El Ejército de Israel dio el primer paso de la operación terrestre y avanzó hacia Gaza, el territorio palestino con 40km de costa sobre el Mar Mediterráneo, sin discontinuar los feroces ataques de la aviación militar. Ahora sumaron un bombardeo de alta intensidad con la artillería. Tampoco Hamas, el grupo militante que domina la Franja, discontinuó el lanzamiento de ráfagas de cohetes hacia al interior israelí.
Simultáneamente, los ataques de tumultuosos grupos racistas han continuado propagándose tierra adentro en Israel en el peor caos por enfrentamientos físicos de árabes contra judíos, y viceversa, conocido en años. Durante la noche del miércoles y lo largo del jueves, numerosos manifestantes judíos de extrema derecha tomaron las calles de todo el país en busca de árabes, al mismo tiempo que los ciudadanos palestinos de Israel se enfrentaron armados a la policía, según se ha informado.
British Airways (BA) -la aerolínea de bandera de Gran Bretaña- se unió a varias aerolíneas estadounidenses en suspender los vuelos al aeropuerto internacional Ben Gurrión, el más grande de Israel, ubicado en las afueras de la ciudad de Tel Aviv. “La seguridad y protección de nuestros colegas y clientes es siempre nuestra principal prioridad, y continuamos monitoreando la situación de cerca”, dijo BA. Otros vuelos a Israel fueron cancelados o desviados a un aeropuerto ubicado cerca de la ciudad turística y portuaria Eilat, a orillas del Mar Rojo al sur del país. Parece que es la primera vez que Israel ha utilizado al aeropuerto internacional Ramon como alternativa a Ben Gurrión debido a un conflicto.
Los planes de ataque terrestre, fueron presentados por los jefes militares, quienes consideraron que ameritaban llevarse adelanta, al gobierno de Israel que tuvo la última palabra, dijo un vocero del ejército.
Los planes para intensificar la operación se aceleraron cuando el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, comunicó a sus colegas del gabinete que el país había rechazado una propuesta de Hamas para un ‘alto el fuego’. La oferta de una tregua se había conoció el miércoles a través del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, que citó a un alto funcionario de Hamas quien dijo que el grupo islamista estaba listo para detener los ataques sobre una “base de mutuo acuerdo”, informó el sitio web Ynetnews
El jueves temprano, miles de israelíes ingresaron en refugios antiaéreos después de que sonaran las sirenas de advertencia en Tel Aviv, la capital económica emplazada en el centro del país, y también por primera vez -desde que los disturbios se intensificaron esta semana- en el valle de Jezreel ,conocido como Llanura de Estrelón, en el norte.
El Ejército israelí ha llevado a cabo cientos de ataques aéreos en Gaza desde el lunes. Mató a cuatro altos comandantes de Hamas y una docena más de operativos de Hamas. Dos edificios de gran altura -que contienen apartamentos y oficinas- en la ciudad de Gaza fueron atacados, inutilizados y dejados en ruinas. Se han lanzado más de 1.500 cohetes desde Gaza, según estimaciones del ejército israelí.
Más de 103 personas han sido asesinadas en la Franja, incluidos 27 menores, y más de 580 sufren heridas, según el Ministerio de Salud de Gaza informó a última hora del miércoles. Siete personas murieron en Israel, comunicaron los funcionarios médicos del Estado, incluido un menor y un niño de cinco años muerto por metralla el miércoles en la ciudad fronteriza de Sderot del Distrito Meridional, en la región del Negev Occidental, y más de 200 sufrieron lesiones.
A medida que la crisis continuaba empeorando, la empresa energética estadounidense Chevron dijo que había cerrado la plataforma de gas natural Tamar frente a la costa israelí como medida de precaución. Israel dijo que seguirá satisfaciendo sus necesidades energéticas sin problemas, pese a esta clausura.
