La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, renunció después de permanecer seis semanas en el cargo y tras perder la autoridad en su partido acorralada por las críticas internas. La líder conservadora se convierte así en la cuarta jefa del Gobierno británico que se ha visto forzada a renunciar en poco más de seis años.
La rebelión de los tories ha llevado a su líder a la dimisión, con más de una docena de diputados del partido gobernante asegurando que no confiaban en ella. Truss perdió su autoridad tras haber tenido que desmantelar la práctica totalidad de su proyecto fiscal por el terremoto desencadenado en los mercados financieros.
La crisis política ha terminado de agravarse después de la dimisión de Suella Braverman como ministra de Interior y el caos durante una votación parlamentaria este miércoles en la que decenas de diputados conservadores no cumplieron la disciplina de voto.
Truss asumió el cargo el pasado 6 de septiembre tras imponerse en las elecciones internas del Partido Conservador para suceder a Boris Johnson gracias al voto de las bases –la votación de los diputados conservadores la ganó su rival, el exministro de Economía Rishi Sunak– con la promesa de rebajar los impuestos, una estrategia que se ha visto obligada a dar marcha atrás.
Con información de elDiario.es