En una jornada que podría durar más de 12 horas, el Senado tratar este miércoles los proyectos de ley Bases y paquete fiscal, las dos propuestas fundacionales del gobierno de Javier Milei, que se juega parte de la confianza en su gobierno de parte de los mercados y los inversores, que esperan saber si el proyecto libertario es políticamente sustentable. Es que han pasado ya más de seis meses desde que ascendió a la Casa Rosada sin lograr que el Congreso le apruebe, no sólo las dos iniciativas mencionadas, sino nada.
Cambios en privatizaciones
En busca de sortear escollos y conseguir los votos necesarios para aprobar los proyectos, al inicio del debate, el oficialismo cambió uno de los puntos más álgidos y anunció que sacaba del listado de empresas a privatizar a Aerolíneas Argentinas, Correo y RTA (Radio y Televisión Argentina). Así lo comunicó en su intervención el jefe del bloque de senadores de La Libertad Avanza, el puntano Bartolomé Abdala. Otra modificación comunicada fue la prohibición de la disolución de los organismos de cultura en el artículo 3.
No se deroga la moratoria previsional
Además, el Gobierno aceptó eliminar el capítulo que planteaba derogar la moratoria previsional que actualmente permite que las personas que no alcancen los 30 años de aportes puedan jubilarse accediendo a un plan de pago de cuotas de los años faltantes. El proyecto original derogaba la ley 27.705 que creó el Programa Nacional de Reparación Histórica para Jubilados y Pensionados y creaba la Prestación de Retiro Proporcional, para las personas que hayan alcanzado los 65 años de edad y no cumplan con el requisito del art. 19 inc. c de la ley 24.241 (30 años de servicios con aportes).
Un quórum ajustado
La sesión arrancó con 37 senadores sentados, el piso requerido para poder dar comienzo a la reunión. Es decir que el oficialismo consiguió el quórum con lo justo, después de que durante todo el martes y parte del miércoles se especuló hasta último momento con la posibilidad de que la sesión se cayera por falta de quórum.
Lousteau vota en contra
Tras la defensa del proyecto oficialista que hizo Abdala, tomó la palabra el senador radical Martín Lousteau, quien dejó clara su postura de entrada: “Yo voy a votar en contra de la Ley Bases como está. Creo que hay muchas cosas por corregir y modificar de esta ley. Por eso presentamos un dictamen alternativo, a pesar de que los funcionarios decían que hacían a propósito las cosas para no poder trabajarlas, nosotros presentamos un dictamen alternativo que tiene 100 páginas”, manifestó el legislador en el final de su alocución.
Cómo será la sesión
Mientras, afuera del Palacio del Congreso se desarrollan durante toda la jornada manifestaciones sociales contra la aprobación de los dos paquetes de leyes, que a diferencia de Diputados en el Senado se debatirán por separado, según se acordó el lunes en la reunión de la comisión de Labor Parlamentaria, que es la que preside la vicepresidenta (en este caso, Victoria Villarruel) y reúne a los jefes de los bloques políticos de la Cámara. La votación de ambas iniciativas, en tanto, será por capítulos.
Para el tratamiento de ley Bases se definió que cada bloque tendrá 10 oradores. Incluso el peronismo, que se divide en dos, pero funciona como interbloque, se ajustará a esto. Es decir, el bloque Unidad Ciudadana, que conduce Juliana Di Tullio (Buenos Aires), y el Frente Nacional y Popular, que lidera José Mayans (Formosa), se repartirán los 10 discursos de un total de 33 senadores que componen ambos espacios.
En cuanto al tratamiento del paquete fiscal la lista de oradores se reduce a 5 por bloque con la misma lógica que en Bases. A esto se sumarán los discursos de cierre de los presidentes de los bloques.
Por la extensión que tendrá la sesión no se descarta que pueda dividirse en dos, con un cuarto intermedio, como ocurrió durante el tratamiento de ley Bases en la Cámara de Diputados.
Se prevé que la jornada sea tensa. De hecho, el dictamen de mayoría que se entregó al jefe de Gabinete Guillermo Francos el 29 de mayo tiene muchas firmas en disidencia. Además, la votación por capítulos se vuelve un escenario utópico para La Libertad Avanza, ya que varios senadores aspiran a modificar artículos durante la votación en particular.
El escenario parece haberse complicado para el oficialismo en las últimas 24 horas. Hasta el lunes, confiaban haber asegurado la aprobación en general de ambos proyectos y sólo preocupaba que la votación en particular genere una fuerte poda de artículos.
Sin embargo, la decisión de los senadores por Santa Cruz, José María Carambia y Natalia Gadano, quienes reclamaron una serie de condiciones al oficialismo antes de dar quórum, dejó en evidencia la fragilidad de los acuerdos alcanzados por el oficialismo en el Senado.
Desde despachos libertarios hablan de números muy parejos para lograr el aval en general, e incluso no descartan un desempate del presidente provisional, para terminar de inclinar la balanza a favor del texto del Ejecutivo.
En el caso de conseguir esa primera instancia a favor, desde el oficialismo parlamentario aún no pueden estimar cual será el derrotero de los proyectos en el debate artículo por artículo.
En esa instancia, un par de senadores libertarios y dos habituales aliados se mostraron cautelosos ante la posibilidad de que se dé el mismo escenario que en febrero, cuando naufragó en Diputados la primera votación del proyecto.
Para alcanzar la aprobación en general el oficialismo se apalanca en las voluntades propias y de los aliados y en el agitar el fantasma que aún hace temblar a muchos opositores ajenos al peronismo, aunque por básico va perdiendo eficiencia: “Van a terminar votando con el kirchnerismo”, corren desde LLA y el ala dura del PRO a algunos de sus ex aliados en Juntos por el Cambio.
En tanto, en los dos bloques peronistas que confluyen en Unión por la Patria refuerzan cada día el operativo de contención, sobre todo en aquellos senadores de provincias con gobernadores propios ávidos de las inversiones que habilitaría el RIGI, como Catamarca, Tucumán y San Juan.
Con esa base de 33, en el interbloque que preside el formoseño José Mayans, dan por hecho que se encolumnarán detrás de las modificaciones propuestas en el dictamen de Martín Lousteau para contribuir a los 37 votos necesarios para imponerse al texto del oficialismo en algunos puntos del debate en particular.
En la previa de la sesión, y como parte de las negociaciones, el Poder Ejecutivo apuró en las últimas horas el traspaso de obras pública con fondos de la Nación a las provincias de Neuquén, Córdoba, Jujuy, Chaco, Chubut, E Ríos, Tucumán y Mendoza, todas gobernadas por fuerzas no peronistas. Algunos de los senadores que representan a esas provincias serán claves al momento de la votación.
Otro condimento de la sesión: En La Libertad Avanza ven con preocupación el hecho de que la vicepresidenta Victoria Villarruel no vaya a estar al mando de la totalidad de la sesión, debido a que ese día ocupará la presidencia del país como consecuencia del viaje de Javier MIlei a Italia.
En su lugar, al menos en el último tramo, se sentará el presidente provisional del senado, el libertario puntano Bartolomé Abdala, con poca experiencia en el arte de dirigir el debate, ya que, desde diciembre hasta hoy, en los momentos más álgidos siempre estuvo Villarruel.
La sesión del miércoles, que se iniciará a las 10 y que se extendería hasta la medianoche, tendrá como contexto la movilización de los distintos sectores del peronismo y de las centrales sindicales al Congreso. Ante ese panorama, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, advirtió que “se tomarán las medidas necesarias para mantener el orden”.
MM/IG con información de agencias.
JJD