Rusia ha sustituido este miércoles al comandante de las fuerzas militares que combaten en Ucrania desde febrero de 2022, cargo que asumirá Valeri Guerásimov, actual jefe del Estado Mayor del Ejército ruso.
Guerásimov, de 67 años, releva al general Serguéi Surovikin, quien fue el que recomendó en noviembre la retirada rusa del norte de la región ucraniana de Jersón, el revés más reciente sufrido por las tropas rusas en el conflicto. Surovikin fue nombrado máximo comandante ruso en el campo de batalla en Ucrania el pasado mes de octubre.
Por orden del ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, Surovikin ejercerá a partir de ahora el cargo de subjefe de la agrupación conjunta de tropas en la zona de la llamada “operación militar especial”, eufemismo con el que el Kremlin se refiere a su invasión de Ucrania.
El motivo del nombramiento de Guerásimov es “la ampliación de la magnitud de los objetivos a cumplir y la necesidad de la organización de una cooperación más estrecha entre las diferentes tropas del Ejército ruso”. La llegada de Guerásimov al cargo también busca mejorar la calidad de los suministros y la efectividad del mando de la agrupación de fuerzas.
Surovikin, que tiene experiencia de combate en Siria, ya es jefe de la Fuerza Aérea. El otro subjefe de las fuerzas rusas en Ucrania será Oleg Saliukov, comandante del Ejército de Tierra, y Alexéi Kim, subjefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.
“No creo que esto se deba a que Surovikin sea considerado un fracaso. Ciertamente es posible que esto haya sido impulsado por razones políticas. Como comandante unificado en Ucrania, Surovikin se estaba volviendo muy poderoso y probablemente estaba pasando por alto a Shoigu/Gerasimov cuando hablaba con Putin”, ha comentado en Twitter el analista militar occidental Rob Lee. “Esto reafirma la posición del Ministerio de Defensa supervisando la guerra. (...) Esto también puede ser en parte una respuesta al papel cada vez más influyente y público de Wagner [grupo de mercenarios] en la guerra”.
Desde la toma de la localidad de Lisichansk a principios de julio del pasado año, el Ejército ruso sufrió varios reveses, como la retirada de Jersón, incluso la capital regional, y de parte de la región de Járkov.
Seguidamente, Shoigú anunció una urgente reforma del Ejército que incluía el aumento del número de hombres hasta el millón y medio, casi la mitad de ellos militares profesionales.
En estos momentos, las tropas rusas y las unidades de la compañía militar privada Wagner combaten en las calles de la localidad de Soledar, en la región de Donetsk.
La conquista de ese baluarte sería la primera victoria rusa en más de medio año y puede allanar el camino para atacar Bakhmut, un importante cruce de caminos que conduce a los principales bastiones ucranianos del Donbás.