El mundo de la cultura se une en España para denunciar “el retorno de la censura” tras los pactos de PP y Vox

Laura García Higueras

0

Una obra de teatro sobre un maestro republicano fusilado, otra de Virginia Wolf que aborda la homosexualidad, una tercera que habla sobre trastornos alimentarios, la última película de Buzz Lightyear que incluye un beso lésbico. Estos cuatro títulos tienen en común haber sido recientemente censurados en cuatro municipios diferentes por sus autoridades municipales, gobernados por el Partido Popular y Vox. La respuesta desde el ámbito de la cultura no tardó en llegar. La recién surgida Plataforma de Artes Libres emitió este miércoles un comunicado con el que esperan recabar apoyos para hacer frente a los vetos ideológicos que se están produciendo.

Un texto del que se han hecho eco los intérpretes Aitana Sánchez Gijón, Alba Flores, Susi Sánchez, Carlos Bardem, Natalia de Molina, Juan Diego Botto, María Adánez, Asier Etxeandía, Miguel Rellán, Laura Galán, Carolina Yuste, Hugo Silva, Gorka Otxoa, Leticia Dolera, Víctor Clavijo, Anabel Alonso, Emma Suárez, Esther Acebo, Elena Martín, Eneko Sagardoy, Irene Arcos, Ana Wagener, Olivia Delcán, Itziar Castro, Carmen Ruiz, Abril Zamora, Dafne Fernández, María Botto, Lydia Bosch y Omar Ayuso; directores de cine como Montxo Armendáriz, Isa Campo, Andrea Jaurrieta, Mabel Lozano, Pilar Palomero, Laura Hojman y Patricia Font; cantantes como Rodrigo Cuevas, Ismael Serrano, Rocío Saiz, Supremme de Luxe y Sole Giménez; dramaturgos como Pablo Messiez; escritores como Guillém Clua, Alana S. Portero, Elisabeth Duval, Bob Pop, Lucía Lijtmaer, Maruja Torres, Rosa Montero y Javier Giner; y guionistas como Alberto Caballero y Diego Pinillos.

También el Ministro de Educación y Deporte, Miquel Iceta. Del mundo de la política se pronunciaron otros nombres como Yolanda Díaz, Félix Bolaños, Héctor Gómez, Pilar Alegría, Carla Antonelli, Mónica García, Alejandra Jacinto, Eduardo Rubiño e Idoia Villanueva. Isabel Aguilar, directora del FIT (Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz) y Enrique Viralta, director del Máster en Gestión Cultural y del Instituto y Tecnología de la Carlos III mostraron igualmente su apoyo.

“Las y los profesionales del mundo de la cultura queremos denunciar el retorno de la censura que está atentando contra la libertad de expresión. Un derecho consolidado social y democráticamente en nuestra Constitución”, defienden en el escrito difundido.

“Exigimos la protección de nuestros derechos fundamentales porque sin cultura no hay democracia”, concluyen tajantes en su texto, que compartieron instituciones entre las que se encuentran el Centro Dramático Nacional, la SGAE, la Associació Professional Dansa Illes Balears, la Asociación MIM, los Premios Max, ALMA Guionistas, FAETEDA, y la Unión de Actores y Actrices; y la Academia de las Artes Escénicas de España. Además de compañías de teatro como Teatro Defondo, Kamikaze, Teatro del Barrio, Teatre Lliure y Proyecto 43-2; editoriales como Dos Bigotes, La Imprenta y Talentura; y productoras audiovisuales como Caballo Films y Tandem Films.

Desde la plataforma explican que su iniciativa nace como reacción a la “increíble situación por la que están pasando las Artes Escénicas y la Música, en la que se están produciendo cancelaciones de espectáculos y cancelaciones por todo el Estado, estrictamente motivadas por criterios políticos y partidistas”.

Una lista de cancelaciones que se engrosa

En los tres casos citados que afectan a piezas de teatrales, el modus operandi fue prácticamente el mismo: la aprobación para ser representadas por los gobiernos previos –PP y Ciudadanos, PSOE; y PSOE, Més y Unidas Podemos– de las localidades afectadas que, al pasar a manos de PP y Vox tras las elecciones celebradas el pasado 28 de mayo, fueron canceladas.

