Al menos ocho aviones de guerra rusos parecen haber quedado dañados o destruidos en el reciente ataque a la base aérea de Saki, en Crimea, según muestran las imágenes satelitales. Las fotografías contrastan con las afirmaciones rusas de que ninguno sufrió daños.
A última hora del miércoles, la fuerza aérea ucraniana aseguró que al menos nueve aviones rusos fueron destruidos en tierra tras las fuertes explosiones del martes en la base aérea de Saky que, según Rusia, causaron un muerto, 14 heridos y daños en decenas de casas cercanas.
Comparison of August 9th and August 10th imagery show very large craters, many destroyed aircraft, and destroyed buildings. It looks like a direct hit on the building on the left, so whatever it was seems accurate. pic.twitter.com/QyLn86PUjw
— Eliot Higgins (@EliotHiggins) August 10, 2022
Kiev no ha reivindicado públicamente la autoría del ataque –aunque lo hace en privado–, mientras que un asesor del presidente Zelenski ha sugerido que podrían haber participado partisanos.
El propio Zelenski se refirió al ataque en su discurso del miércoles por la noche. “En un solo día, los ocupantes han perdido 10 aviones de combate: nueve en Crimea y uno más en dirección a Zaporiyia”, dijo. “Los ocupantes también han sufrido nuevas pérdidas de vehículos blindados, almacenes con municiones y rutas logísticas”.
Rusia ha tratado de restar importancia al ataque, negando que ninguna aeronave resultara dañada en las explosiones y admitiendo únicamente que “varias municiones de aviación detonaron” en una zona de almacenamiento de la instalación. Sin embargo, las fotos satelitales recién publicadas parecen mostrar varios aviones de combate destrozados en la base militar de Novofedorivka, lo que constituye nuevas pruebas que sugieren la posibilidad de un ataque dirigido.
Las imágenes, de la empresa estadounidense Planet Labs, muestran grandes zonas de tierra quemada y daños en la pista de aterrizaje junto a los restos carbonizados de los aviones militares.
Las fotografías tomadas por el operador privado de satélites en torno a las 8 de la mañana del 9 de agosto –aproximadamente cuatro horas antes del ataque– y en torno a las 16.40 horas del 10 de agosto, muestran que al menos ocho aviones resultaron dañados o destruidos.
Las imágenes del antes y el después son la primera confirmación independiente de los daños sufridos en la base, lo que plantea preguntas sobre cómo es posible que un lugar situado a más de 160 kilómetros de la línea del frente haya sido atacado.
Eliot Higgins, fundador y director del medio de investigación Bellingcat, afirmó en Twitter que no se le ocurre otro episodio en la historia reciente “en que Rusia haya perdido tantos activos aéreos en un solo día” en una serie de tweets el jueves.
“Puedo distinguir tres cráteres en sitios que parecen ser utilizados para el almacenamiento, por lo que podría ser que fueron objeto de un ataque y todo lo demás quedó destruido con la explosión de los que estuviera allí almacenado”, señaló. “Una forma de interpretar esos cráteres es que se trata de ataques precisos de una munición de largo alcance”, añadió. Según él, esos cráteres miden “unos 20 25 metros de ancho... lo que significaría una munición bastante grande”.
El secretario de Defensa británico, Ben Wallace, declaró a la BBC que Reino Unido todavía estaba tratando de establecer los hechos sobre las explosiones de la base aérea, pero añadió que cree que es poco probable que el ataque se llevase a cabo con armas occidentales. La base aérea, argumentó, es un objetivo legítimo para las fuerzas armadas de Ucrania.
La base aérea de Saki, en Crimea, alberga cazas Su-30M, bombarderos Su-24 y el transportador Il-76, utilizados regularmente para lanzar ataques con misiles contra Ucrania y patrullar el Mar Negro y sus alrededores. Crimea está reconocida internacionalmente como parte de Ucrania, pero fue tomada por Moscú en 2014.
El asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestovych ha dicho que las explosiones son el resultado de un ataque con armas de largo alcance de fabricación ucraniana o del trabajo de los guerrilleros ucranianos que operan en Crimea.
Otros comentarios y vídeos también sugieren que los daños causados fueron considerables. Sergey Aksyonov, el jefe de la Crimea ocupada nombrado por Rusia, informó de la muerte de una persona, 13 heridos, 252 realojados y 62 bloques de apartamentos dañados.
Un vídeo que ha circulado en redes sociales y geolocalizado en un aparcamiento cercano a la base muestra varios coches calcinados o dañados y con las ventanas reventadas, aparentemente a causa de las fuertes explosiones. Otro breve vídeo muestra un avión destruido en la pista, aunque no ha podido ser verificado.
“Oficialmente Kiev ha guardado silencio al respecto, pero extraoficialmente los militares reconocen que fue un ataque ucraniano”, señala el analista militar ucraniano Oleh Zhdanov.
Según varias fuentes, la timidez pública de Ucrania sobre el ataque está en parte diseñada para preservar cierta ambigüedad sobre los medios utilizados, lo que ha generado una gran especulación sobre cómo Kiev ha sido capaz de atacar tan dentro de las líneas rusas en uno de los primeros ataques en suelo de Crimea desde que la invasión rusa comenzó en febrero.
Justin Bronk, analista de aviación del think tank Rusi, dice que, habiendo estudiado los vídeos del incidente en las redes sociales, no ha podido ver ninguna prueba de misiles y está “casi seguro” de que hubo “explosiones secundarias” de almacenes de munición o depósitos de combustible situados en la pista de aterrizaje o cerca de ella.
Eso le ha llevado a concluir que, en su opinión, “la teoría actual más probable es que las fuerzas especiales ucranianas llevaron a cabo el ataque infiltrándose lo suficientemente cerca de la base para lanzar y guiar pequeños drones y atacar así a los aviones estacionados o a los camiones o depósitos de combustible”.
El Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, dice que no puede determinar de forma independiente la causa de las explosiones, pero señala que las explosiones simultáneas en dos lugares de la base descartan probablemente un incendio accidental, pero no un sabotaje o un ataque con misiles.
Traducción del inglés de Javier Biosca
AGB