Uno de su más leales aliados ideológicos. El presidente electo de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, anunció este miércoles que nombrará al congresista Matt Gaetz, del ala dura del partido, como próximo fiscal general del país. El congresista de Florida es leal a Trump, se nutre de la controversia y fue investigado por el comité de ética de la Cámara de Representantes por conducta sexual inapropiada y malversación de fondos.
Desde su llegada a Washington, este legislador se forjó una marca política como provocador de extrema derecha, buscando la polémica como algo natural.
Al igual que Donald Trump, a quien es ferozmente leal, Gaetz está más interesado en enfrentarse a sus adversarios políticos que en la árida tarea de gobernar, según sus críticos. En el Capitolio interrumpió repetidamente los procedimientos de la Cámara, incluso una vez irrumpió en una instalación de alta seguridad donde los demócratas estaban celebrando una audiencia.
En 2018 fue condenado por invitar a un negacionista del Holocausto al discurso de Trump sobre el Estado de la Unión. Un año después, contrató a un redactor de discursos que había abandonado la administración Trump después de hablar en una conferencia que atrae regularmente a nacionalistas blancos.
Meses después del asalto del 6 de enero en el Capitolio, Gaetz se embarcó en una gira 'America First' con Marjorie Taylor Greene, la congresista de extrema derecha de Georgia, en la que amplificaron las mentiras del expresidente sobre el fraude en las elecciones de 2020. También siguió atacando a los republicanos críticos con Trump, utilizando un lenguaje que, al parecer, alarmó a McCarthy, que temía que las palabras de los legisladores pudieran incitar a la violencia.