Rusia y Occidente están llevando a cabo un importante canje de prisioneros, uno de los mayores desde la Guerra Fría, que incluye a 26 personas recluidas en cárceles de siete países, entre ellas el periodista del Wall Street Journal Evan Gershkovich, el ex marine estadounidense Paul Whelan y el periodista ruso-español Pablo González, que fue detenido en febrero de 2022 en la localidad polaca de Rzeszow, según ha detallado su entorno en un comunicado. En la lista de liberados, informa el Washington Post, también está el periodista y opositor ruso Vladímir Kara-Murza.
Según la presidencia turca, 10 presos, entre ellos dos menores, han sido trasladados a Rusia, 13 a Alemania y tres a Estados Unidos. El intercambio se ha llevado a cabo en el Aeropuerto EsenboÄa, en Ankara bajo la la coordinación de los servicios secretos turcos (MIT), según la cadena turca NTV. “Hoy se ha llevado a cabo una operación de intercambio coordinada por nuestra organización, que ha jugado un importante rol de mediación en esta operación, la más amplia de los últimos tiempos”, reza un comunicado del MIT citado por NTV.
La radiotelevisión pública turca TRT señala que los afectados llegaron a Turquía en siete aviones procedentes de Estados Unidos, Alemania, Polonia, Eslovenia, Noruega y Rusia.
Aun se desconocen todos los detalles del canje. Estados Unidos llevaba meses negociando la liberación de Gershkovich, reportero del Wall Street Journal, que fue condenado recientemente en la ciudad de Yekaterimburgo, capital de los Urales, a 16 años de prisión en un caso por espionaje que el periódico para el que trabaja tacha de “falso”. El ex infante de marina estadounidense Paul Whelan también cumplía otra pena de 16 años de cárcel por espionaje. Estados Unidos ha negado las acusaciones contra ambos.
Por su parte, la defensa de Pablo González, quien ha estado encarcelado en Polonia durante casi dos años y medio, ha dicho que su liberación “marca un hito significativo en favor de la libertad de todos los periodistas que se encuentran en estos momentos presos en diversos países”.
Días de rumores
El Kremlin mantuvo hasta ahora un riguroso silencio sobre los crecientes rumores sobre un inminente canje masivo de presos con varios países occidentales, aunque la prensa ha informado de preparativos y del movimiento de un avión que aparentemente podía ser utilizado con ese fin.
La prensa rusa, así como la occidental, informaba desde hace días sobre los preparativos para el canje entre Rusia y Occidente. La agencia oficial RIA Nóvosti había indicado que un avión especial An-148, que fue utilizado para el intercambio en diciembre de 2022 del traficante de armas ruso Viktor But por la basquetbolista estadounidense Brittney Griner y en abril de ese año para el canje del piloto Konstantín Yaróshenko por el exmarine Trevor Reed, habría aterrizado este jueves en el enclave báltico de Kaliningrado y despegado poco después con destino desconocido.
Según la radio eslovena N1, la Justicia del país balcánico había expulsado a dos supuestos espías rusos con el fin de que participaran en dicho intercambio. Se trataba de Artem Viktorovic Dulcev y Ana Valerevna Dulceva, quienes se declararon culpables de los cargos de espionaje y falsificación de documentos, ya que utilizaban pasaportes argentinos falsos con los nombres Ludwig Gisch y Maria Rosa Mayer Munos.
Moscú estaba muy interesado en la liberación del agente ruso Vadim Krásikov, condenado en Alemania a cadena perpetua en diciembre de 2021 por el asesinato de un opositor georgiano-checheno en Berlín en 2019. Con ese fin, el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, indultó este martes al ciudadano alemán Rico Krieger, que había sido condenado a muerte en junio por terrorismo.
La primera señal de alerta sobre un posible canje la dieron los abogados y familiares de varios conocidos presos políticos rusos, que desaparecieron de las cárceles donde cumplían condena. Es el caso del opositor Iliá Yashin, aliado del fallecido Alexéi Navalni, y el septuagenario activista Oleg Orlov, dirigente de Memorial, organización que recibió el Nobel de la Paz en 2022. También se desconocía el paradero de Ksenia Fadéyeva, antigua diputada municipal en la ciudad siberiana de Tomsk y colaboradora de Navalni. Así como de Lilia Chánisheva, representante de Navalni en la región de Bashkiria.
Además, se supo que desde hace tres días la administración de la penal de Omsk, donde cumplía su condena el político y periodista Vladímir Kara-Murzá, niega el acceso de los abogados a su cliente, por lo que tampoco se puede confirmar su paradero.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania en febrero de 2022 se ha multiplicado el número de presos políticos en Rusia, en su mayoría por criticar la campaña militar en el país vecino.