Qatar fue el principal mediador en el conflicto entre Israel y Hamás y consiguió pactar la única tregua que hubo en Gaza desde el comienzo de la devastadora ofensiva israelí el pasado 7 de octubre, aunque la calma sólo duró una semana.
La tregua temporal concluyó el 1 de diciembre e Israel reanudó sus ataques contra Gaza e, incluso, los extendió al sur de la Franja, causando más destrucción y un nuevo desplazamiento de la población palestina, cada vez más arrinconada en la única zona del enclave considerada segura.
“La pausa terminó cuando ambas partes no pudieron formular una lista viable para el octavo día”, explica a elDiario.es el portavoz del Ministerio de Exteriores de Qatar, Majed Al Ansari, que fue el encargado de anunciar cada día lo pactado por Israel y Hamás. Ambos debían entregar a los mediadores una lista de personas que estaban dispuestos a liberar y la otra parte tenía que dar su visto bueno para proceder. De esa forma fueron liberados más de 100 rehenes y 240 mujeres y menores palestinos excarcelados de las prisiones israelíes.
Ahora, Qatar busca un acuerdo más amplio que incluya a todos los rehenes: “Necesitamos un acuerdo que plantee la cuestión de los rehenes de forma holística y no por partes, que plantee una tregua más sostenible y no una pausa que se renueve cada día”, afirma Al Ansari. Además, el Gobierno qatarí busca que el acuerdo incluya todos los aspectos, también el humanitario, desde el acceso por el paso fronterizo de Rafah y la apertura de otros corredores humanitarios, al suministro de agua, electricidad y comunicaciones, y el movimiento de las personas dentro y fuera de Gaza. “Todas estas necesidades tienen que formar parte de este nuevo acuerdo”, asegura el portavoz, admitiendo que es un objetivo ambicioso.
“El acuerdo original incluía específicamente a mujeres y niños, y la lógica es pasar de las mujeres y los niños a los hombres civiles y a los militares”, agrega. “Esperamos que podamos lograr un acuerdo más amplio que incluya términos sobre los que todas las partes estén de acuerdo para que todos los rehenes sean liberados”. En estos momentos quedan unos 138 rehenes en manos de las milicias palestinas en Gaza.
Volver a la mesa de negociaciones
“La escalada (de la violencia) sobre el terreno no está permitiendo que esto ocurra”, lamenta Al Ansari, pero se muestra confiado en que, “a través del empuje sin descanso” que Qatar y sus aliados están haciendo, van a conseguir que las partes vuelvan a la mesa de negociación. Esa 'mesa' se encuentra en Qatar, donde han acudido representantes de Israel, EEUU y Egipto, y donde residen varios líderes políticos de Hamás.
“Los canales de comunicación permanecen abiertos. Nuestros negociadores todavía hablan con las dos partes”, asegura el portavoz qatarí, transmitiendo seguridad en el delicado trabajo que estuvo haciendo ese equipo de mediadores, con amplia experiencia en otras negociaciones complicadas –como las que llevaron a un acuerdo entre EEUU y los talibanes en 2020–.
Los canales de comunicación permanecen abiertos. Nuestros negociadores todavía hablan con las dos partes
“Seguimos sin descanso, independientemente de los retos. Seguimos estando resueltos [a conseguirlo] y hemos tomado la decisión desde el primer día de que todo lo que se pueda hacer, lo haremos, a pesar de la presión, las dificultades o la imposibilidad de la situación sobre el terreno”, remacha Al Ansari, vestido con la tradicional túnica blanca y la kufiya en la cabeza.
“Cada día que retrasemos nuestro trabajo como mediadores, más vidas se pierden”, añade. Casi 18.000 personas murieron en Gaza en los pasados dos meses, según cifras de las autoridades locales aceptadas por la ONU.
Al Ansari admite que la influencia que EEUU tiene sobre Israel es fundamental y ayudará a lograr el acuerdo al que Doha aspira. “Hablamos siempre con nuestros socios en EEUU sobre la necesidad de que presionen incluso más a favor de la paz porque, al final, sabemos que nadie puede influir sobre Israel excepto los americanos”.
Precisamente por eso, Qatar no esconde su molestia por el veto de su aliado más poderoso en el Consejo de Seguridad de la ONU, que impidió la aprobación el pasado viernes de una resolución que pedía un alto el fuego humanitario en Gaza. El veto generó una indignación y una incredulidad que fueron expresadas por muchos de los participantes en el Foro de Doha, celebrado este domingo y lunes en la capital de Qatar. El secretario general de la ONU también expresó su decepción por el bloqueo.
“Tenemos que convencer a los israelíes de que tienen que aceptar un acuerdo, primero por razones humanitarias y, segundo, porque su propia seguridad requiere que esta guerra termine lo antes posible. Cada día que pasa, la perspectiva de (alcanzar) la paz entre israelíes y palestinos disminuye”, alerta Al Ansari. “Nuestro objetivo común ahora mismo es alcanzar una situación en la que los israelíes y los palestinos puedan sentirse seguros, en la que todo el mundo en la región pueda sentirse seguro. En este momento, nadie está seguro”.
Nuestro objetivo común ahora mismo es alcanzar una situación en la que los israelíes y los palestinos puedan sentirse seguros, en la que todo el mundo en la región pueda sentirse seguro
La prioridad para el Gobierno de Doha es detener la violencia lo antes posible, tal y como declararon sus líderes y, sólo cuando cese el estruendo de las bombas, hablar del futuro de Gaza y de una solución más duradera al conflicto entre Israel y Palestina.
“Debe haber un alto el fuego y, voy a ser honesto, estamos decepcionados porque el Consejo de Seguridad (de la ONU) no pudo conseguirlo a pesar del llamamiento del secretario general”, afirmó el ministro de Estado de Asuntos Exteriores qatarí, Mohammed bin Abdulaziz Al Khulaifi, en su intervención en el Foro de Doha este lunes.
“La guerra tiene que parar y eso es lo que vamos a intentar como Estado, un Estado eficaz”, agregó, destacando que su Gobierno “está comprometido desde el primer día y ha demostrado al mundo que habla con las acciones”. “No estamos definiendo una postura, hemos ido más allá desempeñando un papel efectivo en el proceso de paz”, dijo Al Khulaifi, apuntando que los demás países de la región deben “hacer más” para lograr ese alto el fuego.
En ese sentido, el ministro explicó que Qatar está en contacto con todos los países de la región, incluido Irán, para coordinarse y evitar que el conflicto se propague por Oriente Medio y para rebajar la tensión, que también se disparó entre Israel y Líbano, en concreto con el grupo chií libanés Hizbulá. “Hemos establecido una task force en el Ministerio de Exteriores para supervisar esta crisis y uno de los objetivos es que no se expanda”, explicó el ministro.