A principios de junio, la compañía de teatro madrileña Teatro Defondo cerró presupuesto y fechas con el Gobierno en funciones del Ayuntamiento de Valdemorillo –en ese momento liderado por PP y Ciudadanos– para representar Orlando: una biografía, la novela escrita por Virginia Woolf en 1928. La autora indagó en ella sobre tabúes como la sexualidad y la homosexualidad femenina; y es considerada como una de sus grandes obras maestras. La nueva dirección del Ayuntamiento, ahora conformada por PP y Vox, les comunicó la semana pasada que “por decisión de equipo de gobierno” no programará la obra.

El director de la compañía compartió un comunicado valorando que, tras haber mantenido una conversación telefónica con el consistorio, entendió que se trataba “de un caso de veto ideológico por parte de la concejala entrante”, haciendo referencia a la nueva responsable del área de Cultura, Victoria Amparo Gil Movellán (Vox). Una llamada telefónica fue igualmente la vía por la que Xavier Bobés y Alberto Conejero fueron informados de que su obra sobre el profesor republicano Antoni Benaiges, cuya representación estaba prevista para el próximo 15 de julio en Briviesca (Burgos), no se llevaría a cabo.

La función, finalista en los Premios Max y los Premios de la Crítica había sido aprobada con el anterior equipo del gobierno, del PSOE. El paso del mando, que convirtió a José Solas (PP) en nuevo alcalde, motivó el cambio de decisión. El dirigente aseguró que la cancelación está vinculada a cuestiones económicas; pero Bobés descartó que se tratara de una cuestión monetaria o técnica, hablando directamente de “censura”. “Es el momento de afrontar juntas y juntos la situación inquietante de nuestro país, exigiendo a todas las administraciones la salvaguarda de la libertad de expresión y el acceso a la cultura, y el respeto a las compañías y espectadores”, advirtió Conejero.

El PP fue también quien vetó en Palma de Mallorca NUA, una obra que aborda los trastornos alimentarios, transmitiendo de forma “cruda” sus síntomas y cómo los cánones de belleza afectan a estas enfermedades. El consistorio, que venía de estar gobernado por PSOE, Més y Unidas Podemos y depende ahora del PP, indicó repitiendo el patrón que es una cuestión presupuestaria y por no estar en sintonía con “la línea de espectáculos que se programarán con los nuevos cambios de gobierno”.

Esta vez fuera desde la oposición, Vox exigió en Getafe al Gobierno liderado por Sara Hernández (PSOE), que modificase el contenido de la obra La Villana de Getafe por contener “insinuaciones sexuales” que “en ningún momento incluía” el texto de Lope de Vega. Desde el Ayuntamiento cargaron contra su argumentario y aseguraron: “Nosotros no censuramos”. El director de la función, Marcos Toro, se pronunció sobre lo sucedido este miércoles a través de sus redes sociales: “Condeno que se haga uso de la cultura para confundir y crear desasosiego ante la mirada inocente de una ciudad y sus ciudadanos”.

“A los afines a Vox, tengo que responder que no hay maldad en la ejecución de mi propuesta. Pero parece que no ocurre lo mismo desde la mirada de quien lo percibe... Tan solo cierto sector unido a Vox considera insano mostrar símbolos que forman parte de la naturaleza, y que la humanidad ha utilizado para referirse a la fertilidad y la sexualidad”, añadió antes de afirmar que, durante la representación: “No hubo signos de incomodidad entre el público. Y en el susodicho caso de que así fuera, esa incomodidad también forma parte de nuestro trabajo”.

El cine también se vio afectado. Carmen Pérez Tejedor (PP) es la alcaldesa del Ayuntamiento de Bezana (Cantabria), cuya Concejalía del Cultura representa Manuela Bolado (Vox). Esta área fue la responsable de censurar la proyección de la película Lightyear porque en ella aparecen dos mujeres besándose.