Mientras se prolongaba el conflicto, Israel parecía estar a punto de perder el control de sus ciudades “mixtas”, como Lod y Acre, donde viven mayoría de judíos y minoría de árabes. Netanyahu ha pedido a judíos y árabes israelíes que cesen los ataques entre ellos. “No me importa que tu sangre esté hirviendo. No puedes tomar la ley en tus manos ni hacer justicia por mano propia”, declaró. Sin embargo, Netanyahu se había comprometido anteriormente a restaurar el orden “con mano dura, a sangre y fuego si es necesario”, y su ministro de Seguridad, Amir Ohana, parece alentar la violencia de las turbulentas multitudes.
El miércoles, Ohana pidió la liberación de un judío arrestado por la policía israelí por vincularlo con un tiroteo fatal contra un árabe en la ciudad de Lod, luego de que una sinagoga y otras propiedades judías fueran incendiadas. Ohana dijo, sin aportar pruebas, que el francotirador “actuó en defensa propia”. Añadió que los “ciudadanos respetuosos de la ley que portaban armas” (judíos) eran una ayuda para las autoridades.
Más tarde, el miércoles, un grupo de exaltados israelíes de extrema derecha sacaron a la rastra a un hombre -que pensaron que era árabe- de un automóvil y lo golpearon hasta que quedó tendido en el suelo, inmóvil, paralizado y ensangrentado.
Las imágenes de este ataque en Bat Yam, un suburbio de Tel Aviv, se transmitieron en vivo por televisión. Sin embargo, la policía y los servicios de emergencia no llegaron al lugar sino15 minutos después, mientras la víctima yacía inerme en medio de la calle.
Se publicaron videos en las redes sociales de lo que parecían ser otros intentos de linchamiento durante la noche. Se informó de la quema de tiendas y restaurantes en ciudades de todo Israel, incluidas Acre, Haifa y Tiberíades. La policía arrestó a más de 400 personas.
El miércoles temprano, el presidente de EEUU, Joe Biden, habló con Netanyahu y expresó su esperanza de que el aumento de la violencia centrada en Gaza termine pronto. “Mi expectativa y esperanza es que esto se cerrará más temprano que tarde, pero Israel tiene derecho a defenderse”, declaró Biden.
Biden no explicó las razones de tanto optimismo. Por su parte, los voceros de Netanyahu dijeron que la respuesta al presidente de EEUU sostenía que Israel “continuará actuando para atacar las capacidades militares de Hamas y los otros grupos terroristas activos en la Franja de Gaza”.
En medio de las informaciones sobre los mediadores egipcios que estaban intentando negociar un acuerdo para poner fin a los combates, Benny Gantz, el ministro de defensa israelí, anunció: “Israel no se está preparando para un ‘alto el fuego’. Actualmente no hay una fecha de finalización para la operación. Solo cuando logremos un silencio total podremos hablar de calma”.
El secretario de Estado de EEUU, Tony Blinken, condenó los ataques con cohetes durante una comunicación telefónica con el presidente palestino, Mahmoud Abbas. Y enfatizó la necesidad de reducir las tensiones, dijo el Departamento de Estado de EEUU. Abbas es un rival de Hamas cuya autoridad se limita a la Cisjordania ocupada por Israel.
Hady Amr, el subsecretario de Estado adjunto de los EEUU para asuntos israelíes y palestinos, viajará a la región el fin de semana para reunirse con los líderes israelíes y palestinos. En las próximas semanas se hará una nominación para el puesto vacío de embajador de EEUU en Israel, informó la Casa Blanca.
Desde que las hostilidades se intensificaron el lunes por la noche, Hamas ha disparado alrededor de 1.500 cohetes desde Gaza hacia territorio israelí, según la última estimación del ejército israelí. El lanzamiento de unos 350 cohetes fracasó, mientras que otros cientos más fueron interceptados por el sistema de defensa aérea Iron Dome ('Cúpula de Hierro') de Israel, avisó el Ejército.
El ejército israelí había informado con anterioridad de que había matado a cuatro altos comandantes de Hamas en una “operación compleja y única en su tipo” junto con el servicio de inteligencia y seguridad general interior de Israel, Shin Bet. Entre los muertos se encontraban el comandante de la Brigada de la Ciudad de Gaza, Bassem Issa , el jefe del cibercomando y el jefe de la red de producción de Hamas, siempre egún un comunicado de la agencia de seguridad.
Traducción de Alfredo Grieco y Bavio