un escándalo que dio la vuelta al mundo y puso el foco sobre el machismo en el fútbol femenino. También están siendo juzgados Vilda, el ex director deportivo de la selección masculina, Albert Luque, y el exresponsable de marketing de la Federación, Rubén Rivera.

El procedimiento judicial que ahora se está enjuiciando se inició el 11 septiembre de 2023, tres semanas después de la final de Sídney. Sólo unos días antes del inicio de la investigación y, en medio de una presión creciente, Rubiales había renunciado para defender su “inocencia”. En ese momento se encontraba ya suspendido de sus funciones cautelarmente por la FIFA y la Fiscalía había presentado contra él una querella por delitos de agresión sexual y coacciones tras escuchar a la jugadora. El Ministerio Público acabó pidiendo para él dos años y medio de cárcel como autor de delitos de agresión sexual y coacciones y un año y medio de prisión para el resto de encausados por las coacciones.

Misa Rodríguez: “La vimos llorando”

La sesión de este miércoles también dejó otros testimonios que apuntalan la acusación contra Rubiales y su círculo de confianza. Así, ha tomado la palabra la arquera de la selección, Misa Rodríguez, que ha relatado cómo en el micro que trasladó al equipo al aeropuerto de Sídney vio a Hermoso “anímicamente mal”. “Jenni es una persona alegre, que disfruta el momento, y la noté que no estaba, que estaba pensando en otras cosas, cabizbaja”, aseguro. Además, contó que en el avión ella misma le trasladó a ella y a otras compañeras que se estaba sintiendo “presionada” porque le estaban pidiendo que hiciera un vídeo junto a Rubiales y ella no quería. “La vimos llorando”, afirmó la arquera.

También ha comparecido el exresponsable de fútbol femenino Rafael del Amo, quien confirmó que Rubiales pidió a Vilda que hablase con el hermano de la jugadora para “zanjar” la situación y relató que en el avión de vuelta a España vio cómo desde el entorno de Rubiales se estaba intentando “presionar o hablar” con Jenni Hermoso. Del Amo ha situado en el centro de esas maniobras al propio Rubiales, a Antonio Gómez-Reino, exdirector de Relaciones Institucionales de la RFEF; al exdirector de Comunicación, Pablo García Cuervo; y al jefe de gabinete de Rubiales, José María Timón.

Este último fue el primer testigo en comparecer en la sesión de este miércoles. Durante su interrogatorio trató de desvincularse de las supuestas presiones a la jugadora y su entorno. Así, ha señalado que él se limitó a recomendar al expresidente que hiciese un vídeo, cuyo guion confeccionó Rubiales. Y ha rechazado haber intervenido en la reunión celebrada el 23 de agosto de 2023 —tres días después de la final— en el despacho de Rubiales y donde presuntamente se trataron detalles de la investigación interna que se había abierto en la RFEF sobre la acción del presidente. Es una reunión que otros testigos han definido como una especie de gabinete de crisis y en la que varios situaron a Timón.

De hecho, su intervención ha quedado en entredicho después por la declaración de Del Amo. E incluso la fiscal Marta Durántez ha llegado a sugerir que estaba encubriendo a sus superiores. “¿Está insinuando que se está callando algo? Queréllese contra él si cree que está incurriendo en falso testimonio”, ha tratado entonces de zanjar el juez.