El expresidente boliviano Evo Morales aseguró esta noche en la presentación del libro que detalla su salida del país en noviembre de 2019 luego del golpe de Estado que sufrió, que su derrocamiento se originó en la necesidad del imperialismo de acceder al litio, mineral que en su gestión dejaba una renta nacional, al igual que la explotación de los hidrocarburos.
El exmandatario fue uno de los oradores de un acto celebrado esta noche en la sede de la embajada de México en la Argentina para presentar el libro “EVO: Operación rescate. Una trama geopolítica en 365 días”, una obra que narra en clave de thriller político su accidentada salida de Bolivia luego del golpe, ya que su vida corría serio peligro.
También hablaron el presidente Alberto Fernández -de plena participación en aquel proceso que ya forma parte de la historia de la región-, el exvicepresidente boliviano Álvaro García Linera; el autor de la obra, el español Alfredo Serrano Mancilla, y la embajadora de México, Lilia Rossbach Suárez.
Entre los presentes, estuvieron el ministro de Defensa, Jorge Taiana, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa; el senador nacional Oscar Parrilli y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, entre otros.
Morales pudo abandonar Bolivia el 11 de noviembre de 2019, un día después de dejar el poder forzado por las fuerzas militares y policiales y por la Central Obrera Boliviana luego de que la Organización de Estados Americanos (OEA) hiciera una denuncia falsa sobre un presunto fraude en el resultado de las elecciones de octubre de ese año, en las que el mandatario había obtenido la reelección.
El libro cuenta en clave de thriller político aquel operativo que llevó a Morales primero a México, luego narra su estadía de once meses en la Argentina y finalmente se explaya sobre su vuelta a Bolivia, exactamente un año después de la desesperada huida, tras el triunfo de su delfín Luis Arce en las elecciones presidenciales de octubre de 2020.
El presidente Fernández, a cargo de cerrar la presentación, dijo que ni él ni el mexicano Andrés López Obrador y demás autoridades que hicieron posible el rescata de Evo fueron quienes salvaron su vida, sino que “fue la voluntad y el cariño del pueblo boliviano quien de verdad lo hizo”.
Para entonces, Morales lo había precedido en el uso de la palabra para agradecerle de manera muy emotiva “que me salvaste la vida, hermano Alberto”, entre otras manifestaciones que encuadraron en clave política todo aquel proceso, originado según Evo en “el odio al indio”.
“Todo nace en el odio al indio -explicó el exmandatario indígena-. Me duele decirlo pero en Bolivia ha aparecido una derecha extrema que ha hecho que vuelva el racismo”, y citó declaraciones de enero de 2020 en las que la presidenta de facto, Jeanine Áñez, prometía que iba a evitar “que los salvajes del MAS vuelvan al gobierno”.
Morales no dudó en afirmar que desde su salida del gobierno y hasta la vuelta al poder del socialismo con el triunfo electoral de Luis Arce “hubo dos golpes de Estado”, el segundo de ellos incluso semanas antes de que asumiera el nuevo gobierno, a partir de planes militares apoyados por sectores de poder.
En cuanto al desarrollo de la situación en los dos días que pasaron entre el golpe y su escape, dijo: “para mí la cuestión era patria o muerte”, pero recordó que Hugo Chávez le había contado que cuando tuvo un golpe de estado en su contra, Fidel Castro “lo llamó y le recomendó: 'salve la vida, y a partir de ahi podrá salvar todo lo demás'”.
El exvicepresidente García Linera, quien también tuvo que escapar de Bolivia junto con Evo, calificó el libro como “fascinante”, porque “traza dos ejes claros, uno nacido en la maldad y otro en la bondad: matar a Evo; salvar a Evo”.
Detalló entonces que “estos dos ejes tienen nombres que los identifican: Estados Unidos, Perú, Ecuador, Colombia, la OEA” por un lado y “Alberto Fernández, Cristina Kirchner, Andrés López Obrador” por otro.
A su turno, el autor dijo que el libro tiene la intención de analizar una compleja trama geopolítica histórica, pero al mismo tiempo pretende hacer justicia con muchas personas anónimas “que no tienen usuario de Twitter” y sin embargo prestaron amplia colaboración para que el proceso culminara exitosamente.
Citó, por ejemplo, el caso de dos mujeres -que se encontraban presentes- que cuando Morales viajó a quedarse a vivir en la Argentina le cedieron desinteresadamente sus viviendas -una en el barrio de Colegiales y otra en Liniers- mientras ellas debieron ir a quedarse por un tiempo en la casa de familiares.
De acuerdo con su mirada, el golpe en Bolivia “no solo quería matar a Evo, sino al proceso de cambio que llevó adelante su gobierno”, y respecto de su participación en el “operativo rescate” -que comenzó cuando García Linera lo llamó para decirle que “las cosas no andaban bien en Bolivia”, se presentó como “un telefonista, alguien que se dedicó a poner en comunicación a quienes podían concretar lo que todos queríamos”.
En el inicio de la reunión, la anfitriona destacó la larga tradición de su país de darle asilo político a personalidades de todo el mundo en distintas épocas, y citó los casos de José Martí, León Trotski, León Felipe y Fidel Castro. Luego, el presidente Fernández recordó que en esa embajada vivió dos años refugiado el expresidente Héctor J. Cámpora.
Fernández: Bolivia fue el único país que cambió de cuajo las estructuras económicas
El presidente Alberto Fernández asistió hoy a la presentación de un libro sobre el “rescate” del exmandatario de Bolivia Evo Morales cuando ocurrió el golpe en esa nación y, tras afirmar que los sectores conservadores “no perdonaron” al dirigente “cambiar de cuajo la estructura económica” de ese país, lamentó que el ciclo de “unidad y prosperidad” en América Latina fue amenazado con acciones como la “difamación y la persecución judicial”.
Fernández fue el invitado principal en la embajada de México en Buenos Aires de la presentación del libro “Evo: Operación Rescate”, escrito por Alfredo Serrano Mancilla, quien documentó el periplo de Morales entre México y Argentina después del golpe de Estado perpetrado en noviembre de 2019, una etapa en la que el Presidente argentino y su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador, tuvieron roles claves para garantizar su integridad física.
“Este libro habla de un tiempo donde se difundió en toda América Latina la idea de terminar con un tiempo de unidad y prosperidad”, planteó Fernández, al advertir que en la región “se utilizaron las peores herramientas, como la difamación y la persecución judicial”.
Además de Morales participaron de la exposición la embajadora de México en la Argentina, Lilia Rossbach, y el autor de la obra, Serrano Mancilla, titular del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG).
Entre los invitados estuvieron el expresidente de Ecuador Rafael Correa, el exvicepresidente boliviano Álvaro García Linera y el Premio Nobel de la Paz Alfredo Pérez Esquivel, en primera fila junto al canciller Santiago Cafiero y el ministro de Defensa, Jorge Taiana.
Fernández hizo un repaso de los conflictos que atravesaron los diversos gobiernos progresistas de la región y planteó que cuando advierte que el Estado de derecho “se lastima” trata de “imponer su voz” y ponerse junto al lesionado, como el caso del expresidente de Brasil Luis Inácio “Lula” Da Silva, a quien visitó en la cárcel cuando estuvo detenido 19 meses por un caso de supuesta corrupción que luego fue revisado por la Corte Suprema de ese país.
DA