“Una vez que la justicia civil se ha pronunciado, sólo queda aceptar la verdad judicial, sin más consideraciones”. Esto es lo más parecido a una disculpa que se puede leer en la carta que el prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz, ha hecho llegar a Juan Cuatrecasas, el padre de la víctima del 'caso Gaztelueta'. Lo que denominan “justicia civil” hace referencia a la sentencia en vía penal confirmada por el Tribunal Supremo.
La respuesta llega tras la misiva enviada por Juan Cuatrecases tanto a Ocáriz como al prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria, en la que exigía se repusiera el buen nombre de su hijo después agotarse la vía judicial por abusos sexuales que condenó al profesor del colegio Gaztelueta de la Obra.
Una carta, fechada el 2 de mayo, y que sólo ahora ha sido recibida por Cuatrecasas (hubo un problema en Correos que impidió la recepción de la misma) a través de un correo electrónico. En la misma, el prelado del Opus Dei acusa recibo de la carta del 29 de marzo, y al tiempo que lamenta “la judicialización y la mediatización de un caso tan complejo como éste”, ofrece su “cercanía” a Cuatrecasas y su familia. La carta sale a la luz días después de que entrara en vigor el Motu Proprio del Papa en el que degrada al Opus Dei.
“Una vez que se ha pronunciado el Tribunal Supremo de España y se ha agotado la vía judicial penal, todos debemos acatar la sentencia”, admite Ocáriz, apuntando que “tanto el colegio Gaztelueta, como un representante de la Santa Sede (el prefecto Ladaria), sacaron unas conclusiones que no se corresponden con las de la justicia civil”.
De hecho, Ladaria exigió a todas las instancias a “reponer el buen nombre” del profesor “falsamente acusado” que, hoy, agotada la vía judicial, está condenado a dos años de cárcel por pederasta, sin que el todavía prefecto de Doctrina de la Fe haya pedido disculpas.
“En todo caso, una vez que la justicia civil –que es la que debe imperar en la sociedad– se ha pronunciado, solo queda aceptar la verdad judicial, sin más consideraciones”, subraya, en una expresión medida hasta el extremo, Ocáriz.
¿Por qué el Opus no se ha pronunciado oficialmente después? La respuesta del prelado del Opus Dei es chocante, pues viene a cuestionar el proceso judicial que llevó a la condena al profesor numerario José María Martínez Sanz: “Si la Prelatura no ha hecho manifestaciones públicas acerca de la sentencia sobre un profesor laico ha sido precisamente por un deseo de respeto hacia la verdad judicial, sin poner de manifiesto las mencionadas anteriores conclusiones contradictorias con la justicia civil, o las mismas consideraciones del Tribunal Supremo de España, que ponen de manifiesto defectos procesales en el juicio sobre el caso, aunque no lleguen a anularlo”.
“La decisión de evitar otros pronunciamientos públicos ha sido precisamente el modo de manifestar respeto hacia su hijo Juan, y le pido perdón si ha podido ser interpretado de otro modo. Reitero una vez más lo señalado arriba: todos debemos acatar la sentencia”. Pero no pedir perdón a la víctima.
En lo que sí concede Ocáriz respuesta a la solicitud de Cuatrecasas es en lo tocante al blog abierto por el colegio Gaztelueta, utilizado para desacreditar a la familia. “He invitado a las autoridades del colegio a que cierren el blog que han utilizado en estos años para responder a las demandas informativas sobre el caso, una vez que la justicia civil se ha pronunciado. Lo hago como una invitación, en el respeto de la autonomía de dirección y gestión del colegio, pero con el deseo de que así sea”. Según ha podido saber elDiario.es, el blog ya se ha eliminado.
Tras recordar las directrices del Opus Dei en materia de protección de menores, que buscan “evitar cualquier riesgo de explotación, abuso sexual o maltrato en las actividades que se llevan a cabo en los centros de la Prelatura, y que deseamos que inspiren también a todas las actividades que se desarrollan en instituciones que reciben algún tipo de apoyo pastoral por parte del Opus Dei”.
“Ojalá este tipo de instrumentos, y las asociaciones como la que usted promueve, sirvan para erradicar y combatir eficazmente este tipo de abusos, que dejan heridas profundas y a veces insalvables”, concluye el prelado del Opus Dei, quien se despide asegurando su “aprecio” y deseando “lo mejor para usted y toda su familia, y muy especialmente para su hijo Juan”.
Esta es la carta de Fernando Ocáriz a Juan Cuatrecasas:
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