El Gobierno militar de Myanmar bloqueó este sábado el acceso a Internet para intentar evitar la difusión de lo que fueron las mayores protestas desde el golpe de Estado que depuso al Ejecutivo civil y detuvo a sus principales dirigentes, entre ellos la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
ONGs como la Organización de la Sociedad Civil de Myanmar o Amnistía Internacional denunciaron que el Gobierno de facto no solo bloqueó las redes sociales, sino también la conectividad a Internet a través de teléfonos celulares.
Estas organizaciones pidieron a las principales empresas de telecomunicaciones del país que no corten además las líneas de teléfono, a las que califican como “la únicas formas de comunicación” en el país asiático.
El Ejército ya había pedido el bloqueo de redes como Instagram, Twitter y Facebook en una maniobra denunciada por organizaciones como Human Rights Watch, precisó la agencia Europa Press.
Pese a la caída del servicio, medios como Channel News Asia o Myanmar News informaron de las manifestaciones de miles de personas, que en algunos casos bloqueando calles, tal como ocurrió en la capital Naipyidó o en Rangún, la ciudad más grande del país.
“Abajo la dictadura militar”, gritaron los manifestantes, que enarbolaron banderas rojas con los colores del partido de la Liga Nacional para la Democracia, el partido de Suu Kyi que estaba en el poder desde 2015, consignó la agencia de noticias AFP.
También se divulgaron imágenes de personas con el brazo en alto y tres dedos elevados, saludo que se convirtió en signo de rebelión en Asia y que se replicó en otras protestas como las que hubo contra la monarquía en Tailandia.
Las Fuerzas Armadas derrocaron el lunes al Gobierno y detuvieron a los principales políticos, bajo el argumento de que no se hizo nada ante las denuncias de fraude en las elecciones de noviembre pasado hechas por los propios militares.
El actual jefe del Ejército, el general Min Aung Hlaing, con una causa en la justicia argentina por genocidio, se autoproclamó líder por un año para luego celebrar elecciones “libres y justas”.
Puso fin así a una década de Gobiernos civiles que asumieron tras casi medio siglo de dictadura en un país que tiene una larga historia de conflictos entre etnias desde su independencia del Reino Unido en 1948.
La ONU tuvo ayer un primer contacto con los militares de Myanmar, dijo el secretario general Antonio Guterres, que insistió en el llamado a que los líderes civiles sean liberados y exigió a la comunidad internacional que haya unidad para condenar la situación.
El Consejo de Seguridad del organismo adoptó una declaración común en la que pide la liberación de los detenidos, pero no condenó formalmente el golpe de Estado.
Con información de agencias.
IG