En medio de las protestas, Macron mantiene el rumbo con su polémica reforma de las pensiones

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El presidente de Francia, Emmanuel Macron, mantiene el rumbo con su impopular reforma de las pensiones tras la sexta noche de protestas espontáneas en el país y en vísperas de una nueva jornada de movilización convocada por los sindicatos.

Macron, cuyo Gobierno sobrevivió este lunes a una moción de censura por solo nueve votos, habló este miércoles por primera vez desde la aprobación del texto en una entrevista a las dos principales cadenas de televisión a mediodía. Sobre la primera ministra, Élisabeth Borne, dijo: “Tiene mi confianza para liderar este equipo de Gobierno”.

El presidente ha mostrado su confianza en que la reforma de las pensiones, que depende ahora del dictamen del Consejo Constitucional, “entre en vigor a finales de año”, y planteó de nuevo que es “necesaria”.

“Esta reforma es necesaria. Y se lo digo a los franceses, no me alegro. Me hubiera gustado no hacerla”, declaró el mandatario francés, quien intentó justificar una vez más la necesidad de la reforma de las pensiones, fuertemente contestada por la oposición y en la calle, para equilibrar el sistema. “Tenemos que invertir en nuestros servicios públicos, nuestras escuelas, nuestra sanidad. No podemos coger este dinero y dedicarlo a las pensiones. Así que la fórmula mágica que es implícitamente el proyecto de todos los que se oponen a esta reforma es el déficit”.

Durante la entrevista, Macron se mostró “dispuesto a asumir la impopularidad”. “Entre las encuestas, el corto plazo y el interés general del país, elijo el interés general”, dijo. Las encuestas muestran una gran mayoría de franceses se oponen a la reforma, que retrasa dos años, hasta los 64, la edad mínima de jubilación. El presidente de la República admitió: “No hemos conseguido transmitir la necesidad de esta reforma”.

Algunos de sus principales colaboradores habían dicho que el jefe de Estado galo no tenía intención de anunciar ni una remodelación de su Gobierno, ni una convocatoria anticipada de elecciones legislativas ni la organización de un referéndum sobre su reforma de las pensiones. Se esperaba, en cambio, un mensaje para intentar relanzar este segundo mandato –en el que todavía le quedan más de cuatro años– en su peor crisis política y social.

Los sindicatos convocaron para este jueves la que será la novena jornada de movilización contra la reforma en poco más de dos meses. Esperan sacar de nuevo a cientos de miles de personas a la calle para obligar a Macron a suspenderla, una vez que el proyecto de ley ya está formalmente aprobado por decreto desde el jueves de la semana pasada, un procedimiento controvertido que recibió validación con el fracaso este lunes de las dos mociones de censura, la primera por los pelos, que presentó la oposición.

Este texto seguirá su camino democrático. Fue elaborado por el Gobierno tras meses de consultas. Luego fue adoptado por el Gobierno, que lo modificó tras una consulta en el Parlamento. Ahora debemos esperar a que el Consejo Constitucional se pronuncie y será al término de esta decisión cuando tendré que promulgar un texto que permita que las cosas evolucionen”, anunció Macron.

La oposición presentó recursos ante el Consejo Constitucional y pretende forzar al Gobierno a convocar un referéndum, para lo que necesita 4,5 millones de firmas.

Macron señaló durante la entrevista que quiere que la primera ministra “construya un programa de gobierno” y “ampliar” la “mayoría presidencial” en el Parlamento. “Tenemos que avanzar, tenemos que apaciguar y tenemos que reconstruir una agenda parlamentaria y de reformas volviendo a comprometernos con los sindicatos y con todas las fuerzas políticas que estén dispuestas a hacerlo”.

Siguen las protestas

Desde que el Ejecutivo decidió adoptar la reforma sin voto parlamentario, se multiplicaron las manifestaciones espontáneas, lo que elevó aún más la presión. Este martes, se produjeron de nuevo protestas y disturbios contra la reforma de las pensiones y hubo medio centenar de arrestos en París en la noche del martes al miércoles. Los datos son de la Prefectura de Policía de París, cuyo responsable, Laurent Núñez, afirmó a la emisora France Info que los agentes no llevan a cabo arrestos preventivos, en respuesta a las acusaciones de la oposición de izquierda, que reprocha prácticas policiales intimidatorias.

Por la tarde, tuvo lugar una concentración en la Plaza de la República convocada por los sindicatos, que al final degeneró en desperfectos del mobiliario urbano y en enfrentamientos con las fuerzas del orden, que recurrieron a los gases lacrimógenos. Hubo más manifestaciones, con al menos 5.000 personas en total según las prefecturas (delegaciones del Gobierno), en diferentes ciudades del país como Grenoble, Lille, Rennes o Nantes.

Este miércoles por la mañana, las protestas continuaron con bloqueos en el acceso a una refinería cerca de Burdeos, a depósitos de carburante en Fos-sur-Mer, cerca de Marsella, o al puerto de esta misma ciudad del sureste de Francia. También hay operaciones de este tipo en Bayona, en Lorient, en Vannes, en algunos casos con piquetes que impidieron la entrada o salidas de autobuses.

Los paros que se llevan a cabo de forma más o menos ininterrumpida desde hace más de dos semanas en sectores como el transporte público, las refinerías, la energía o la recogida de basuras, podrían agravarse este jueves. Este miércoles, a causa de la huelga de controladores aéreos, las compañías tuvieron que anular un 20% de los vuelos en el aeropuerto parisino de Orly y en el de Marsella. 

Con información de EFE.

LC