Trump da alas a los militaristas europeos

Irene Castro / Corresponsal en Bruselas

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El planteamiento de Donald Trump de que los miembros de la OTAN aumenten el gasto militar hasta el 5% del PIB –tres puntos por encima del actual compromiso del 2%– alentó a los militaristas europeos. Los gobiernos europeos, espoleados fundamentalmente por los países del este y los bálticos, dieron la bienvenida a la propuesta del nuevo presidente estadounidense, que en otros asuntos, como el recrudecimiento de la guerra comercial o sus ansias expansionistas con la amenaza sobre Groenlandia, mantienen en vilo al Viejo Continente.

“El presidente Trump tiene razón al decir que no gastamos suficiente. Es hora de invertir. Necesitamos inversiones de los estados miembros, del sector privado, pero también del presupuesto común europeo”, expresó la alta representante, Kaja Kallas, en la conferencia anual de la Agencia Europea de Defensa que se ha celebrado este miércoles en Bruselas. La estonia, que es una de las principales 'halconas' anti-Putin, recordó que los 27 tienen un gasto medio colectivo del 1,9% del PIB frente al 9,9% de la maquinaria de guerra de Rusia. “Gastamos miles de millones en nuestros si no invertimos más en defensa, todo esto está en riesgo”, alertó.

“No necesitamos un ejército europeo. Necesitamos veintisiete ejércitos europeos que sean capaces y puedan trabajar juntos de manera eficaz para disuadir a nuestros rivales y defender Europa, preferiblemente con nuestros aliados y socios, pero solos si es necesario”, agregó la jefa de la diplomacia europea refiriéndose, precisamente, a la posibilidad de que un imprevisible Trump abandone a Europa a su suerte. “El mensaje de la UE a Estados Unidos está claro: debemos hacer más para nuestra propia defensa y asumir una parte justa de responsabilidad para la seguridad de Europa”, agregó Kallas, que dejó clara la necesidad del vínculo transatlántico: “Es nuestro aliado más fuerte y debe seguir siéndolo. Un mundo estratégicamente competitivo y con más confrontación nos necesita a ambos, y necesita nuestro vínculo transatlántico en su punto más fuerte”.

Objetivo: independizarse en materia de seguridad

El primer ministro polaco, Donald Tusk, aplaudió el planteamiento de Trump, que amenazó a España con aranceles del 100% vinculado con su poco gasto en defensa (España está a la cola de los países de la OTAN con un 1,24%). “Hay quien piensa que es una extravagancia o una maldad decir que deberíamos gastar hasta el 5% de nuestro PIB en cuestiones de seguridad, pero es que en los tiempos que corren Europa no puede permitirse ahorrar en seguridad”, defendió en el Parlamento Europeo, donde compareció por la presidencia rotatoria de la UE que le corresponde este semestre. Su lema para estos seis meses es “¡Seguridad, Europa!”.

Para el dirigente de la familia popular europea, las palabras de Trump son “un reto en positivo”: “Sólo un aliado le puede desear a otro aliado que sea más fuerte. No tratéis estas afirmaciones como las declaraciones de un enemigo de Europa, somos aliados”. “La Unión Europea será el aliado más valioso para Washington si nos ocupamos nosotros mismos de nuestra seguridad, si levantamos bien la cabeza, si abrimos bien los ojos para ver dónde están las amenazas y los enemigos, qué es lo que hemos descuidado, dónde están nuestros puntos débiles”, agregó.

En Europa hay distintas sensibilidades respecto al gasto en defensa. No es lo mismo la posición de los países del este, que hacen frontera con Rusia y Bielorrusia que la de los del sur, como España. El Gobierno de Pedro Sánchez, que se comprometió a llegar al 2% del PIB en 2029, argumenta que también se tienen en cuenta aportaciones a la seguridad común, como la participación en misiones o las capacidades militares, en las que España supera la media.

Pero la llegada de Trump dio alas a quienes llevan tiempo, especialmente desde la invasión de Ucrania, presionando para que se imponga la Europa de la defensa. El debate, no obstante, ya estaba encima de la mesa. De hecho, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, organizó un 'retiro' de líderes en un castillo cercano a la ciudad belga de Lieja el próximo 3 de febrero para abordar el asunto. Será el primer debate estratégico en exclusiva sobre defensa que aborden los jefes de Gobierno en un nuevo formato en el que la pretensión del portugués es que esté menos constreñido que las cumbres formales en las que la negociación de las conclusiones comunes deja poco margen.

Un 'retiro' para abordar la defensa

“El objetivo de esta reunión es preparar el terreno para las decisiones que tendremos que tomar y orientar a la Comisión y a la Alta Representante en la preparación de un Libro Blanco sobre el futuro de la defensa europea”, explica Costa en la carta de invitación a los líderes. “Europa debe asumir una mayor responsabilidad en su propia defensa. Tiene que ser más resistente, más eficiente, más autónoma y un actor de seguridad y defensa más fiable. Al hacerlo, se convertirá también en un socio transatlántico más fuerte, incluso en el contexto de la OTAN”, agrega.

El presidente del Consejo Europeo pretende articular el debate en torno a dos principales ejes. Por un lado, la financiación. “En los últimos años, los Estados miembros ya han aumentado su gasto nacional en defensa. Sabemos, sin embargo, que son necesarias importantes inversiones adicionales en defensa para reponer existencias, mejorar nuestra preparación en defensa frente a un amplio espectro de amenazas -centrándonos en las prioridades estratégicas y en las carencias críticas de capacidades- y reforzar en consecuencia la Base Tecnológica e Industrial de la Defensa Europea”.

Por otro lado, la cooperación tanto interna como con extracomunitaria, que es el motivo por el que está invitado el primer ministro británico, Keir Starmer, que además de ser uno de los aliados principales en materia de seguridad de la UE, mostró su intención de impulsar una nueva relación con el bloque tras el Brexit. “Tenemos un interés común en cooperar más estrechamente a escala europea para maximizar las economías de escala y reducir costes, garantizar la interoperabilidad, asegurar una demanda estable y a largo plazo -para dar más previsibilidad a nuestra industria- y evitar duplicidades”, expresa Costa.

Al evento también acudirá el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que también alabó a Trump al asegurar que en el pasado tuvo razón en su exigencia de elevar el gasto militar y bendecir su propuesta actual, aunque puso como horizonte de gasto el 3% del PIB.