Israel sigue los pasos de EEUU y abandona el Consejo de Derechos Humanos de la ONU
El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Sa'ar, anunció este miércoles a través de la red social X (antes Twitter) que el Estado de Israel se suma a EEUU y tampoco participará en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
“Israel da la bienvenida a la decisión del presidente Trump de no participar en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU”, arranca su mensaje el ministro de Benjamín Netanyahu, que este mismo martes se reunía con el mandatario estadounidense.
Sa'ar asegura que este consejo “ha protegido tradicionalmente a quienes violan los derechos humanos” y que les permite “escapar del escrutinio” mientras, defiende, “demoniza de forma obsesiva la única democracia de Oriente Medio”, en referencia a Israel.
El ministro de Exteriores israelí insiste en que esta “discriminación” está “clara” y enfatiza que el Consejo de Derechos Humanos “se ha centrado en atacar a un país democrático y en propagar el antisemitismo, en lugar de promover los derechos humanos”
Sa'ar continúa su argumentación para abandonar el Consejo de Derechos Humanos alegando que Israel es “el único país” con un asunto dedicado específicamente a él y recuerda que ha sido objeto de más de 100 resoluciones condenatorias, más del 20% de todas las resoluciones aprobadas por el consejo.
“¡Israel no aceptará más esta discriminación!”, finaliza su mensaje.
Ambos países acusan al Consejo de “discriminación”
La decisión anunciada por el ministro israelí llega después de que el presidente de EEUU, Donald Trump, anunciase la salida del país del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, una medida que ya adoptó en su primer mandato, cuando la representante de su Administración ante la ONU, Nikki Haley, alegó que en el seno del organismo existía un “prejuicio crónico contra Israel”.
Haley aseguró en 2018 que “la hostilidad interminable hacia Israel” era una prueba de que el Consejo actuaba con base en prejuicios políticos y no en los derechos humanos.
Trump y Netanyahu coinciden en sus críticas y en sus desplantes a la ONU, y los dos mandatarios han mostrado una muy buena sintonía en otros asuntos, desde el primer mandato del republicano. En aquel entonces, Trump logró que varios países árabes reconocieran el Estado de Israel y firmaran los llamados Acuerdos de Abraham, con los que normalizaron sus relaciones; además, el republicano trasladó la Embajada de EEUU de Tel Aviv a Jerusalén, reconociendo de esta forma que la Ciudad Santa es la capital de Israel, tal y como el Estado judío reivindica.
Netanyahu pudo viajar a Washington sin temor a ser arrestado de acuerdo con la orden de detención por crímenes de guerra y contra la humanidad emitida el pasado noviembre por la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, cuya jurisdicción Washington no reconoce y cuya decisión ha condenado enérgicamente.
Trump defiende desplazar a los palestinos de Gaza
Este martes, el presidente Donald Trump anunciaba ante el primer ministro israelí que “Estados Unidos se hará cargo de la Franja de Gaza” y volvía a defender, como ya hizo en el mes de enero, que los palestinos abandonen su tierra. “En su lugar, pueden ocupar toda una hermosa área con casas y seguridad, y pueden vivir sus vidas en paz y armonía”, afirmaba el republicano ante un Netanyahu sonriente.
Trump aseguró que reconstruirá la Franja tras desplazar “permanentemente” a sus habitantes y que la convertirá en la “Riviera de Oriente Medio”.
“Nos apropiaremos [de Gaza] y seremos responsables de desmantelar todas las bombas peligrosas sin detonar y otras armas en el territorio, nivelar el terreno, eliminar los edificios destruidos, allanarlo, crear un desarrollo económico que proporcione una cantidad ilimitada de empleos y viviendas para la gente de la zona, hacer un trabajo genuino para lograr algo diferente”, afirmaba Trump.
Hamas ha respondido rechazando las declaraciones: “Las consideramos una receta para crear caos y tensión en la región”, ha dicho Sami Abu Zuhri, un alto dirigente de Hamas.
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